Tus Ojos Grises (GAY)

10. Eres mío.

Caminaba por los pasillos en dirección a mi siguiente clase, entre al salón y me senté tirando mi mochila a un lado.

–¿Cómo te fue en la fiesta? –Pregunto Alexa a mi lado. –¿La disfrutaste?

–Fue extraña –Suspire mirando el pizarrón.

–¿Besaste chicas? ¿Cuántos culos apretaste?

–Catia, no todo gira entorno a morbosidades –Dijo Alexa escribiendo en su libreta.

–Bueno...

–¿Eh? –Catia se acercó desde atrás–¿Tocaste culos? ¿¡Enserio!?

–Señorita Catia, le agradecería que haga silencio, estamos en clase –Hablo el profesor.

–Perdón.

Se dio vuelta y siguió dando clase.

–Pensé que eras inocente, pero al parecer no –Me susurro Catia.

–Pero que estás pensando, claro que no toque nada, más bien me... Ah, olvídalo –Regrese a ver al profesor.

La clase paso como siempre, con los chistes morbosos de Catia y sin entender nada de lo que explicaba el profesor, estaba a punto de acabar hasta que el profesor se giró y volvió a hablar.

–Muy bien chicos, se hará un discurso sobre la problemática de la actualidad, así que necesitamos un voluntario para que se presente en dos semanas frente al instituto y los concejales ¿Alguien esta dispuesto?

De repente Alexa se paró levantando la mano –Propongo a Ángel, es realmente bueno hablando en público.

–¿Que? –Murmure desconcertado.

–Es cierto, hablaste muy claro y genial en esa exposición –Hablo una compañera a mi lado.

–Sí, Ángel es bueno –Apoyo otro compañero

Los demás comenzaron a apoyar la idea y yo me quede sin nada que decir mirando al profesor.

–¿Deseas hacerlo Angel?

–Amm sí, claro –Dije sin otra opción, no podía decir que no después de recibir tantos halagos, me sentía muy conmovido.

–Muy bien, entonces hablaremos la próxima clase, ya pueden salir. –Todos comenzaron a salir, algunos pasaron felicitándome.

–Gracias Alexa –Dije sarcástico.

–No es nada –Sonrió y suspire, era tan buena que no podía enojarme, ella era así después de todo, termine por reírme y salir del salón.

📚

Después de un largo día de clases salí de la última cansado, no había visto a la banda en todo el día ni tampoco a Dante, no estaban ni en el salón de música ni en descanso, era como si hubieran faltado.

Salí del instituto bostezando, el calor era infernal y realmente era muy agotador. Pasé por la puerta principal para irme caminando a casa, pero en eso vi a Dante apoyado en la moto en la calle cruzado los brazos, con unas gafas de sol y mirando en mi dirección.

Me acerque dudoso– ¿Qué haces aquí? ¿Faltaste a clase?

–Quizás.

–Tampoco vi a Erika, ni a los otros ¿También faltaron?

–No suelen ir a clase después de una fiesta –Dijo dándose la vuelta y tomando el casco –Ten y sube.

–¿A dónde vamos?