Capítulo 14

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La luz se filtra por la ventana, lo que me hace saber que ha amanecido. Paso la mano por la cama para buscar a LuHan y no lo encuentro.  Me incorporo de golpe y siento que la cabeza va a estallarme. Los efectos de todo el alcohol que ingerí no han pasado completamente y la luz no ayuda mucho.

-Buenos días dormilón – LuHan abre la puerta y camina hacia mi. Parece una persona distinta a la que vi ayer. Trae el cabello húmedo y se ha cambiado de ropa.

-¿Qué hora es? – Me da un vaso con jugo de naranja.

-Once y veinticinco de la mañana.

-¡Rayos! Estoy más que tarde para ir a trabajar – Intento levantarme.

Pone su mano en mi hombro - ¿Cómo te sientes?

-La cabeza va a reventarme. -Cierro los ojos por instinto.

-Te entiendo – Abre el cajón que está en la mesita a lado de su cama y saca unas pastillas.  – Toma, esto te ayudará un poco. – Lo miro un poco desconfiado. – No intento matarte si es lo que estás pensando, son para el dolor. Sé lo que te digo, tómalas, te sentirás mejor.- Las tomo y sólo me observa. – Bien, date un baño, el desayuno está casi listo.

- Tengo que ir a trabajar, tu padre va a ponerse furioso si ve que no he llegado.

-Oh, eso -Me mira divertido - No te preocupes, lo he llamado y le he dicho que estas enfermo. Dijo que no habría problema que te tomaras el día y te recuperas. También me dijo que posiblemente era el estrés que has pasado los últimos días el que estaba haciendo efecto.

-Exagera- Evito mirarlo - No estoy estresado por el trabajo -Intento sonar sereno - Sólo que no he tenido una buena semana, es todo.

-Lo sé - Lo veo caminar hacia la puerta - Y por eso ahora te ducharás y cuando termines vendrás a desayunar ¿De acuerdo?

Sale y hago lo que me dice. Parece irreal lo que acaba de suceder. Él y yo teniendo este tipo de conversación.

+++

Entro a la cocina y veo el desayuno en la barra.

-Espera, voy a llevarlo a la mesa. - Dice cuando me ve entrar a la cocina.

-Está bien, comamos aquí. -Respondo.

Comienza a servir el jugo y después lo que ha preparado: huevos revueltos con tocino. Observo lo demás, pan, café, y fruta.

-¿Lo has preparado tú? – Pregunto mientras me da el plato con comida.

-Sí. No he cocinado desde hace mucho tiempo, así que espero que sepa bien.

-No sabía que cocinabas.

-Observaba como lo hacían. Después comencé a pedir que me enseñaran, cosas sencillas. Nada que no pudiera hacer, hasta que perdí el interés.

-¿Por qué?  - Pregunto mientras tomo un bocado. No sabe mal, de hecho esta rico.

-Porque ya no había quien me enseñara. ¿Quieres un poco más?

-Está bien asi -Digo mientras mastico - ¿No vas a comer?

-Comi fruta hace rato, no tengo hambre. -Me mira.

- Por eso estás tan delgado. Deberías probarlo, no sabe mal.

Suelta una risa - ¿Eso es un cumplido? – Sonríe y toma un poco de café.

-Algo así ¿Me sirves café? -Pido mientras tomo una de las tazas.

-No, nada de café. El jugo es lo único que beberás o leche, pero café no. – Hace un puchero y luce tan dulce.

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