MI ESTRELLA Capítulo 1

26 0 0
                                    


MI ESTRELLA

Capítulo 1

Tenía apenas un año de haber llegado a Estados Unidos. La adaptación había sido un poco complicada, debido a que no era lo mismo el Occidente que estar cerca de Oriente; no era lo mismo el inglés que el turco y tampoco era lo mismo la forma fría de pensar de los americanos que la forma tradicional y cálida de los turcos.

A pesar de todo, había un lugar en la ciudad en donde pudo irse a relacionar con algunos amigos y de paso, poder seguir practicando su idioma.

El sahlep y el raki fluían en esos lugares de tal manera que no extrañaba demasiado su natal Estambul. Sin embargo, extrañaba la forma de divertirse de su gente y sobre todo, la majestuosidad de los lugares turísticos de Turquía.

En la casa de estudiantes donde pernoctaba, había solamente dos jóvenes: Selim y Kerem.

En el cuarto de las chicas, había dos: Sila, chica turca, novia de Selim, y Ariadne, una joven griega, que era bastante fiestera y poco estudiosa.

Kerem ya estaba listo para ir a la facultad.

Aquella mañana le lanzó una toalla a Selim.

- Oye, no me dejes tus toallas mojadas sobre mi cama- añadió sonriendo.

- Perdón, Kerem, es que estaba cansado, me duché y no la saqué a secar.

- Tienes que ser más ordenado, Selim. Si no, creo que nos saldrá más caro pagarle a la señora de la limpieza.

- Tienes razón, y así no tendré para invitar a Sila a cenar.

- Esa es otra- añadió Kerem- también debes ahorrar. Al paso que vas, no tendrás dinero a fin de mes y hay muchos gastos.

Selim replicó.

- ¿Acaso eres mi mamá, Kerem? Yo sé que tú todavía rindes cuentas a tu familia, pero yo no. En Estambul no tengo a nadie que se preocupe por mí; sólo Sila aquí.

- Sila está feliz cuando tienes con qué invitarla a cenar o le regalas algo más. Pero si no, es la primera en negarse a salir contigo- aseveró Kerem.

- Bueno, como sea, déjame tranquilo y prepárate porque llegarás tarde.

Kerem se despidió y salió hacia la universidad.

No lejos de ahí caminaba una chica, saliendo del aeropuerto.

Buscaba cierta calle de la ciudad, pretendiendo no perderse. Pero era casi imposible.

Afortunadamente, su inglés era muy bueno y no tuvo problemas para llegar al centro.

Estaba distraída buscando la calle, que chocó con alguien.

- Hey, tenga cuidado- dijo el joven.

Ella lo miró dubitativa.

- Usted debería fijarse mejor que alguien está a mitad de camino.

- Y usted debe tener cuidado al transitar estas calles. No es de aquí, ¿cierto?

- Eso es algo que a usted no le importa. Con su permiso.

La muchacha siguió avanzando sin poner atención al joven con el que había chocado.

Kerem al fin, llegó a la universidad.

- ¿Listo, Kerem?- preguntó un compañero.

- Listo, espero que hoy sea un mejor día. Voy bien y espero rendir bien ese examen.

- Lo harás, eres muy inteligente- dijo el otro.- Por cierto, ¿ya hablaste a tu casa?

- Aun no, y debo hacerlo hoy. Tengo a mamá en ascuas sin noticias mías.

- Bueno, vamos dentro. No hagamos esperar a Mister Troubles.

Ambos rieron.

En aquel otro lado de la calle, la joven distraída encontraba por fin el lugar que buscaba: la Casa de Estudiantes.

Tocó la puerta y esperó. Aquel era un gran día.

Más tarde, Kerem y su amigo salieron de la escuela con bastante preocupación.

- Otra noche de no dormir, ¿no crees, Kerem?- preguntó Jason.

- Y que lo digas. Pero ni modo, si es por esa calificación hay que sacrificarse.

- Pues yo no pienso desvelarme tanto por la tarea.

- Ah, no, no me vayas a dejar todo a mí, ¿eh?- advirtió Kerem, divertido.

Salió hacia el departamento y se dispuso a comprar algunas cosas para la larga noche.

La recién llegada se puso a la altura de las circunstancias.

- Buen día- comenzó- ¿es la casa para estudiantes?

Sila le sonrió.

- Sí, bienvenida. Yo soy Sila- dijo tendiéndola la mano.

- Sureyya- dijo la recién llegada.

- Pasa, te esperaba. Me dijo la señora Sumim que vendrías.

- Sí, gracias. Ella me dio la dirección.

Sila le empezó a explicar cómo era el lugar.

- Mira, las habitaciones de los chicos están enfrente. Aquí son los cuartos de las chicas. Tú eres la tercera.

- Perfecto, pues...donde tú me asignes.

- Muy bien- señaló Sila.

Una vez instalada comenzaron a platicar.

- Y dime, ¿acabas de llegar?

- Tengo un par de días. Sólo que estaba en un hotel. Estoy estudiando finanzas y fotografía.

- Qué bien. Yo estoy estudiando arquitectura, igual que mi novio Selim, él vive enfrente, con los chicos. Aunque a veces se queda aquí, para terminar tareas, ¿sabes?

Sureyya se preocupó.

- Sila...mira, yo soy algo...conservadora.

Sila negó.

- No te preocupes. Somos muy serios, los chicos se van más tarde y aquí siempre tenemos cuidado de poner límites. Yo soy turca y Selim también, el otro chico no recuerdo su nombre pero también lo es. Sólo Ariadne es griega, pero también es seria.

- Me quitas un peso de encima- añadió Sureyya- bueno, pues muchas gracias. Dime, ¿en qué te ayudo?

- Ven, vamos a ponernos al día en cuestión de gastos.

Kerem llegó al departamento de los chicos.

- Anda, Kerem, vamos al departamento de las chicas. Creo que iba a llegar una muchacha nueva.

- Lo siento, Selim, pero por ahora no tengo tiempo.

- Tú te lo pierdes- dijo Selim. – Ya vuelvo.

Mientras comenzaba a hacer la tarea, llamó a casa.

Su madre respondió.

- Hola, hijo. ¿Cómo te encuentras?

- Hola, madre, yo estoy bien, ¿y ustedes? ¿Humeyra?

- Tu hermana bien, gracias. Oye, ¿has sabido algo de Sureyya?

- ¿Sureyya?

- Sí, hijo, la misma, tu amiga de la infancia.

Cuando le dijo eso, Kerem se puso a temblar.

¿Por qué le preocupaba tanto a Kerem volver a escuchar el nombre de "Sureyya"?

Mi EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora