Hoy es 31 de Diciembre. Son las 23:58. Estoy en su casa y él me está abrazando por la espalda.
Encima de la mesa rebosa un plato con 24 uvas peladas. Pronto empezarán a sonar las campanadas y sinceramente, no encuentro ninguna manera mejor de empezar el año que a su lado.
TIN. Se repetía 12 veces, a cada una comía una uva y giraba la mirada hacia su cara. Estába realmente adorable con la boca abarrotada.
Cuando terminó el repiqueteo del badajo contra la campana comencé a reir. Estába haciendo grandes esfuerzos para conseguir tragarlas.
Finalmente lo consiguió, me besó y me susurró al oido: "Feliz año nuevo". Sonreí, le besé y le dije: "Te quiero".
Me parecía bonito que la persona que me hacía sonreír fuera la primera que se llevase mi primer te quiero de 2015.
Acabamos viéndo una peli, con pizzas. Entre mordisco y mordisco, algún bocado y muchas, muchas sonrisas.
Sus dedos se precipitaban por mi espalda, de arriba a abajo. Cuando se cansaba, acariciaba el costado. Me abrazaba por la espalda. Besos en el cuello. Me descontrolaba.
Y viajaba, cada vez que me besaba, a un lugar remoto y totalmente desconocido. Ida sin retorno y felicidad sin mirar atrás.
Me hacía sentir libre, aunque estuviera atrapada entre sus brazos y pérdida en sus ojos. Volaba cada vez que veía esa sonrisa, que a besos, me mataba.
Estuvimos toda la noche ignorando la película, sólo existíamos él y yo. Aún mejor, nosotros.
A las dos de la mañana sonó el timbre y el eco retumbó por toda la casa. Nos pareció bastante extraño, aún asi. fue a abrir.
Me levanté al ver que no regresaba. Estába parado frente a la puerta. ¿Qué había pasado? Observé un poco más.
Era mi padre. Estába ahí. Furioso y lleno de rabia. No, hoy no, no me iba a arruinar el día.
–¿Qué haces aquí? -Pregunté
–He venido a felicitarte el año nuevo cariño, y a llevarte a casa, donde deberías estar. -Respondió
–No me iré, él me hace felíz, tú tan sólo me haces daño. -Me fuí de alli dirigiéndome al sofá.
De repente noté como alguien me cogía de la mano. Y me susurraba al oido: "Te quiero. Eres lo mejor de lo vida. No te vayas nunca" Me giró y me besó.
Pero entonces otra persona me agarró del brazo haciendo que me soltara bruscamente.
¿Por qué no podia dejarme en paz? ¿Por qué no me deja ser feliz de una maldita vez?
Tu te vienes conmigo a casa -Dijo apretandome cada vez más fuerte.
¡No! Mi casa está aquí, con él -Grité cansada.
Entonces mi padre le agredió, pegó un puñetazo y continuó dándole patadas en el costado.
Traté de detenerle pero me dió. Caí y mi cabeza golpeó contra el suelo.
Oía voces, pero no conseguía despertar. ¿Qué ocurría? Sólo escuchaba su voz y no era muy tranquilizadora que digamos... ¿Qué me pasaba?
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Atrapada en el espejo
PoesiaHay alguien reflejada en el espejo, alguien que se parece a mi.