El Covid les impidió volver a sus casas están atrapados en un piso con las necesidades básicas cubiertas pero se soportarán mutuamente y tal vez empiecen a sentir algo en común.
Esta historia es creada y concebida por mi espero que os guste los pers...
La noche caía como una lluvia de oscuridad en las calles de madrid. El silencio reinaba aún más en El Barrio de la castellana en donde se encontraban nuestra pareja favorita... Disfutad😊 Narra hipo... El silencio era insoportable habíamos discutido sabéis porque por un puto sándwich un maldito trozo de pan y carne. ¿Como paso? Muy sencillo... Flashback.... Narra hipo otra vez... Era una mañana tranquila los pájaros cantaban y no oía a Astrid enfadada algo que me hizo preocuparme me puse una camiseta azul y un chándal comprobé que no se me veía la prótesis de titanio... Y si no dejaba que nadie la viera y menos ella. ¿Porque? Porque no quería que pensara que soy un débil y un inútil... Salí respirando hondo y al salir vi a Astrid llorando en el sofá abrazando un confín el cual lo usaba de pañuelo. -¿Astrid?-pregunto preocupado. -Hipo mira-dijo llorando y señalando con su mano a la tele la cual estaba poniendo una película de esas de amor tan malas que me daban risa. -¿Estás llorando por esa película enserio?-pregunte con algo de ironía. -es que esta era la película que vi con mi familia antes de irme- dijo al borde del llanto. -ah...-dije preocupado. Joder pero que le eh dicho seré insensible no seré capullo pobre seguro que esta destrozada además no me gustaba verla así. -esto Astrid...-dije con seriedad. -Si-Contestó con tristeza y pena. -Volverás a verla con tu familia créeme y además seguro que la repiten en Oslo cuando volvamos, en fin vamos eso creo vamos no llores porfa- dije intentando animar a la rubia. La cual me miraba con ojos de frialdad y cierta ira. - Vale no te ah gustado lo entiendo así q eh golpéame vamos- dije mientras me ponía en su frente y abría los brazos para que me pegara. Y eso hizo de me dio en el hombro con fuerza haciéndome caer al suelo. -eso duele mucho...- dije dolorido e incorporándome. -eso por decirme esa estupidez- dijo la chica de ojos azules mientras me ayudaba a levantarme. -y esto por animarme- dijo la rubia preparándose para pegarme. Me prepare para el golpe y me beso en la mejilla algo que me hizo abrir los ojos de golpe y me topé con esa mirada que me volvía loco y me decía muchas cosas la primera paz y el resto lo dejo para después... -perdona no debía hacer eso...- dijo avergonzada. - ¡QUE NO O SEA!- dije nervioso. Ella me miró algo asustada y empezó a reírse de mis acciones esa risa me hacía falta lo de era como un subidón en todo esto. -Gracias abadejo- dijo mientras me abrazaba... Bueno hasta ahí la parte bonita hasta que llego la hora de la comida que hay pasaron cosas malas. Narra Astrid... Eran la 13:30 del mediodía y me entró hambre así que pensé hacer un sándwich uno para mi y otro para abadejo puede que no sepa usar la cocina pero si un cuchillo. Fui a la cocina para descubrir que no había pan de sándwich es más la bolsa está vacía y está mañana deje un poco para el mediodía será hijo de... -!ABADEJO¡- grite furiosa. Al instante hipo apareció enfrente mía con cara de agobio y preocupación . -¿QUE PASA?- Dijo preocupado y con ojos de niño bueno. -DAÑO ES EL QUE TE VOY HACER IMBECIL- dije con furia mientras le cogía del cuello de la camiseta. -Que te pasa-dijo aterrado. -QUE ERES UN MALDITO EGOÍSTA DONDE ESTÁ EL PAN DE SÁNDWICH- dije con furia. Este me miró con seriedad y se separó de mi. -Astrid yo no eh tocado el pan de sándwich en todo el día te lo habrás comido sin querer como comes a todas horas- dijo con ironía y cierta chulería. Será hijo de mil rayos. -ABADEJO ME ESTÁS LLAMANDO GORDA- dije furiosa. -Tal vez- dijo con ira. -ERES INCREÍBLE TE ODIO IMBECIL-Senténcie con furia y me fui a mi cuarto. Narra hipo... Ya eran las 21:00 y el sol se estaba poniendo ah que eh hecho, esta mal decirle eso a la pobre seré estupido ahora me odia genial bien hecho hipo te has ganado un viaje a villa imbecil. De pronto el sonido de una puerta abriéndose me hizo girarme y allí con cara de culpa estaba Astrid la cual solo me miraba con esos ojos azules que me hechizaban. -Hipo yo...- dijo triste y culpable. -Astrid yo lo siento perdón por lo de antes fui un tonto al decirte lo de gorda y si me quieres odiar vale lo acepto- dije con sinceridad. Mire a Astrid y vino hacia mi para abrazarme con fuerza y yo lo correspondí...
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