Capítulo 12

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- ¡Eres un completo idiota! ¡Cómo se te ocurrió hacerle eso a LuHan en su propia casa!

-Hermanito. Tranquilo. Quería divertirme un poco. Lo vi y no pude evitarlo.

-Pudieron darse cuenta y estarías en la cárcel. ¿Qué diablos estabas pensando?

-Está más guapo de lo que lo recuerdo. No me equivoque cuando te dije con el paso del tiempo se volvería más atractivo en toda la extensión de la palabra. – Lo miro enfurecido.

- Atractivo o no pudo haberte costado un escándalo. – Hago una pausa recordando lo que LuHan me dijo en aquel entonces.

"¡TaeMin abusó de mí! Por favor, tienes que creerme"

- Ya no tiene catorce años. No está solo. Él es el novio de SeHun. El hombre que me gusta. – Le digo mientras me siento al borde de su cama. Su expresión es de diversión.

-Así que ese es el nombre de ese bastardo.

-¿De qué hablas? – Le quito el cigarrillo que acaba de encender y le doy una calada.

- Justo cuando estaba a punto de conseguir lo que deseaba, apareció un tipo. Él es el responsable de que aún tenga las costillas fracturadas.  – Me atraganto con el humo.

-¡Qué!  -Volteo a mirarlo.

-Él me golpeo. Es un tipo rudo. Me golpeo hasta casi dejarme en la inconsciencia. LuHan le dijo que se detuviera y yo fingí estar desmayado. El muy hijo de puta volvió a golpearme antes de llevárselo.

-Ahora comprendo por qué tantas preguntas sobre mi familia. Él sabe que eres mi hermano. ¡El estúpido de LuHan debió de habérselo contado! – Le grito mientras me pongo de pie. – Es por eso que se ha vuelto distante y sólo me habla lo necesario. ¡Cómo pudiste hacerme esto! ¿Para eso volviste? ¡Para arruinar mi vida!

-Por favor deja de ser no tan dramático. Ese don nadie no te conviene. Te he hecho un favor alejándolo.

-He intentado ganármelo de cualquier forma y tú has echado a la basura todos mis esfuerzos con tu calentura de una noche.   – Me paseo por su habitación como león enjaulado.

-Lo cierto es que quiero a LuHan para mí. A costa de quien sea. Tu "amorcito" es un obstáculo y tú puedes ser quien lo quite del camino.

-¿Qué quieres decir? – Volteo a mirarlo.

-Podemos hacer una alianza. Yo me quedó con LuHan y tú con el hijo de puta ese.

-LuHan no va a caer esta vez. Conoce el tipo de hombre que eres.

-Eso no es asunto tuyo. Enfócate a quedarte con el chico, lo demás es asunto mío – No se lo que estoy a punto de hacer, pero me siento como si estuviera vendiendo mi alma al diablo.

-Solo una cosa.

-¿Qué? – Camino hasta donde está.

-Prométeme que no le harás daño a ninguno de los dos.

Una sonrisa cargada de malicia se forma en su cara. - Hermanito ¿Aún te remuerde la consciencia? – Lo miro detenidamente.

-Prometelo o no hay trato – Lo miro desafiante.

-De acuerdo, de acuerdo. No tienes que ser así, somos hermanos, te doy mi palabra de que no les haré daño. Mientras hagas bien tu parte y lo alejes de Hannie.

-Tenlo por seguro. – Me voy vuelta y abro la puerta. – TaeMin. – Voltea a mirarme- Sólo por si se te olvida lo que acabas de prometerme. Debes saber que conozco tu secreto. Sé por qué te fuiste a Japón.

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