LOS HIJOS DE LA SINGULARIDAD

CAPÍTULO 2

    Siento el agua recorrer mi cuerpo, fría como el hielo, me ayuda a despertarme. El sonido de las gotas chocar contra la base de la ducha es relajante para mí, podría quedarme dormida ahora mismo, pensé.

    Salí de la ducha y agarre una toalla, camine hasta la cocina y dejé preparándose un café. Volví a mi habitación y me vestí.

    Tomado el café pienso que hoy es el primer día trabajando para el señor Richard en el nuevo departamento. Espero que en esa área tenga más suerte con mis compañeros y podamos empezar de cero, me encantaría hacer algún amigo aunque solo sea uno.

    Miro el reloj, 7:05 am. Dejo la taza que contenía el café y salgo por la puerta de mi piso.

    El camino a FUSIÓN desde mi casa no es demasiado largo, son alrededor de 30 min andando. Utilizó ese tiempo para organizar mis pensamientos y observar los alrededores. Soy una persona muy puntual....demasiado, siempre llego antes que todos y hoy me pasara igual, pero no me importa.

La ciudad está rebosante de vida, gente y androides yendo de un lado a otro. Los edificios están cubiertos por pantallas led donde se retransmiten las noticias o nos bombardean con anuncios.

    Para llegar a los laboratorios tengo que pasar por la famosa Plaza de la Libertad, es aquí donde siempre toman lugar las manifestaciones de los humanistas. Normalmente, son pacíficos, pero desde que el director Lewis anunciara el proyecto del nuevo modelo de androide las manifestaciones se han vuelto más violentas, verbal y físicamente. Temen por su trabajo, los entiendo, pero eso no es excusa para destrozar androides por las calles más que nada porque pertenecen a alguien, un humano que ha pagado por ello.

Indirectamente, nos atacamos unos a otros atacando a los androides.

    Las fuerzas policiacas y jurídicas son las encargadas de evitar estos altercados, yo no tengo más que mi humilde opinión que no cambia nada, así que mejor parar de comerme la cabeza por cosas que no están a mi alcance.

    Llego a FUSIÓN, entro por las puertas giratorias. Un segurata me pide que deje todas mis cosas en una caja para posteriormente pasarla por los rayos x. Yo paso por el detector de metales, todo correcto.

Estas cosas siempre me ponen nerviosa aunque sepa que no llevo ningún arma.

    Me dispongo a coger mis cosas, pero el segurata habla.

- Lo siento señorita, pero si trabaja en la planta -7 no puede pasar ninguno de sus útiles personales - Yo me sorprendí y asentí, no quiero líos raros hoy.

-Vale...pero luego puedo recogeros ¿no? - pregunte asustada de que no puedo era recuperarlo.

- Claro, lo guardaré en el almacén. Por cierto, todas sus pertenencias ahora están en la taquilla 019. Asimismo, el director me pidió que le diera la nueva identificación -

- Gracias - Me despedí y continúe caminado hasta las taquillas.

    Con la tarjeta pude abrir la taquilla, allí está mi bata y mis notas que tome el día anterior. Me puse el uniforme y cerré la taquilla.

Mientras caminaba directa al ascensor una voz masculina me sobresalta y me llama.

- ¿Nova? - Era un hombre de un poco más joven que Fay. Era negro y alto, atlético y llevaba el pelo corto. Vestía de etiqueta debajo de la bata... en otras palabras un hombre atractivo.

- Soy yo... - dije abrumada.

- Hola, soy Owen Trace. El señor Richard me ha encargado personalmente que te muestre el laboratorio al que perteneces ahora, por favor sígueme - parece una persona amable.

- Encantada -

    Tras unos segundos de silencio pregunte - ¿Cuánto llevas trabajado aquí? -

- Unos 9 meses... lo sé, no es mucho tiempo, pero en mi defensa diré que la gente aquí no dura mucho. Creo que ya lo viste ayer...- dijo Owen

- Sí, me di cuenta...- dije con una media sonrisa. Al final, fue por esa repentina renuncia que yo estoy en el departamento.

- No pongas esa cara, seguro que tú eres más dura que ellos - reí ante esa afirmación. Owen parece un buen hombre.

- Si no es así voy a tener un problema - Owen se sonrío.

En mi interior tengo miedo de que me echen el primer día aunque no sería la primera vez. Aún recuerdo cuando trabajaba en un bar y le tiré una cerveza encima de un señor.

    Caminamos por el pasillo y entramos al ascensor. Todo plateado con botones de acero y luces. Owen pulsa la tecla -7 y se escucha una voz. Me sobresalto.

-Identificación- ¿era el ascensor el que nos hablaba?

- Es el protocolo, hay un gran control de quien entra y sale y con qué. Debes decir tu nombre, solo los que pertenecemos al proyecto podemos bajar....Soy Owen Trace -

- Acceso concedido,...identificación -

- Nova Cybrien - dije en tono alto y claro.

- Acceso concedido - El ascensor empezó a moverse.

    Las puertas se abrieron dejando ver un gran pasillo blanco con varias salas. Lo que me sorprendió es que la paredes de las salas o laboratorios de dentro eran de cristal, podíamos ver a todos trabajar a través de la "pared".

- ¿No hay paredes ...opacas?- pregunté sorprendida.

- No, aquí la intimidad es nula. Todo se ve y se sabe, a los de arriba no les gusta no saber que pasa en todo momento. Un coñazo, pero te acabarás acostumbrando.-

- Pues vaya...oye - hice una pausa - ¿en qué departamento trabajas?- soy muy tímida, pero tengo que conocer gente, sola no sobrevivo aquí.

- Yo soy del departamento de ingeniería, nos encargamos de que todo lo electrónico de los androides funciones correctamente, por así decirlo - Y yo que creía que hacía algo importante aquí.

- Joder, yo solo analizo el comportamiento- dije avergonzada pero riéndome.

- Hay gente con peor puesto, además eso tienen que ser divertido puedes ver a los androides en acción yo solo los veo tumbados -

- Yo estoy muy agradecida de esta oportunidad y si desde luego será entretenido.- contesté.

    Llegamos a mitad del pasillo y nos paramos. Owen se gira hacia mí y dice - Aquí es donde trabajaras, tendrás un compañero/jefe que vendrá luego- asentí.

- Tienes las instrucciones y normas en la tablet de la mesa, si necesitas algo más puedes contactarme desde ella. Ha sido un placer conocerte, espero que nos volvamos a ver- Estoy muy emocionada por haber conocido a alguien amable dentro del trabajo.

- Muchas gracias a ti y también quiero darte las gracias por ser tan amable conmigo. Hasta pronto- Sonreí mientras hablaba.

    Él se giró hacia la izquierda y continua por el pasillo hasta desaparecer. El pasillo es verdaderamente largo.

Entre al laboratorio número 22, el suelo y el techo eran blancos es como un hospital un poco horripilante a mi parecer. Dentro solo había una mesa con la tablet, unos armarios de metal empotrados al final donde se guardan los instrumentos de análisis y una mesa de acero con grifo en el extremo noreste de la sala. Supongo que para sentar a los androides.

    Me acerco a la mesas y agarro la tablet. Nada más desbloquearla me sale un mensaje diciendo "Hoy, día 15/06/5050, debes realizar un informe sobre las normas a seguir en todos los procedimientos dispuestos a continuación". La lista es inmensa, me voy a morir aquí. No entiendo por qué tanta norma.

- Hoy será un día aburrido- dije para mí