Les contaré una historia corta la cuál muchos han escuchado y otros no. Hay ciertas cosas que no suelen mencionarse, así que me tomaré la tarea de mencionarlo para ustedes.
La historia que relataré hoy es sobre el hilo rojo del destino. Se dice que todo el mundo nace con un hilo rojo atado a su dedo meñique el cual no se puede ver, ese hilo está conectado con otra persona y sea quien sea esa persona es con la que estarás destinada a estar durante toda tu vida.
Ese mismo hilo rojo, puede estirarse, acortarse, enredarse, más no puede romperse.
Hay una corta historia la cúal cuenta que muchos años atrás, en un reino no muy grande, la historia pasaba de boca en boca por los pueblerinos. Se rumoreó que había una anciana, a la cual tachaban de ser bruja, se decía que esa bruja tenía el poder de ver aquellos hilos rojos.
Un avaricioso heredero al trono había escuchado hablar sobre ese tan fantástico hilo y sobre la tan famosa bruja; por ello, le ordenó a sus soldados ir en su búsqueda. Cuando la anciana fue llevada a los pies del príncipe, el mismo príncipe le ordenó ser llevado donde su pareja destinada; la bruja, sin alguna otra opción, no hizo más que acatar la orden.
Al salir al pueblo y después de un rato de caminar, la bruja se detuvo frente a una señora quien cargaba a una linda niña de apenas 4 años.
— Aquí termina su hilo, su Majestad. – Declaró la anciana con la mirada puesta en el suelo.
El príncipe miro a la señora con la bebé en brazos, incrédulo y creyendo que le llamaban estúpido, exclamó.
— ¡¿Acaso te parezco un estúpido?! – Gritó captando la atención de los plebeyos.
La anciana no se molestó en exaltarse y con calma respondió.
— Claro que no jóven príncipe, esta pequeña niña, en un indeterminado futuro, será su reina. – Dijo con la mirada fría hacia el heredero aumentando su enojo.
— ¡Patrañas! – Exclamó.– ¡Eres una maldita estafadora!, ¡Quitarla de mi vista, matarla! – Ordenó.
Los soldados que lo escoltaban, solo obedecieron ante la orden del príncipe llevándose a la bruja, quien sin resistirse se dejó arrestar por los soldados.
— Esta mocosa jamás estará a mi lado. – Al decir aquello, empujó a la mujer que tenía a la pequeña niña en brazos.
La mujer aun sin entender lo que pasaba, dejó caer a la pequeña por el empujón haciendo que la niña se golpeara la cabeza abriéndole una pequeña herida en la frente. El llanto de la pequeña se escuchó por el pueblo; la madre, desesperada, la tomó de nuevo en brazos para tratar de calmar su llanto.
El príncipe, irritado por los gritos y la estafa de la anciana se fue del lugar dejando a la mujer sin querer saber nada de ella y su patética hija.
El tiempo pasó y el rey del pueblo murió a causa de una enfermedad mortal, eso hizo que el príncipe tuviera que despojar a una mujer para poder heredar el trono; así que, sin algún otro remedio, ordenó traer a las 10 mujeres más bellas del reino para poder elegir a una esas doncellas.
Entre esas mujeres, había una chica de cabellos rubios como el oro puro, ojos azules cual cielo y piel pálida y tersa que parecía porcelana. Una chica hermosa a la vista del del avaricioso príncipe; ella fue la elegida.
La boda no tardó en llegar, la ceremonia estaba dando fin, solo faltaba que la novia se quitara el velo para terminar con un beso que los uniría como pareja oficialmente. La chica alzó su velo dejando su hermoso rostro con un maquillaje natural que cubría algunas inexistentes imperfecciones; sin embargo, hubo algo que el maquillaje no pudo ocultar por completo.
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¿Hilo rojo del destino? ¡Es una estupidez! [Spartor]
Fiksi Penggemar¿Has escuchado sobre el "Hilo Rojo"?. Se dice que el hilo esta atado en el dedo meñique desde que nacemos con la intención de conectarnos con la persona que estaremos destinados a estar por resto de nuestras vidas. Hay quienes deciden creer sobre es...