Capítulo 12

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-Debemos buscar otra manera sin exponernos tanto.

-Creo que lo mejor sería que cada uno se contactara con sus familiares.

-Definitivamente no. Hemos estados juntos por casi todo un mes, nos hemos cuidado entre nosotros. No nos dejemos solos ahora.

Ya no sé ni que es lo que están discutiendo, ni cuales son las posiciones de algunos, ni quién opina qué cosa.

-No pienso moverme de aquí.

-Yo no pienso quedarme...

-Creo que si llevamos un mes aquí – interrumpo alzando mi voz por sobre la de los demás – es por algo. En mi caso no recibí ni una llamada de mis padres, no tengo idea de qué les habrá pasado – me duele decirlo porque si lo sé – y a pesar de que Anne los llamó hasta el cansancio con mi portátil no respondieron. Tampoco devolvieron las llamadas. Mi portátil se quedó sin carga casi al segundo día, pero no es excusa, yo no me he movido de aquí. Ninguno de nosotros lo ha hecho – me hierve la sangre – Pero no pienso seguir quedándome aquí, se nos acabó la comida ayer y sinceramente no pienso volver a la cafetería por los imbéciles que nos encontramos la vez pasada, tampoco pienso traerme a alguien en la espalda seis pisos arriba de nuevo – Un silencio inunda el aula, pero enseguida continúo – Yo creo que lo mejor es que tomemos las riendas de lo que haremos a partir de este momento, y sinceramente si lo hacemos, creo que saldrá bien. Tengo un buen presentimiento de esto.

Miro a Alex de reojo y él a mí, sabe a lo que me estoy refiriendo.

-Opino igual que Sarah – lo oigo decir.

-Igual yo – se le une Audrey.

-Yo también – Dice Chris.

Luego Alison se une a lo que dije, luego Lorraine, después Helen, Chad, Bradley, Emily. Y ya que tengo el apoyo de los diez, los demás parecen más convencidos.

-Me gustaría estar en desacuerdo contigo – dice Anne – pero tienes razón. Pero tengo que preguntar, hacia dónde iremos.

-Creo que de los que estamos en esta aula, nuestra casa es la más cercana a la escuela. Podríamos ir ahí – le respondo.

-Aun así está lejos – arquea una de sus cejas.

-Lo sé – es lo único que logro decir.

-Si llegamos a un acuerdo y vamos hasta la casa de Sarah ¿Nos dividiremos como antes? – pregunta David.

-Creo que podemos tomar algunos automóviles que siguen en el estacionamiento – dice Alexander.

-Pero se necesita la huella digital del dueño del automóvil para encenderlo – replica Stephan.

-No siempre – sonríe Alex – Aprendí unos trucos cuando les pedía prestado los automóviles a mis padres ¿O tú crees que siempre andaba en bicicleta cuando me escapaba de ellos?

-¡Yo también sé! – dice Jamie – Mi hermano me enseñó a hacerlos funcionar, pero... – se sonroja un poco al darse cuenta de que habló en voz alta – pero... no sé manejar.

Alex le sonríe, le hace una seña para que se acerque a él y lo abraza. Mientras todos los ven, Alex simula tener el pelo largo y se lo echa para atrás. Nos saca una risilla a todos.

Usualmente los automóviles tienen cinco asientos, pero como queremos hacer esto rápido, para salir de aquí tendremos que movilizarnos de a ocho, así solo habrá que hacer tres grupos y no nos separaremos tanto. Cada grupo saldrá cuando vea al grupo anterior llegar al estacionamiento -que se puede ver desde el salón-; el primer grupo que saldrá está conformado por Audrey y Caroline, Christopher y Lilliam, Alexander y Jamie, Anne y yo. Saldremos primero porque Alex debe encender los tres automóviles; en el segundo grupo irán Bradley, Chad y Abril, Helen, Lorraine, Emily, Edward y Stephen y el último grupo lo componen Alison, Rachel, Kate, Kathleen, Joseph, Richard y David.

Jóvenes Supervivientes: Génesis [EN EDICIÓN x CREADORA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora