EXO One shot's yaoi (Lemon)

Taoris 😍

Hi~~~ 👋

He regresado con la última pareja de esta ronda de One shots y esta vez traigo una temática...¿rara? Un poco sí.

Esta basado en algo que le sucedió a una conocida de mi madre hace unos años, solo que yo lo he modificado y lo he vuelto yaoi 😉.

Y bueno, como no sé a quién dedicárselo pues...Te lo dedico a tí que lees esta locura mía 😊 jaja.

Espero que les guste. Sin más...comencemos.

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-No puedo creer esto, por Dios- susurró Tao de forma nerviosa para sí mismo sentado en aquella incómoda silla de plástico.

Su pie había cobrado vida propia y por más que su cerebro le ordenara detener los constantes golpeteos contra el suelo, este no se detenía.

Tao suspiró pasando las sudorosas manos por su cabello en un intento desesperado porque su flequillo desapareciera y le permitiera una mejor visión.

Levantó la cabeza y juraría que sintió un intenso mareo cuando notó por cuarta vez en los últimos diez minutos el lugar donde se encontraba.

Una estación de policía... ¡Rayos! ¡Él estaba detenido!

Detenido.

Esa palabra no salía de su cabeza porque él no había hecho absolutamente nada, o al menos nada malo que debiera ser penado por la ley.

Llevaba dos horas desde que lo habían traído en el coche de policías, para su suerte sin ser esposado o de lo contrario sería un golpe duro y difícil de superar para él por el resto de su vida.

Tao era inocente y eso era algo obvio, ¿acaso nadie podría creerle?

Mordiendo sus uñas con ansiedad sus ojos se enfocaron en aquel hombre que llevaba rato observándolo.

Estaba vestido de civil, pero por la confianza con la que se movía alrededor y la forma en que le hablaba a los oficiales presentes, Tao podía asegurar que era policía o quizás alguien del Ministerio.

Él solo necesitaba un alma buena que se apiadara de él y escuchara su historia sin juzgarlo o intentar culparlo.

Pero el hombre una vez más apartó la mirada y se adentró por una de las innumerables puertas del lugar.

-¡Huang ZiTao!- gritó un policía a lo lejos y el mencionado se puso de pie por inercia, mirando asustado al hombre que lo observaba a la distancia. -Venga conmigo, por favor- ni siquiera estuvo seguro de cómo llegó hasta el hombre cuando sus piernas se sintieron de gelatina, pero logró seguirlo por un largo pasillo hasta adentrarse en una habitación donde solamente había una rústica mesa en el centro.

También había un hombre vestido de militar y con aura escalofriante sentado en un lado de aquella mesa.

Con una simple mirada Tao supo que debía sentarse en la silla al otro extremo.

La puerta fue cerrada y se quedó a solas con ese hombre.

-Vamos a comenzar con el interrogatorio- avisó de forma segura y con voz sombría, buscando intimidar y lo estaba consiguiendo.

Tao tragó con dificultad y asintió de forma temblorosa.

Cuarenta y cinco minutos después, Tao estaba demasiado inquieto para continuar.

-Le dije que soy inocente- ya incluso había perdido la cuenta de las veces que había repetido la frase.

El hombre le disparó la misma mirada enojada y descontenta, porque él realmente creía que Tao tenía algo que ver con lo sucedido.