|Capítulo O4|

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Quince años, mi relación con Jungkook era buena. Iba a casa, jugábamos con nuestro hermano y después de que Taehyung terminara agotado, él quería pasar el resto del día besándome y haciendo que conozca mi cuerpo.

Él sabe cuales son mis puntos débiles y yo conozco los suyos. Le vuelve loco que le muerda la oreja y a mí que me bese el cuello. Sólo nos provocamos y ya. Aún no quiero apresurar las cosas entre ambos.

Aunque sus padres como son de dinero, están planeando casar a Jungkook con una chica. Yo la conozco, porque una vez llegaron de sorpresa a su casa mientras jugábamos a las cartas.

La chica es muy hermosa, su cabello era un rubio ópaco y sus ojos eran grises con sus pestañas tan largas. Jungkook la miró confundido. ¿Qué hacía esa chica en su cuarto? Ambos nos lo habíamos preguntado.

-Disculpa -dijo ella, mirándome-. Tus padres me pidieron que viniera a presentarme. Me llamo Lisa y creo que soy tu futura esposa.

Yo me reí, la chica hablaba como si hubiera salido de una película de princesas. Sonando tan propia para su edad.

-Creo que te confundes -dije-. Él es Jungkook, yo Jimin.

Miró un poco desilusionada a Jungkook. La invitamos a jugar cartas. A Jungkook le molestaba que yo le explicara el juego. La chica notó sus celos y pensó que la estaba celando a ella, pero no era así.

Después de que ella se fuera. Jungkook me miraba molesto o sino me volteaba la cara. Se dio cuenta de mi rostro de cansancio y él sólo decidió reclamarme.

-¿Por qué le hablaste lindo? -preguntó furioso. Tiró sus cartas sin importarle que fueran a perderse.

-Sólo estaba siendo educado -dije confundido. Jungkook solía hacer esa clase de berrinches. Yo los detestaba, ni mi hermano menor hace esas cosas.

Jungkook se tiró a la cama y comenzó a llorar desconsoladamente. Él no quería perderme, era eso. No quería que lo dejara por una cara bonita.

-Tú eres mi cara bonita -le dije limpiando sus mejillas húmedas. Jungkook me abrazó. Por suerte, pude calmarlo, a veces cuando no puedo calmarlo, se encierra en su habitación y no me habla en tres días y después regresa diciéndome: "nadie nos separará".

Jungkook me amaba, más que cualquiera, pero habían veces en las que yo me hartaba de ese amor que me hacía creer.

Mi hermano me escuchaba cuando estaba triste, igual no podía ayudarme mucho pues tenía ocho años y seguía batallando con formular palabras al hablar, mi madre decía que Taehyung ya se había acostumbrado a hablar así y que era mi culpa por entenderle. Taehyung entendía cada que mamá me regañaba y eso le hacía sentirse inútil. Yo sé que Taehyung no puede hablar, porque veo que se esfuerza por querer hablar como yo. Mamá era tan estúpida.

Taehyung era el único que sabía de mi relación con Jungkook. A él le gustaba mucho vernos juntos, aunque Jungkook me besara a próposito delante de Taehyung para según marcar su territorio.

-¿Jungkook? -preguntó Taehyung desde la puerta. Ese día Jungkook no había llegado, ni yo sabía qué había sucedido. Se desplazó con su silla de ruedas a un lado de mi cama y me movió levemente. Yo estaba algo triste porque mamá, había llamado estorbo a Taehyung y yo le grité ganándome una bofetada, pero lo que me ponía más triste era que mis padres no vieran lo valioso que era Taehyung-. ¿Triste... por Jungkook?

-No -le contesté, iba a decirle lo de mamá, pero eso lo afectaría, me retracté y le sonreí-. En realidad, sí -me limpié los ojos-. Jungkook está algo distante.

-Jungkook vino ayer -dijo.

-Lo sé, pero lo extraño mucho -mentí. No lo extrañaba. Habíamos peleado de nuevo. Últimamente hemos estado peleando demasiado, porque llegó con su ropa llena de sangre y no me quiso decir de dónde salió eso.

Red (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora