–Y la rebelión se da después de la gran guerra, pagina 156 –Erwin sostuvo una de las páginas y la cambio a la siguiente –Para después hacer la unión de varios países y... ¿Ángel? ¿Me estas escuchando? ¡Ángel!
–Ah... si, perdón, estaba pensando.
–Últimamente piensas demasiado, esto no te ayudara con los estudios –Se acomodó los lentes –Tu mismo me pediste que te ayudara a memorizar y ni siquiera me estas escuchando.
–Lo siento, lo siento, continua –Sonreí frotando mi nuca y el prosiguió con su explicación.
De cierta forma, Erwin tenía razón, no dejaba de perderme en pensamientos y recuerdos que veían a mi mente, más específicamente de cierta persona.
El mundo cambiaba, el cielo, el suelo, el sol, todo parecía más bello y acogedor, sentía mis pies volar y mi estómago revolverse como si pequeñas mariposas volaran allí, era extraño y realmente me asustaba, pero al mismo tiempo me hacía sentir tan lejos de todo.
Caminando por el pasillo mientras escuchaba a Erwin, miraba a los demás estudiantes pasar a mi lado a montones, llevaban ropa holgada debido al excesivo calor que abrazaba el instituto mientras que otros traían sacos o abrigos que tapaban la piel de los brazos, y eso me incluía a mí, que llevaba un suéter negro encima.
Erwin, luego de repasar y explicar todo sobre las ultimas clases que no había entendido de historia cerro el libro y lo guardo en su maleta. –Bien, es todo, creo que con eso no estarás tan perdido.
–Gracias Erwin, que haría sin ti.
–Sí, sí, bueno. Deberías decirle a Catia que te deje atender, estos últimos temas son muy importantes, no deberías tomártelo a juego.
–Sí, sí, ya lo sé, pero aun que se lo diga ella no lo tomara enserio.
Erwin lo pensó por un momento y suspiro –Tienes razón.
Me reí tras su afirmación y voltee a ver a mi delante, ya habíamos salido por la puerta principal para ir a nuestras casas hasta que de pronto siento que alguien jala mi brazo, era Erika.
–Tengo que hablar contigo –Me dijo apenas conectamos miradas.
–Si... está bien. Adiós Erwin. –Me despedí y el asintió para después salir a la calle e irse por el camino de siempre. Había pasado cuatro días desde la última vez que la vi aquel día en el ensayo –¿Qué pasa? ¿Es algo importante? –Sonreí.
–Es... Em...
–¿Qué?
–¿Recuerdas ese día que te fuiste con Dante?
–¿Cuándo iban a ensayar? Discúlpame, no era mi intención entrometerme, por mi culpa no pudieron ensayar.
–No... no es eso –La escuche balbucear, no lograba entender por qué estaba tan nerviosa.
–Anda, dime, ¿Viste... Viste algo?
–De echo... –De repente se escuchó el pito de una moto no muy lejos de donde estábamos, regrese a ver y era Dante estacionado mirándome claramente esperando que vaya y me suba como lo había hecho todos estos días. Regrese a ver a Erika esperando a que hable. –Olvídalo, te lo diré otro día, ve.
–¿Qué? Claro que no, dímelo ahora.
–Está bien, no es nada importante.
–¿Estas segura? –Pregunte preocupado.
–Sí, sí, ve.
Me quede unos segundos mirándola para luego suspirar –Está bien, te veo mañana. –Acomodé mi mochila en el hombro y me fui a paso lento hasta donde estaba Dante.
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Tus Ojos Grises (GAY)
RomantizmCuando ese misterioso chico de ojos grises es en lo único que puedes pensar. Solo ahí sabrás que estás perdido. 📚Historia completamente mía. 📚Contenido sexual entre hombres. 📚Si no te gusta por favor evita comentarios ofensivos.