IX; eunbi. (1/2)

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  No puedo explicar el temor que sentí al despertar en un cuarto que no era el mío, porqué estaba tan aterrada... Que sentía que una vez más me paralizaba y tenía tanto miedo que no podía correr ni escapar. Porqué me sentí tan horriblemente sucia al despertar, y odiar el momento en el que decidí ir a esa espantosa fiesta. Los recuerdos llegaban a mi mente como bombardeos.

  Estaba perdida, no hayaba a mis amigos por ninguna parte, todo por haber querido ir a buscar un trago y que nadie quisiera acompañarme, no debí haber ido sola

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  Estaba perdida, no hayaba a mis amigos por ninguna parte, todo por haber querido ir a buscar un trago y que nadie quisiera acompañarme, no debí haber ido sola... Ya que en ese momento me encontraba asustada, pues había oído del peligro de quedarte sola, y más si eres mujer.

  Estaba sentada en la barra, pues no quería moverme, de seguro me buscarían o podría verlos en algún momento. Sólo trataba de tomar tragos lentos a mi bebida para intentar relajarme y no entrar en pánico. Llamé a todos los chicos, pero ninguno me contestaba, supuse que con la música y todo el ruido ellos no escucharían, pues en una fiesta no le prestarían atención a los celulares.

  Mirando a mi alrededor por un momento, me distraje al ver a un chico que se sentó a mi lado en la barra, pero luego volví a lo mío; buscar con la mirada a mis amigos.

— Un whisky, por favor. — le oí decir. — Oye.

  Me asusté un poco cuando le escuché hablar en mi dirección, supuse que sólo eran los nervios, pues su voz no era realmente grave.

— Um, ¿Sí?

— ¿Estás bien? - me alivié un poco cuando le oí hablarme de manera amigable.

— No mucho. — fui honesta.

— ¿Qué sucede? — miró hacia adelante cuando le entregaron su trago. — Gracias. — dijo para luego volver a darme su atención.

Pues, que me he perdido.

— Oh, mierda. Eso está muy mal, ¿Estás bien? Nadie ha querido hacerte nada malo, ¿Cierto?

— Sí, estoy bien, gracias.

— Dime. — se acercó a mí para oírme mejor. — ¿Venías con alguna amiga o con un grupo?

— Un grupo. — le dije en voz alta, pues la música no ayudaba mucho.

— Ya veo. — le tomó un trago al whisky. — ¿Cuántos eran tus amigos? Quizá puedo ayudarte a encontrarlos.

— Pues, eran tres chicos, y una chica además de mí.

— ¿Cómo son? O, ¿Cómo están vestidos?

  Intenté recordar con todo lo que pude la forma en la que iban vestidos, ya que como había poca iluminación, sería dificil que una persona que no los haya visto antes los reconozca por su físico. Me alivié al recordar que Jennie estaba usando un vestido bastante llamativo.

El Arte de Amar. - Sinrin. (Artes #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora