SHADOW | changjin

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El lápiz se deslizaba entre sus dedos girando y dando vueltas, para de algún modo, evitar el aburrimiento que lo abordaba de a poco, consumiéndolo. Hyunjin había acabado con su examen hace más de media hora, le sorprendía haber podido contestar todo tan rápido y de manera tan segura, al parecer su estudio había dado resultado y eso le ponía feliz, aunque no anulaba el hecho de que se estaba quedando dormido mientras esperaba a que los demás terminaran. No está tan difícil, apresúrense, pensó para luego soltar una risita. ¿Quién lo diría?, Hwang Hyunjin el nuevo genio de la clase, se moría por contarle a Jisung y de paso preguntarle cómo le había ido a él, ya que su amigo también rendía aquel día.

Al ser fecha de evaluaciones, no habían demasiadas personas en la academia, solamente aquellos que debían ser calificados asistían específicamente a eso, así que el ambiente estaba bastante tranquilo y calmado para agrado del chico.

-¡Jinnie! -exclamó llegando a su lado y poniéndose en puntillas para rodearle los hombros con el brazo- no vas a creerlo, te reto a adivinar.

-¿Aprobaste? -apoyó su cabeza en la del contrario- ¿Es eso?

Jisung sonrió ampliamente mostrando sus perfectos y brillantes dientes blancos para luego dar un saltito emocionado. Han Jisung Feliz era el mejor Han Jisung.

-Aprobé -confirmó estrechando su agarre- y por la cara que tienes supongo que tú también, ¿Quienes son los genios de la academia ahora?

Ambos se miraron a los ojos con la satisfacción de haber terminado al fin con el jodido examen para luego retomar su camino sin rumbo fijo.

Si bien se encontraba mucho más relajado por haber rendido el examen, su mente no podía despejarse del todo, y es que a cada segundo, podía percibir el zumbido en sus oídos que le advertía que la sombra lo acechaba, incluso cuando nada parecía andar mal, sentía el picor en sus ojos y la leve presión en el pecho, no muy potente ni doloroso, pero lo suficientemente intenso como para marcar presencia, y no permitirle al chico olvidarse del tormento que le encadenaba a la incertidumbre.

-¿Quieres ir por un helado? -giró sobre sus talones y lo enfrentó- se me antoja chocolate y banana, oh sí por favor -cerró los ojos y se lamió los labios.

-Estaba pensando en practicar, no pude hacerlo ayer y en serio tengo que afinar algunos detalles de mi coreografía -explicó- quizás quieras acompañarme, lo digo porque Minho Hyung me dijo ayer que también se quedaría hoy para ensayar.

Los ojitos rasgados de Jisung brillaron al escuchar el nombre de su alma gemela (como a Hyunjin le gustaba llamarlos) y con eso, era obvio que accedería a quedarse.

-De acuerdo, pero cuando terminemos hay que ir por un helado, me lo debes por evitar que te llevaras a Changbin Hyung a tu casa la otra noche.

Luego de pasar por los casilleros y retirar sus cosas para poder cambiarse, entraron en la gran sala de prácticas. Hyunjin respiró profundo recordando los sucesos del día anterior, su piel se erizó de tan sólo pensar en que casi se desmaya producto del miedo si no hubiese sido por Changbin. El lugar lo ponía bastante incómodo, sus pies vacilaron al dar un paso, como si aún le asustara entrar y encontrarse con la sombra, que a pesar de sentirse muy presente en el ambiente, no había dado señales de estar corpóreamente merodeando.

-Hyunjin -saludó Minho acercándose y dando un respingo al notar la presencia del más bajo, esbozando una sonrisa genuina, como las que solo se veían en su rostro cuando Jisung estaba- Hannie -musitó suavemente- ¿Te quedas?

El más alto de todos decidió moverse un poco para dejarlos conversar como siempre, pero no lo hizo solamente porque quisiera darles su espacio, sino que repentinamente su cabeza había comenzado a doler y necesitaba realizar su práctica con éxito esta vez, no podía dejar que los malestares le ganaran de nuevo.