Capítulo 19

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Había besado a Severus Snape. Había besado a Severus Snape en los labios. Había besado a Severus Snape en los labios... y no sintió nada.

Esa última parte era lo que más preocupaba a Harry, quien no podía entender que después de todo siguiera en esa burbuja aislada en el que los únicos sentimientos que parecían tener lugar en su interior eran el miedo y la ira. Tal vez algunas veces otro sentimiento intentaba colarse, pero era de manera tan leve que en realidad era como si no existiera en lo más mínimo. ¿Tan mal estaba como para no sentir aunque fuera vergüenza por el beso que le dio a Snape antes de marcharse de la casa? Bueno, en realidad debía admitir que lo que le dio a Snape no podía llamarse beso propiamente, había sido más bien algo parecido a un asalto, totalmente descuidado ("Y doloroso", pensó tocándose los dientes delanteros con los dedos), incluso peor que aquel beso que le diera a Cho cuando estaba en quinto año, pero era porque quería hacerlo antes de que el hombre pudiera frenarlo de alguna manera o incluso arrepentirse de querer probar su teoría.

Esa era otra cosa que también debía admitir, no había besado a Snape porque el hombre le atrajera sino para probar una teoría que le venía rondando en la cabeza desde los últimos días. Había empezado exactamente una semana atrás, cuando se dio cuenta por primera vez que pensaba en Severus y Gideon como su familia; en ese momento recordó la última charla que tuvo con Remus, cuando el hombre le aconsejó intentar reconciliarse con la idea del enlace que tenía con Snape, algo que si bien no había elegido por propia voluntad para su vida era indestructible, y no se borraría sólo por ignorarlo. Harry había desoído ese consejo porque cada vez que pensaba en el tema le hacía sentir enfermo, prefiriendo enfocarse únicamente en aceptar y querer a Gideon como su hijo.

Pero ya no podía seguir pateando el tema hacia delante, ni esconderlo como si no existiera, ese mismo día muchas cosas cambiarían, incluso posiblemente jamás iba a poder ver un nuevo amanecer otra vez, sólo tenía ese momento para aceptar o rechazar lo que le tocó vivir, y él había decidido aceptar; aunque el alivio del vacío que le pesaba en el pecho sólo durara un par de horas antes de morir, estaría bien.

Sin pensarlo más, Harry le pidió a sus amigos que le esperaran fuera de la casa, y entró a la habitación de Snape. Contempló por largos segundos aquella imagen que le recibió, como si estuviera intentando guardarla en su retina: Severus con el pequeño Gideon sobre su pecho, ambos durmiendo con esa tranquilidad que te da el sentirte completo y amado, que hizo que el muchacho empezara a experimentar ese miedo a la pérdida que ya se le estaba haciendo común. Ellos eran su familia, aunque no pudiera sentir cariño o amor hacia ellos, sabía que daría hasta la vida por protegerlos... cosa que estaba a punto de hacer. Se acercó a la cama sigilosamente, extendiendo una mano para tocar la mejilla del hombre dormido, cuando éste le aprisionó y abrió los ojos; entonces, sabiendo que no podría explicar su actuar por demás extraño, simplemente actuó uniendo sus labios con los de Severus... pero no sintió nada. No había sentimientos buenos ni malos; cariño, vergüenza, repulsión. Nada. Al contrario, el vacío que tenía en el pecho se hizo más profundo, y una vez más al acariciar la frente de Gideon, y al caminar hacia la puerta de la habitación, y al salir de El Refugio, y a cada paso que daba alejándose de la casa... y de ellos.

Ahora, con el vacío abarcándolo completamente, seguía caminando sólo por fuerza de una gran voluntad que lo tiraba hacia delante, y por el deseo de acabar definitivamente con Voldemort antes de que él destruyera a su familia.

-Todo va a salir bien.

-Eso espero, Ron -dijo sonriéndole a su amigo que caminaba junto a él.

Sabía que las palabras de su amigo eran más un deseo que una realidad en sí. Cualquier cosa podría esperarse de esa empresa que estaban a punto de llevar a cabo, pero la palabra "bien" no creía que entrara en una de ellas. Aun así iba a aferrarse a ese deseo de que todo iría bien, al fin y al cabo lo habían planeado meticulosamente pese al poco tiempo que tuvieron, y con la ayuda de Hermione y Ron estaba seguro que lo lograría.

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