Ella vivía en su teléfono. Yo la observaba desde la ventana de la Universidad. ¿Por qué siempre está sola? Ella no parece ser nada del otro mundo, sin embargo nunca habla con nadie. ¿Quién eres? ¿Puedes escucharme un momento y apagar tú teléfono? ¡D...
Suspiré. Solté todo el humo que yacía en mi boca y sin más apagué el cigarro.
¿Por qué todos los hombres son tan jodidos?
-Joanne, ¡¿Ya has traído lo que te he pedido?!
-Joder, Yeji, sólo es una boda. -resoplé- ¿por qué te esfuerzas en lucir tan perfecta?
-Eso suena muy fácil decirlo, pero lo dice la mujer solterona de la ciudad.
Negué riendo amargamente. ¿A caso mi hermana podía ser más insoportable? Con sus 24 años y sigue luciendo como cría de 3.
-Si no me interesa buscar una relación, definitivamente eso es asunto mío.
Sin más me levanté perezosamente del sofá, tomé la caja de cigarrillos del mueble del mostrador y el mechero.
-¿Vas a estar todo el día fumando?- volteé hacia ella y arqueé una ceja.
-¿Y tú, Hwang? ¿Vas a estar todo el día jodiéndome?
Sin más salí al balcón, encendí uno de los cigarros winston e inhalé todo el humo mirando la oscura noche.
Creo que debería comprarme un coche, así podría viajar bien lejos y emborracharme con mis amigos toda la noche.
Sí, definitivamente eso suena mucho mejor. Soportar todo el día a una miserable hermana no ayuda mucho.
Me fijé en el cielo, vi caer una estrella fugaz. Recuerdo que la última vez que vi una fue con mis 8 años en la piscina de mis tíos.
-Ah... -volví a inhalar el humo y lo solté lentamente entre mis labios- dios, líbreme de esta tortura...
Cerré los ojos, recargando mi cabeza en una de mis manos. Cansada, apagué el cigarro.
Sumergida en mi silencio, escuché una cantarina risa resonar por la calle. ¿Desde cuándo en esta jodida ciudad tan amarga hay tantas risas?
Levanté la mirada frunciendo el ceño, busqué por todos lados la culpable que rompió mi privacidad.
-Mmm... Ya veo.
Suspiré. La chica antisocial que pasa su vida frente a la pantalla. Ni siquiera sé su edad, pero desde la ventana de la Universidad, puedo verla cada día sentada en uno de los bancos de la plaza del frente. Y obviamente, con el puto móvil.
-No te cansas... ¿A caso no tienes amigos?
Chasqueé mi lengua. Sin más, volví a dirigir mi mirada al cielo.
-Hey, Joanne. ¿Me veo bien?
Me di la vuelta con desgana para ver frente a mí a una Yeji en un gran vestido blanco. En la cintura, con el lazo blanco que yo le había traído. Espero que nunca sepa que lo compré en el bazar de la esquina.
-Pareces la Cenicienta china.
Carcajeé y ella sólo me dió una colleja achinando más sus ojos.
-Tonta, te recuerdo que eres mi hermana.
-Ajá, sigues siendo china.
-¿Ah, sí?- posó sus manos en su pequeña cintura- Entonces no me iré a vivir con mi hombre y me soportarás toda la eternidad.
Fruncí el ceño e hice un pequeño puchero.
-No, por favor. Vete con él, pero a mí me dejas tranquila.
Ella tan sólo se puso a reír. Entró nuevamente dentro de casa y al cabo de unos minutos volvió con su camisón y un par de cervezas en sus manos.
Me dió uno de los vasos de cerveza y ella empezó a beber mientras miraba al cielo. Imité el mismo gesto que ella y sonreí un poco.
-Oye, ¿Esa es la chica que tanto observas? Pareces psicópata.
Carcajeé.
-Sólo siento curiosidad. Es muy extraña.
Ella sonrió, bebió otro trago y habló.
-Ella y yo estudiábamos juntas. Se llama Shin Ryujin.
Miré a la chica. Pelo corto, estatura alta, piel blanca, un cuerpo no demasiado delgado... Es atractiva.
-¿Ya no estudia? - Miré a mi hermana, la cuál seguía mirando a la chica.
-Es autora y profesora. No me acuerdo las materias que enseña.- me observó- Si buscas irte de fiesta con ella ya te puedes rendir, no le gusta eso.
- Ya veo.
Seguí analizando su figura. Ella seguía riendo mientras miraba su maldito teléfono.
-En fin, ¿Vamos a descansar? Falta una semana para mi boda y sinceramente no me apetece tener ojeras.
-Claro, Cenicienta. No vaya a ser que den las doce de la noche.- di unas palmaditas en su hombro mientras reía.
Ella abrió la puerta corredera para entrar nuevamente a casa. Yo, por mi parte, miré por última vez a aquella mujer.
Sin esperarlo, como si fuera causa del destino, sus ojos dieron con los míos, penetrándome sin piedad.
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Holaaa, éste es el primer capítulo. Espero que les guste, me estoy implicando mucho y garantizo total diversión.
Si hay algo que creen que puedo cambiar como escritora, no duden en decírmelo y lo tendré e cuenta.
![Apaga El Teléfono [Shin Ryujin] EDITANDO](https://img.wattpad.com/cover/234196953-64-k491826.jpg)