📚Abrí la puerta de mi casa notando de inmediato las cajas en la entrada.
Cerré la puerta y caminé directamente a mi cuarto dejando mis cosas en el suelo, me saque el buzo que tenía puesto y lo coloque en la ropa sucia.
Baje las escaleras escuchando rápidamente el sonido de los utensilios en la cocina, entre mirando a mi hermana y a mamá cocinando.
–Hola amor, no te oímos llegar ¿Cómo te fue? –Mi madre se acercó y me dio un beso en la frente.
–Bien mamá –Le sonreí y me acerqué a April que estaba intentando sacar algo del horno. –Déjame ayudarte –Me coloque los guantes y le ayude a sacar lo que parecía un postre de limón.
–Gracias Ángel, ya está todo, vamos a comer.
–Sí, está bien.
Los tres nos sentamos en la mesa cansados, oliendo la deliciosa comida al frente nuestro.
–¿Y? ¿Todo bien? –Me pregunto April.
–Digamos que me perdí varias veces para encontrar las clases –Suspire al recordar mi desesperación. –Sin contar la clase de matemáticas que no logre llegar.
–Buen día ¿Eh? –Se burló April.
–Dejando eso de lado, el día fue bueno.
–Tranquilo cariño, sabía que esto iba a pasar así que llame al secretario.
–¿Lo sabias? –Dije confundido.
–Por favor Ángel, todos saben aquí que eres un despistado y desubicado –Fruncí el ceño al escuchar a April.
Sé que era cierto ¿pero era necesario decirlo tan directamente?
–Me dijo que vayas mañana en descanso, te asignara un estudiante para que te enseñe todo.
Asentí y seguí comiendo.
Los minutos pasaron tras conversaciones amenas hasta que ya eran altas horas de la noche, agradecí y lavé los trastes para luego dirigirme a mi cuarto, cambiarme y dormir por ya cuarta vez en el colchón en el suelo.
A la mañana siguiente fue la misma rutina del día anterior, aunque esta vez mi hermana me dejo el desayuno echo en la cocina, pero ella no estaba. Era muy molestosa cuando quería y se burlaba de mi cada vez que podía desde que tengo memoria, pero también siempre se preocupó por mí y me cuido como mi propia madre, en los peores momentos me abrazo y susurro las palabras que quería escuchar.
Por eso la quería mucho.
Comí hasta lo último y me fui a paso veloz al instituto, al entrar busque rápidamente la clase de historia antes de que suene la campana, después de unos minutos llegue y me senté en la primera fila, justo a tiempo.
–Muy bien estudiantes–Entro rápidamente el profesor cerrando la puerta atrás suyo– formen los equipos de tres para anotarlos y puedan presentar el proyecto en seis meses. –Luego de decir esto el profesor saco de su maleta una libreta y comenzó a anotar.
Los demás comenzaron a unirse, mire a mis espaldas, me pare y camine hacia Catia para luego sentarme a su lado.
–Parece que nos falta un miembro –Mire a nuestro alrededor.
–No creo que nadie quiera ir conmigo –Se colocó un audífono.
–¿Por qué lo dices?
–¿No es obvio? Me tienen miedo –Se sentó firme y me miró fijamente. –¿Tu no?
ESTÁS LEYENDO
Tus Ojos Grises (GAY)
RomanceCuando ese misterioso chico de ojos grises es en lo único que puedes pensar. Solo ahí sabrás que estás perdido. 📚Historia completamente mía. 📚Contenido sexual entre hombres. 📚Si no te gusta por favor evita comentarios ofensivos.