𝙃𝙚𝙩𝙚𝙧𝙤𝙨𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡. ᵛᵒˡᵏᵃᶜⁱᵒ

𝟲

El día había sido igual de pesado que siempre, le habían abatido algunas veces según Gustabo, pero no era cierto.

Sólo había sido un golpe de calor.

En cuanto salieron de servicio le pidió a Gustabo que le dejará en su departamento, hacia mucho que no lo visitaba.

También por qué entendía que quizás luego del trabajo a Gustabo le gustaría estar con Jack y no quería ser un mal tercio.

-No rompas nada con el yayo.

Su mejor amigo nuevamente estaba rojo como un tomate, soltó un grito lleno de vergüenza antes de avanzar, abriendo la ventana para levantar el dedo medio de su mano.

Horacio solo atinó a reírse aún mientras negaba la cabeza, presionó el botón del elevador para poder ir a su departamento.

Una vez dentro suspiro viendo todo a oscuras, tomó las cortinas y las abrió para que aunque fuera entrarán los últimos rayos de sol a su hogar.

También abrió una ventana, para que pudiese circular el aire, fue hacia su habitación y tomó ropa para poder de cambiar y darse una ducha.

Simplemente decidió colocarse un pantalón de chandal y una blusa turquesa, tomó un pañuelo y doblandolo de forma triangular lo amarró en su cabeza para poder tener su cresta bajo control.

Tomo un pequeño trapo para sacudir algunos lugares donde podía verse ya un visible polvo.

Lentamente fue anocheciendo mientras el seguía sacudiendo o recogiendo su departamento entre música.

-Y la goza y la baila y la canta.

Cantaba de manera animada mientras comenzaba ese gracioso baile.

-Aserejé ja deje tejebe tude jebere
sebiunouba majabi an de bugui an de buididipí

Terminó de sacudir su cuerpo después del coro antes de dirigirse a su cocina, ya iba siendo hora de cenar, con Aserejé de fondo comenzó a revisar las repisas en busca de una idea para comer.

Al no encontrar nada decidió salir a buscar un badulaque o algo por estilo para comprar la despensa.

Estacionó su pequeño carro en el estacionamiento de la tienda.

Entró a la tienda buscando comida, no quería hacer nada demasiado laborioso, camino mirando los productos hasta que terminó chocando con alguien.

-Lo siento tío, no estaba viendo por donde iba.

Al levantar la mirada choco con esos penetrantes ojos azules nuevamente e instintivamente sonrió.

-Que maravilla verte por aquí Horacio.

Saludo el joven, normalmente no se veían fuera de sus trabajos, solo atinó a sonreír suavemente.

-¿Ya haz salido de trabajar Claudio?

Preguntó al doctor, quizás podría invitarlo a cenar, después de tiempo de pasar sus noches con la compañía de Gustabo se sentía extraño de pronto estar solo.

-Terminé mi servicio hace poco, estaba buscando algo para cenar.

Ambos soltaron una risita corta, Horacio mordió suavemente su labio, no sería tan malo poder invitarle a cenar.

-¿No quieres venir a mi departamento a cenar? Esta noche no estaré con Gustabo.

El doctor pareció pensarlo, pero ante la mirada de cachorro que le dio Horacio, terminó por aceptar.

Ambos salían de la tienda con la bolsa de las compras, subieron al auto del de cresta, ya que Claudio había llegado caminando.

Volvieron a subir al departamento de Horacio mientras ambos ayudaban a preparar la cena entablaban una agradable conversación.

Cuando terminaron se sentaron en el comedor, degustando el filete que habian logrado hacer entre ambos, estaba muy bueno.

Una suave llovizna comenzó, que pronto se convertiría en una tormenta demasiado estrepitosa.

El móvil de Horacio pronto comenzó a sonar con Safaera de fondo, se apresuró a tomarlo, disculpándose con Claudio, miró el contacto y ponía el nombre de su hermano 'GUSTABO BIEN BUENO'.

-¿Gustabo que pasa?- Preguntó confundido, creía que su hermano estaría ocupado haciendo algo.

-¿Te quedaras hoy en tu piso?- Gustabo sabía que a Horacio le ponían demasiado nervioso las lluvias.

Horacio se quedó callado, no quería preocupar a su hermano, era un adulto ya, podía solo.-Si, quédate tranquilo, estaré bien-

Sólo escucho a su hermano hacer un sonido de afirmación y colgó. Regresó al comedor para terminar su cena junto al chico de ojos azules.

-Será mejor que me vaya, Horacio.

Frunció el seño, era tontito si pensaba que lo dejaría ir en medio de aquel caos.

-Quedate aquí está noche, puedo prestarte algo.-Se le dificulto convencer al doctor de quedarse, pero al final terminó aceptando.

Le pasó ropa de talla más grande, no solía tener mucha pero esta vez había tenido mucha suerte.

-¿Que quieres hacer?-Preguntó Claudio de una forma muy suave, como si hablara alto pudiese romper a Horacio.

-¿Quieres ver Netflix?-Bromeo el de cresta de una forma pícara.

Ambos rieron antes de que en verdad pusieran algo en Netflix para poder ver. Aunque era algo difícil sin contar las bromas con doble intención y los coqueteos.

Horacio definitivamente no quería meterse en otra relación tan pronto y sabiendo que aún quería Volkov.

Quería poder ser egoísta, amar a Claudio, aún si el tampoco quería compromisos, pero quería poder amar a alguien tan intensamente como amo a Volkov. Como aún lo ama.

Pero no era así, un amor tan grande no se olvida de la noche a la mañana, aún si ese amor te hizo tanto daño.

Pero solo quedaba esperar a que llegase, quizás lo tenía en sus narices y el no estaba ni enterado.

Cuando la película terminó, Horacio convenció milagrosamente a Claudio de dormir con el y no en el molesto sillón de la sala.

Volver a tener a alguien envolviendo su cintura por las noches era reconfortante.

Pero a pesar de que su mente se trataba de engañar, no era su comisario bombón y lo sabía de sobra.

Bastaba con sentir la forma en que Claudio lo abrazaba, Volkov solía abrazarle con firmeza, con cariño.

Claro antes de que todo se fuera por la borda, pero aún así, extrañaba mucho esos días donde solo se dedicaban a darse mimos.

Se acurrucó en el pecho del doctor y cerró sus ojos esperando poder conciliar el sueño.

Para poder olvidar todos esos pensamientos tan confusos que lograban descolocarlo.

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Solecitos, tengo un OS guardado de Segilio basado en el Omegaverse, si quieren pudo publicarlo a ver si les gusta.

Espero que les haya gustado el capítulo <3