Un chico tocó el trasero de una de las meseras e inmediatamente se lo dije a Ethan que se encontraba de un humor de perros. Según lo que entendí, Mackenzie y él habían tenido una discusión después de que volviéramos del centro comercial y ella tuviera que ir a trabajar. ¿La razón? No la conocía y no era lo suficientemente impertinente como para preguntarla. Pero supuse que lo resolverían.
Ethan se dirigió hacia ellos y habló con ellos (quiero creer que amablemente) pero al instante se fueron, así que no podía saberlo.
Me gustó observar a la gente, probablemente si podía quitarle su puesto a Malcolm, quien, por cierto, me había dejado con Ethan mientras él iba a revisar a sus miembros VIP. Ellie se había ido más temprano con su nuevo novio, por lo que yo estaba vigilando el área de los mortales. Era bastante entretenido, y un cambio interesante, ya que realmente no quería convertirme en la chica que pasaba sus fines de semana bebiendo hasta altas horas de la madrugada.
Cuando Ethan volvió, se veía más molesto que antes. Se sentó junto a mí.
—¿Sabes que es lo más difícil que he hecho en mi vida?
—¿Luchar en la guerra? —respondí.
—No, mierda, eso fue sencillo. Salir con Mackenzie ha sido lo más difícil. La mitad del tiempo no sabemos si realmente nos queremos.
Golpeó la barra para llamar la atención de uno de los meseros y pidió una cerveza. No sabía si él debía estar bebiendo en su hora de trabajo, pero no dije nada. Sabía lo que era tener problemas de pareja.
—Las relaciones pueden ser complicadas.
Murmuró algo que no entendí y luego bebió toda su cerveza y pidió otra. En lugar de entregarle otra cerveza, el chico de la barra le dijo algo al oído que hizo levantar a Ethan de su asiento, con una maldición. Me miró.
—Vamos Gianna, te mostraré lo que hacemos por aquí cuando alguien comienza una pelea.
Caminamos hasta el lado contrario de la barra, donde dos meseras discutían acaloradamente, mientras que los clientes comenzaban a reunirse para poder verlas mejor. Supongo que eso no era bueno para el negocio. Una de ellas era Mackenzie, quien manoteaba, claramente muy enojada.
Ethan las hizo callar y caminar hasta la sala de descanso que estaba detrás, en una pequeña puerta escondida. Había sillones y un refrigerador con puerta transparente donde se veían bebidas energéticas. Era bastante lindo si me lo preguntaban, claramente se podía descansar ahí.
—¿Y ella que hace aquí? —Preguntó la otra chica, señalándome—, ¿la noviecita del mes quiere sentirse importante?
Casi me reí. Pero Mackenzie se abalanzó hacía ella, jalándole el cabello. Ethan las separó. Ganándose un golpe de codo por parte de Mack.
ESTÁS LEYENDO
Tone-deaf
RomanceGianna está pasando por una mala ruptura. Su novio y ella han tomando caminos distintos. Ella acaba de llegar a Irlanda con una beca para estudiar Literatura, además, es una reconocida booktuber. Pero su vida no es bonita, hizo cosas malas, cosas qu...