Llegamos al apartamento y LuHan no ha dicho nada. Tampoco creí correcto preguntar. Me he puesto el pijama y él no ha salido de su habitación. Me acerco a su puerta y toco. No escucho nada. Vuelvo a tocar y abro la puerta. Lo veo sentado con las piernas dobladas contra el pecho. Su mirada está perdida.
Un sentimiento que no logro reconocer invade mi corazón. Quiero abrazarlo y consolarlo pero me detengo al pensar que no sería muy propio de mí hacerlo. No puedo dejarme llevar por mis sentimientos. Sobre todo porque él se daría cuenta de mis verdaderos sentimientos.
Me acerco y me siento al borde de la cama. Noto que su cabello está húmedo. Aún tiene la bata de baño. Por la poca luz que brinda la lámpara que esa a lado de la cama veo su labio partido y un ligero moretón en el mentón.
-LuHan ¿Necesitas algo? – No contesta. Entiendo el mensaje. – Esta bien, me iré – Me levanto para salir y lo escucho hablar.
-¿No vas a preguntar quién era? – Claro que quiero saber quién era ese hijo de puta y cual su relación con él. Sin embargo, le miento.
-No. Solo vine a ver si necesitabas algo. Estaré en mi habitación. Descansa. – Avanzo hacia la puerta y su voz me detiene.
-SeHun - Volteo a verlo – Gracias – Sus ojos ya no están llorosos pero están tristes.
-No agradezcas. Aún no he terminado contigo. -Me volteo- Sabes de lo que hablo – Tengo que poner tierra de por medio. Esto no cambia los planes que tengo sobre él. Seguiré siendo el mismo. Sólo por hoy lo dejaré en paz.
-Lo sé. Tampoco yo. Sólo que esto complica las cosas. - Hace una pausa - Ha regresado. No va a dejarme tranquilo y a ti tampoco - De acuerdo. No aguanto más. Quiero saberlo todo.
-¿Quién es? No lo reconocí – Su expresión es de sorpresa combinada con burla.
-Qué raro. Entre animales se reconocen. - Su voz es de burla - Pero si eso no funcionó por lo menos tu amor ciego por Kai debió haberlo hecho.
-¿Qué tiene que ver Kai en todo esto? – Pregunto mientras camino de regreso para sentarme al borde de su cama. Echa la cabeza hacia atrás y suspira.
-Es su hermano mayor. TaeMin. Hace tres años y medio se fue a vivir a Japón pero al parecer su estancia allá ha terminado – Cierra los ojos y se queda en silencio. Intento asimilar lo que ha dicho. Kai nunca mencionó tener un hermano mayor. Lo que me hace recordar que nunca me ha hablado de su familia.
-¿Cuál es tu relación con él?
-En ese tiempo, yo comenzaba a experimentar los cambios de la adolescencia. Lo conocí en una de las fiestas a las que asistíamos. Era muy joven y me dejé envolver por sus encantos. Creí que estaba enamorado de mí y podría decirse que fue mi primer amor - Comienza a reírse – Kai y yo éramos amigos. - ¿Amigos? - Una noche me quedé a dormir en su casa. Desperté sediento y baje por un poco de agua. Lo encontré ahí sentado y al acercarme me di xuenta de que estaba ebrio. Comenzó a besarme desesperadamente y cuando quise detenerlo me golpeo. Terminó abusando de mí. Le suplique que no lo hiciera pero fue inútil. Cuando le conté a Kai lo que hubo pasado no me creyó. Me dijo que era un mentiroso y que de ser cierto yo hube tenido la culpa. Entonces dejamos de hablarnos y me alejé de ellos. Mis padres nunca supieron lo que pasó. Aún siguen sin saberlo. En otra ocasión intentó hacerlo nuevamente sin éxito. Aquella vez entró a mi casa pero gracias a una persona que trabajaba en ese entonces pude escapar. - Se queda en silencio - Poco después de eso me enteré de que se mudaba a Japón. Tenía miedo de que no me creyeran. Así que opte por intentar olvidarlo. Hasta que te conocí y repetiste la historia.
Esto explica un par de cosas pero aun no entiendo porque Kai no me ha dicho que LuHan y él se conocían y habían sido amigos. Kai tampoco es la persona que creia y ese bastardo que tiene por hermano, jamás hubiera sabido de su existencia si no hubiera pasado lo de esta noche.
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MIÉNTEME
FanfictionTítulo original: Miénteme Autor: Ana MA Pareja: HunHan Género: Angst, drama, lemon Estado: Concluido Extensión: 16 capítulos Advertencias: +18 (Uso de lenguaje obsceno, violación) En este mundo nada es lo que parece, ni el negro es negro, ni el blan...