Capítulo 9

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-David – lo zamarreo suavemente – necesito que despiertes. ¡Pero ya!

Han pasado unos diez minutos desde que nos saqué de la cafetería y ya me estoy empezando a poner nerviosa. Golpeo sus heladas mejillas suavemente y muevo sus hombros con delicadeza para que logre despertar, pero no reacciona con nada. Mierda ¿Qué hago ahora?

-Si nos seguimos quedando aquí nos vamos a congelar – continúo hablándole – además me da la impresión de que se va a poner a nevar, no quiero quedar enterrada. Reacciona o te dejo aquí. Tú decides.

Me queda claro, nada de lo que haga va a despertarlo.

Al parecer los chicos de cursos más grandes que se adueñaron de la cafetería ya se cansaron de buscarnos. Solo espero que no vuelvan a buscarnos de nuevo.

-Bien David. Si no quieres ayudarme tendré que forzarte a ir conmigo – pienso un poco – Creo que es lo más estúpido que haré en toda mi vida. Cargar a alguien mientras subo hasta un sexto piso. Que alguien me ampare.

Se supone que vendría el grupo de Chris a buscar lo que haga falta. Bueno, pues yo y David hacemos falta en el aula, ¿cómo aún no se han dado cuenta? Quizás Bradley y las chicas aún no llegan al aula y por esa razón nadie ha vuelto por nosotros. Es lo más probable, solo han pasado ¿cuánto? Unos veinte minutos desde que ellos salieron de la cafetería. Pero, de cualquier forma, ¿por qué me hicieron caso con tanta facilidad cuando les dije que se largaran? Qué feo dejar tirado a dos de sus compañeros de la infancia. Bueno, ya me vale.

Bajo las piernas de David de la muralla y lo saco del refugio improvisado con latas de zinc. Levanto su cabeza y torso con cuidado, los afirmo en la pared y me pongo en cuclillas frente a él. Me coloco el bolso por delante, como si fuera una gran barriga. Tomo uno de los brazos de David y dejo caer su torso sobre mi espalda, y cuando puedo sujetar su otro brazo desde el otro lado, con un gran impulso lo subo por completo en mi espalda.

-Oh ¡MALDICIÓN! – regaño entre dientes – ¿Cómo alguien tan flaco y de mi tamaño puede ser tan pesado? Que horrible.

Le agarro el cinturón del pantalón y con otro impulso lo hago llegar aún más arriba, hasta que su cabeza quede al lado de la mía. Sujeto los costados de sus piernas para lograr agarrar su rodilla interna. Listo, ya está bien asegurado, no creo que se me vaya a caer. Ahora queda la parte más difícil de todas; ponerse de pie. Dejo caer todo nuestro peso sobre la muralla y me afirmo con el hombro, llevo toda mi fuerza hacia las piernas e intento levantarme. Siento una presión en mi cabeza y aprieto mis dientes para controlarla. Maldición, que complicado es esto. Una vez de pie me doy unos segundos para recuperar el aliento.

-Mira, idiota – le sigo conversando a pesar de que no pueda escucharme – me debes una del tamaño de un buque por no dejarte aquí tirado. Ya estoy cansada, no sé como mierda voy a subir seis pisos contigo encima, y mucho menos con la escuela en este estado. Ojalá no tenga más inconvenientes porque te juro que te mato a ti primero.

Comienzo a moverme y mis pies se hunden en la nieve hasta más arriba de mis tobillos. Es lo único que me faltaba, ya es complicado caminar en nieve y así es peor; esto se está pareciendo a una de esas películas antiguas que le gustaban a mi padre, en la que un grupo de alpinistas querían llegar hasta la cima del Everest, y bueno, no todo sale tan bien como se planea. Espero no tener un destino tan trágico.

Al pasar frente a la reja que da hacia el estacionamiento de la escuela busco a mi madre. No la encuentro. Pero el auto sigue ahí, con las luces encendidas y la puerta abierta. Ya no hay vuelta atrás. Así es como es ahora.

No he tenido inconvenientes de toparme con esas cosas. Me he demorado demasiado en subir solo tres pisos, además que hago demasiado ruido con cada pisada. Necesito descansar, me están tiritando las piernas, ya no resistiré otro escalón más, pero me da la impresión de que, si descanso unos minutos, después no podré levantarme solo con mi propio peso.

Jóvenes Supervivientes: Génesis [EN EDICIÓN x CREADORA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora