Levihan-Historias

Retrato 2/2

Nota:
■Requiere discreción.
■Igualmente, una melodía o música sad para entrar en ambiente.

Disfruten, cómo siempre, leeré gustosa sus comentarios ♡

☁️

—¿Buscas a Levi? Te diré dónde puedes encontrarlo, si me regalas un pedazo de pan.

—¿¡Lo sabes!? No lo tengo, dígamelo por favor —el anciano, frustrado, trataba de mirarme bajo mi capucha. Dio media vuelta y me interpuse en su camino, se lo pedí nuevamente; no tenía más que unas cuantas monedas y él aceptó gustoso.

Seguí sus pasos lentos pero firmes por detrás. Mi mente comenzó a jugar conmigo: los sonidos huecos que se producían en el lugar, me hacían erizar la piel. «He estado en situaciones más temerarias», pensé y respiré profundamente; «esto no es nada», me mantengo alerta.

No aguanté el silencio en el lugar tétrico y comencé a interrogar a mi guía: preguntaba por su nombre, qué edad tenía, qué me dijera la razón del por qué regresar a este lugar, de qué se ganaba la vida. Cortó su paso.

—Eres curioso, eso a lo mejor irrite a algunas personas. El nombre es lo que menos importa cuando vives por debajo de los que tienen que comer y por lo demás, no te incumbe.

—¿Entonces cómo le podré agradecer si no sé cómo llamarle? —tomó su tiempo para contestarme.

—No lo hagas —miró hacia un lado y lo imité de igual forma: veía hacia la oscuridad—. Al hombre que busca, lo he escuchado en: "el cuerpo de exploración" o me equivoco. ¿Perteneces ahí?

—No responderé a esa pregunta —respondí firme, se burló de mí y asienta con la cabeza.

Continuamos caminando y toda su firmeza que tenía se vio opacada por la intranquilidad, me hizo dudar si conocía el lugar en donde estaba.

—Yo no quisiera meterme en problemas —su voz temblaba—, no conozco en donde se encuentra. Márchate, por favor. —La sangre se me heló. No recordaba cuando cambié de opinión sobre una persona tan rápido.

Comenzaron a salir de la oscuridad, giré rápidamente la cabeza para visualizar cuantos me rodeaban y detesté ese maldito parche.

Utilicé el equipo tomándolos desprevenidos, evitando un golpe seguro con una varilla, y me adentré más al subterráneo. Lanzaba las cuerdas sin ver bien en donde se aferraba la lanza. Sin tiempo a reaccionar, mi altura disminuyó drásticamente. Tras un duro impacto rodé sin voluntad y un temeroso insomnio me invadía.

Reaccioné ante la brusquedad y falta de aire que me proporcionó el tirón de mi capucha sobre el cuello.

—Veamos al desgraciado. ¡Ja Ja Ja, quien lo diría, pero si es una mujer! Estamos de suerte señores.

No eran hombres del subterráneo, a diferencia de ese anciano, que no estaba, eran de: complexión robusta, con extremidades fuertes, de altura considerable y de edad similar; son ladrones o traficantes, eso es lo primero que concluyó mi mente.

—Suéltenme ahora, soy la Comandante de la Legión de Exploración —dije tratando de no balbucear por la caída que tuve, me habían atado por detrás aprovechándose de mi estado.

—No conocemos a tal cosa, nunca nos han importado sobre esa mierda que se manejan en los muros. Llevas algo muy interesante. Caballeros —el hombre que tenía en frente hace unos chasquidos con su lengua, el cabecilla del grupo.

—¡No se atrevan bastardos! —la adrenalina fue suficiente para hacer reaccionar mi cuerpo.

Tal vez me vieron como una persona débil, y en sí, no sabían con quién estaban luchando. Pero eran demasiados, las manos deseosas de unirse a la batalla no pudieron y uno de ellos tiró de mi pie con frenesí en el aire, haciendo que viera estrellas en donde solo había oscuridad.