Capitulo 7:Impulsos

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CAPITULO 7

Impulsos

Naruto abrió los ojos lentamente, se sentía profundamente relajado, no era para menos, hacia mucho tiempo que no dormía tan bien, perezosamente, trato de girar para acomodarse y dormir un poco más, sin embargo se percato de la suavidad inusual de su almohada, parpadeo un poco mientras su vista trataba de enfocarse sobre donde su cabeza descansaba, el sueño se le espanto de golpe a Naruto al darse cuanta de que estaba usando el pecho de Hinata como almohada. Su primer impulso fue apartarse de inmediato, pero se detuvo al darse cuenta que si se movía bruscamente ella despertaría, y no quería eso ¡Se veía tan linda durmiendo!

Cuidadosamente se movió, muy despacio, hasta que se coloco a un lado de ella, aun se encontraban muy cerca, el ojiazul miro con curiosidad a su hermana, cuando eran pequeños y dormían juntos era común que despertara en una posición muy parecida a la de esa mañana, pero no recordaba que se sintiera tan... ¿Cómo decirlo?... Tan... ¿Suave? ¿Mullido?. Su mirada se poso en el pecho de Hinata y comprendió al mismo tiempo que se ruborizaba un poco

No me había fijado que el pecho de Hina-chan había crecido... Y bastante...– Bueno, era normal ¿No? Él había crecido, así que era lógico que ella también, aunque... Pensándolo bien... Hinata lucia mucho más desarrollada que las demás chicas de su edad ¿Seria por eso que ese infeliz del Inuzuka se esforzaba tanto en llamar su atención? Esa idea le irritaba bastante. En ese momento Hinata se movió dormida, susurro algo que Naruto no entendió y de nuevo se quedo quieta, en ese momento el chico se quedo contemplando el rostro de su hermana.

A Naruto siempre le había parecido que Hinata era muy bonita, la única chica además de su hermana a la que él pudiera llamar bonita era Sakura-chan, sin embargo, si alguien se lo preguntara, Si, Sakura-chan era muy bonita, pero no tenia comparación con su querida hermana; la miro dormir, la delicadeza de sus rasgos era sencillamente exquisita, en cierta forma no podía culpar a Kiba por gustar de ella, pero ni aun con ese pensamiento disminuyo su rencor hacia ese sujeto. En ese momento se fijo en un punto especifico del rostro femenino que tenia delante: La boca. Era curioso como a pesar de que era su hermana gemela nunca se había fijado que los labios de Hinata eran realmente preciosos, finos, perfectamente delineados y con un tono rosado natural que los hacia lucir frescos y... Bueno... Tentadores. Antes de darse cuenta de lo que hacia Naruto se encontró rozando los labios de su hermana con uno de sus dedos, le agrado como se sentía, eran suaves, muy suaves y cálidos, inconcientemente su rostro comenzó a acercarse al rostro de Hinata mientras un pensamiento comenzaba a formarse en su cabeza ¿Cómo se sentiría tocar esos labios con los suyos? Sin duda debería ser una sensación muy agradable...

Se detuvo de golpe y se aparto bruscamente ocasionando que Hinata se moviera de nuevo dormida a punto de despertar, pero no lo hizo; por su parte Naruto se dio la vuelta rápidamente dándole la espalda a ella mientras se cuestionaba a si mismo –¡¿Pero que rayos era lo que iba a hacer?– Si alguien hubiera estado mirando se habría percatado de que el rostro de Naruto estaba completamente rojo, su respiración agitada y su expresión mostraba verdadero pánico –¿Estaba a punto de besar a mi hermana?... ¡No claro que no! Eso fue... Solo fue... ¡Un impulso! ¡Si, eso! ¡Un impulso! Y... Bueno... Es normal a mi edad ¿Cierto? ¡Iruka-Sensei me hablo sobre esto! La pubertad, los cambios, las chicas y un montón de cosas más... No tiene nada de malo, Hina-chan es muy bonita y yo estaba medio dormido... ¡Seguramente me imagine que estaba con Sakura-chan! Después de todo, los labios de Hina-chan son realmente tentadores... Hasta el Teme de Sasuke intento besarla ayer...

Ante ese pensamiento su preocupación se corto y fue reemplazada por furia al recordar el incidente. Él no era ningún tonto y lo había visto claramente, el rostro de Sasuke estaba a menos de 10 centímetros del de Hinata; nuevamente se giro para contemplar de nuevo a su hermana, si, estaba consiente de que tal vez sobreprotegía un poquito a su hermana, pero era normal, él era el mayor y era su deber cuidarla, además, también estaba conciente de que algún día llegaría alguien que tomaría un lugar muy importante en el corazón de Hina-chan, pero él se aseguraría que no fuese alguien indigno de ella. Y hasta que apareciera la persona que a él le parecería la más indicada para su hermana no estaba dispuesto a permitir que alguien usurpara el lugar en el corazón de Hinata que por derecho le correspondía a él, ni Sasuke-Teme ni el cara de perro de Inuzuka Kiba merecían estar al lado de su hermana.

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