Inmortal [Y.M] [✓]

51

Él abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba amarrado y con un trapo en la boca miró alrededores y se dio cuenta de que era un avión privado él miró como una chica se acercaba y se sentaba enfrente de él.

—Al fin despierto. —sonrió. —te voy a quitar el pañuelo.

—Tu zorra sucia suéltame. —se quejó el pálido.

—La única zorra sucia es Jimin. —lo vio.

—No te atrevas a hablar de él. —frunció su ceño.

—Vamos Yoongi, él es tan poca cosa. —se levantó y se sentó en las piernas del pálido. —yo puedo darte mucho más.

Yoongi levantó una ceja y la chica sonrió cuando ella se iba a acercar a besarlo él le dio un cabezazo lo que provocó que cayera al suelo.

—Solo demuestras ser una puta. —dijo. —sea lo que planees no me harás cambiar de parecer.

Ella se levantó molesta y lo tomó del cabello mientras enterraba sus uñas en sus mejillas pálidas.

—Jimin lo asesinaré. —lamió su mejilla. —y tendrás que servirme quieras o no.

—Primero me mató. —la vio seriamente.

Ella lo soltó mientras se iba dejándolo solo él se movía para intentar soltarse debía salir de ahí y buscar a Jimin aunque sabía que ya estaban lejos.

—Mierda. —se quejó el pálido.

Él iba en el avión iba molesto, pues al llegar donde su hyung, iría a buscar a los responsables de la desaparición de Yoongi y asesinaría a todos iniciando con la chica y terminando con el bastardo él llevaba lentes oscuros pues sus ojos se habían vuelto rojos por la ira que sentía. Cuando bajó hizo los papeleos y al salir los vio a todos, él al ver al menor se sintió un poco celoso, pero a la vez entendió el motivo se acercó y habló.

—Se pudo contigo. —dijo.

—Lucharemos para salvar a mi hermano. —habló.

—No, no lo harán. —vio al pelirrojo y luego a su mayor.

—Iré yo solo. —dijo serio.

—Jimin. —lo llamaron.

—Sé dónde están. —habló. —donde todo inició para mí ahí terminará.

—No puedes ir solo. —negó.

—Bien. —asintió.

Todos se fueron al auto él miraba al hermano de su pareja sonrió al ver que ambos si iban a estar juntos por siempre mientras él no suspiro frustrado, al llegar a la casa él se fue a encerrar mientras sacaba el cuchillo de plata y lo apretaba.

—Más te vale no tocarlo. —dijo. —porque te voy a mandar al infierno.

Él siguió alistando unas cosas para estar preparado, miró el anillo y lo tomó para ponérselo tocó su cabello recordaba cuando lo tenía largo miró su dedo y sonrió mientras miraba el lunar por la marca hecha con el pálido.

—No podrá tocarte. —sonrió. —no, si yo aún vivo.

Él salió y bajó debían de preparar todo para el ataque él les dijo los lugares donde podían entrar y salir.

—¿Estás seguro de que será ahí? —lo vieron.

—Lo sé. —los vio. —quiere que recuerde lo que alguna vez fui.

—Bien, partiremos mañana. —habló.

—No. —dijo.

—Pero. —lo vieron.

—Será en una semana. —los vio.

—Lo matará. —dijo el pelirrojo.

—No. —habló. —no lo hará a menos que yo esté presente.