Hora del Baño 2/2

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Narra Levi:

Recorrí el pasillo hasta el baño tirando del cuello de su bata. Al doblar la esquina me topé con una de sus asistentes. Me sería de utilidad.

—¿¡Capitán!? —su sorpresa fue evidente, pues, no era usual encontrarme por ahí.

—Nifa, necesito que consigas ropa limpia y la lleves al baño —apunté con el pulgar detrás mío, ella se inclinó hacia un lado para observar mejor.

—¡Líder del escuadrón! ¿¡Qué le ha pasado!?

No tenía tiempo para dar explicaciones, así que me abrí paso para continuar a mi destino. Al no presenciar ningún movimiento de parte de ella, giré la cabeza y con una mirada la hice ponerse en marcha.

—¡Cómo ordene, capitán! —se retiró.

Al abrir la puerta del baño, salió una nube de vapor. Dejé preparando todo para el aseo de esta apestosa. Recordé lo repugnante que estaba y quise botarla sin compasión hacia la tina, seguramente el agua amortiguaría su caída, pero me detuve.

«Qué más da, mi ropa igualmente va a terminar sucia», suspiré rendido.

La recosté por un momento, para retirarme la chaqueta y enrollar las mangas de la camisa hasta por encima de los codos. Me incliné hacia ella para comenzar a desvestirla, no llevaba su arnés y eso me facilitó el trabajo. Primero, quité la bata de sus brazos, dejando esta ahí cómo sábana; luego, procedí a desabotonar su camisa y levantándola un poco se la quité, tenía una blusa blanca por debajo y decidí dejarla.

Retiré sus sucias botas y luego fui por el pantalón, titubeé un poco cuando mis manos se detuvieron cerca de su vientre. Miré su rostro de reojo para asegurarme que aún estuviera durmiendo: dormía plácidamente que incluso una pequeña gota de saliva salía de su boca semiabierta. Viendo eso, desaté el botón y con cuidado bajé la pretina. No era un pervertido para tocarla con morbo y mucho menos para aprovecharme de su estado, además: «solo hacía mi trabajo, era una compañera y no la miraba más que eso», lo repetía una y otra vez para centrarme en lo que hacía. Sujeté los extremos de su pantalón, lo deslicé y cuidé el no bajar esa pequeña tela negra. Cada roce que daba con su piel fue una descarga de choques eléctricos por todo mi cuerpo; fue una trayectoria larga.

Acomodé la ropa sucia en un cesto y me dirigí de nuevo a ella, pasé una mano por debajo de sus rodillas y la otra por su espalda terminando en su brazo, la cargué. Rogaba que nadie entrase y viera semejante escenario. Reconsiderando su estatura, no era pesaba, y como era de esperarse de los que pertenecemos a la legión, presentaba buen físico, y sus atributos femeninos no se hacían muy presentes por su musculatura.

Su cuerpo comenzó a tocar el agua y cuando mis brazos también lo hicieron, la solté. El agua cubría todo su cuerpo, a excepción de sus rodillas que sobresalían un poco y su cabeza que quedó apoyada en el filo de la tina.

—Cuando despiertes seguramente ni te darás cuenta que estarás limpia —volteé a tomar el jabón y un buen trapo que seguramente terminaría mugriento—. A trabajar —miré su cuerpo con seriedad.

Quité sus lentes y los coloqué en un lugar seguro. Me posicioné detrás de ella, me senté en un pequeño banco y tomé su cabellera: traté de sacar aquella liga pegada en su grasiento cabello, pero tuve que romperla. Coloqué jabón y comencé a frotar como si fuese ropa sucia. Después de cuatro lavadas quedó limpio.

Rodeé la tina junto con el banco, introduje mi mano en el agua en busca de la suya. Tomé de su muñeca estirándola hacia mí y comencé a frotar todo el extensor de su brazo hasta su cuello, hice lo mismo con el otro.

«¿Cómo es posible que se pueda ensuciar tanto? Es seguro que no se bañera incluso antes de la última expedición». Estaba muy molesto por la mugre que comenzaba a salir de ella, y tomé bruscamente su pie elevándolo para que quedara en línea recta. Descendiendo y limpiando llegué a sus muslos en una zona cercana a la ingle, me hizo reaccionar un ligero sonido y movimiento de su cabeza; pasé un poco de saliva, no podía continuar con lo que estaba a punto de hacerle ahí abajo. «Se lo dejaré a Nifa».

Levihan-HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora