Narra Levi:
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Durante la madrugada, en mi habitación, el brillo de la luna delataba una silueta afuera de la ventana; desaparecía cuando lograba enderezarme. Las cortinas me daban privacidad, pero esta vez, me impedían saber de quién se trataba.
«Esta noche no escaparás».
Abrí las ventanas de par en par, una pequeña brisa ondeó las cortinas; coloqué una silla enfrente, a una distancia considerable, y tomé asiento. De brazos cruzados, mantuve los ojos cerrados procurando no caer al sueño que suplicaba mi cerebro, pues, el acosador no se presentó por tres noches seguidas.
Escuché el crujir de la tabla.
Me abalancé con fuerza y tomé entre mis brazos a aquella persona, salimos despedidos hacia la tierra y amortigüé la caída para que el intruso tuviera el menor daño posible.
—No tengo nada valioso que puedas robar, ¿qué pretendes? te has metido en la ventana equivocada y, no se diga, con la persona —dije en tono amenazante mientras le aplicaba una llave.
—Le-vi... —balbuceó una voz conocida. Intentó articular algunas palabras apenas inteligibles y cayó inconsciente.
Dejé de ejercer fuerza y retiré la capucha que mantenía su anonimato. La sacudí de los hombros y el cuerpo se me congeló al no responder a mi llamado. Lo único que pensé fue llevarla a la habitación.
Ya adentro, la dejé en el piso. Cerré las ventanas, corrí las cortinas y encendí la lámpara que reposaba en la mesa de noche junto a la cama. Miré su cuerpo, lleno de tierra, y sin dudarlo, la recosté en el extensor de la cama. Sentía un peso de culpabilidad por dejarla así.
Retiré sus gafas y capa, los coloqué junto a la lámpara.
Tomé asiento enfrente de ella, debía esperar a que despertara y saber el motivo de su escurridiza presencia. Observé el delicado movimiento de su abdomen, su silueta comenzó a opacarse y todo se volvió oscuro. Mi cuerpo respondió con un sobresalto, masajeé mis ojos y busqué algo con que mantenerme despierto; tomé, del bolsillo de su chaqueta, una esquina de una pequeña libreta.
«Las cosas se parecen a su dueño», pensé. Estaba sucio y desgastado por fuera, en las primeras hojas habían garabatos que pretendían ser dibujos, avancé unas cuantas más y había apuntes de sus experimentos. A punto de dejarlo, mi nombre apareció junto con otras cosas más de mi vida; eran muchas en realidad.
—¡Aaargh, mi cabeza! —dijo evitando la luz de la lámpara y de manera torpe consigue colocar su mano en su sien provocando un gesto de dolor—. ¿Qué me pasó?
—Pasó que eres muy entrometida en la vida de los demás que recibiste un buen escarmiento.
—¿Levi, que haces en mi habitación? —sus ojos trataron de adaptarse a la luz y observó en mis manos sus apuntes—. ¡Eso no es para fisgonear!, ¡regrésamelo! —trata de levantarse, pero, le es imposible todavía. Dejó de intentarlo y resopló por su intento fallido.
—No compares tu mugrienta habitación con la mía. —Sacudí su libreta—. Tengo derecho a saber que más dice, debido a que también soy el protagonista en este sucio y viejo cuaderno tuyo.
Me mira por segundos, suspiró y comenzó a observar lo que puede a su alrededor. Se detiene en mi semblante y dice:
—¿Tan culpable te sientes para permitirme estar recostada aquí?
—¿Aah? Si deseas puedo volver a botar tu sucio trasero afuera.
Comenzó a mover las extremidades, a palparse sus costillas y a tocar de nuevo su cabeza generando otra mueca de malestar.
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Levihan-Historias
FanfictionHistorias Levihan creadas a partir de los artes oficiales de SnK. Algunas se desarrollan en el universo de la serie, otros en un universo alterno. ¿Qué historia se contará a través de una imagen? Pueden descubrirlo. •Son variadas y algunas un poco...