Inmortal [Y.M] [✓]

44

—¿Entonces fuiste un maestro reconocido aquí? —hablo.

—Así es. —sonrió. —era el más joven que todos habían visto.

—Wow. —tomó el vaso.

—Incluso tuve muchas insinuaciones. —lo vio.

—¿Pero no tuviste relaciones? —hablo.

—No. —negó. —en ese tiempo no había superado a Taemin así que seguía mal.

—Cuéntame sobre él. —dijo. —¿Cómo lo conociste?

—Estaba en el palacio de Jin hyung. —hablo. —en ese tiempo él ya me había adoptado como su hijo aunque para las personas éramos dos hermanos.

—Ya veo. —dijo.

—Una tarde yo leía el libro que él me había dado para mejorar mi lenguaje. —sonrió. —escuché un gruñido y corrí a ver.

—¿Te llamó la atención? —hablo.

—Al llegar lo vi su pierna rota y enfrente de él estaba un puma. —dijo. —por su pelaje supuse que era del viejo circo.

—¿Lo salvaste? —lo vio.

—Me tire encima del animal y lo mate. —miro al pálido. —creí que el chico gritaría o algo por el estilo, pero me sonrió y me dio las gracias.

—Te enamoraste. —susurro.

—Él era muy dulce. —hablo. —a veces me llevaba liebres para que las comiera o la sangre de los cerdos que mataba para vender su carne.

—¿A él lo marcaste? —lo vio. —¿Cómo lo hiciste conmigo?

—Pensé que no habría necesidad. —dijo. —pensaba convertirlo no importaba la marca.

—Ya veo. —susurro.

—Cuando se enteraron de lo nuestro. —dijo. —él fue la víctima y yo el que lo llevó al mal camino.

—¿Qué pasó? —hablo.

—La homosexualidad era castigada con la muerte. —sonrió con pesadez. —decidí junto con él convertirlo.

—No funcionó. —dijo.

—Los impuros como lo soy yo. —lo vio. —es raro que conviertan a alguien sin que muera.

—Tú tuviste suerte. —hablo.

—Lo sé. —hablo. —aunque yo quiera convertirte no quiero que te pase lo que le paso a Taemin.

—No necesitas convertirme para que yo me quedé. —le beso la frente. —yo lo haré siendo o no un vampiro porque mi corazón te pertenece.

Jimin sonrió y besó los labios de su pareja este le siguió el beso muy lentamente al separarse siguieron comiendo al terminar ambos lavaron los platos y fueron a la habitación.

—Tomaré un baño. —habló el pálido mientras se levantaba y tomaba una toalla.

—Te acompaño. —sonrió el peli naranja.

—¿Seguro? —lo tomó de la cintura.

—Si. —le dio un corto beso. —además no sería la primera vez que lo hacemos.

[...]

—Al parecer dejaron Corea señor. —avisaron. —parece que se fueron a otro país.

—¿Saben a cuál? —se giró.

—Aún los buscan. —lo vio. —pero se cree saber dónde están.

—Bien. —dijo. —Jane estará a cargo.

—Sí señor. —se levantó.

—Recuerda que lo quiero vivo. —hablo.

—Sí señor. —se levantó y salió.

—En serio piensa darle al humano a ella. —se acercó.

—Claro que no. —rio mientras se llevaba un cigarro a la boca. —ella es tan estúpida.

—Así parece. —hablo el otro.

—Ella solo será la víctima del enojo y la ira de Jimin. —sonrió mientras dejaba salir el humo.

—Entonces hará que él lo haga. —sonrió el otro.

—Efectivamente. —rio. —Park Jimin le destrozará la garganta a su banco de sangre.