Estoy bien...

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Los dos viejos amigos se encontraban una vez más en el lugar, sentados en el mismo lugar que la primera vez habían estado aquí. ¡Los rumores eran ciertos!, Las mujeres estaban vestidas de enfermeras, la música estaba a todo volumen que era imposible poder escucharse hasta por ellos mismos y no solamente estaban ellos, Lo se encontraba arreglándose para el baile, estaba acompañada con aquélla Drag Queen.

–Querida... Se que necesitas el dinero, pero este lugar no es para ti...-Decia aquélla persona mientras la agarraba los hombros.

–Estoy bien... Mientras solo baile, está todo bien. Te agradezco mucho que me hayas aceptado...

–¡Querida, los hombres te devoran con la mirada!-Decia con una sonrisa.- Pero lo que aún no entiendo es el porque te gusta ocultar tu cara...

–Bueno... Me gusta más que sea un misterio, aparte ando a veces en las calles ¿Qué pasaría si...-Fue interrumpida.

–No, si, tienes razón... Y luego eres muy joven.

Después de un rato, la ayudó en ponerse unas vendas.
Llegó el momento de su baile, los hombres lo aclamaban ¿Cómo se vestiría hoy?, ¿Tendría la cara destapada?, ¿Por fin podrá tener un mejor servicio?, Los dos hombres se acomodaron en sus asientos, la obscuridad inundó todo el lugar hasta que ella apareció en medio del escenario, vestida con una bata de hospital, con el rostro vendado excepto esos ojos azules que resaltaban en entre esas vendas, la música no era como la otra vez, era diferente, nisiquiera tenía los tacones altos, estaba descalza.

Bailaba alrededor de aquél tubo, para después subirse en ella y abrir aquéllas piernas delgadas, dejando ver lo que había bajo de aquella bata; lencería blanca.
Los billetes salían una vez más volando alrededor de ella, la adoraban, la querían de forma carnal... Ella bajó con cuidado de aquél tubo, para terminar gateando hacia la multitud de hombres, estos sonreían al ver como ella "interactuaba" con ellos, eso hasta ver como dos personas familiares se encontraban sentados, fumando y tomando, observando aquello que estaba haciendo, ¿¡Qué pensarían de ella al saber que era una mujer de limpieza!?. Se alejó de la multitud, pero sintió como alguien la agarró de la bata haciéndola caer de espaldas, saliendo del escenario. Lo bueno es que alguien la pudo sujetar antes de que cayera al suelo y con delicadeza la subió al escenario.
Esta de forma de gracias acarició las mejillas del extrañó para después decir "Gracias", nadie lo escucho por la música, pero ver como esos labios se movían suponieron que lo dijo. Esta subió al tubo para dar varias poses un tanto seductoras, girando con delicadeza hasta que por fin terminó.

Mientras caminaba hacia el cuarto donde iba a desvestirse, alguien la detuvo de forma brusca, no tuvo tiempo de reaccionar, solamente sintió como su cuerpo era azotado contra la pared. Este la había acorralado, mientras que ella trataba de empujarlo y gritar por ayuda, pero la mano de ese tipo la tenía en su cuello, siendo estrangulada, podía sentir el cuerpo asqueroso de aquél hombre pegarse a la de ella, haciendo que Dolores tuviera pánico por todas sus venas, esta como sus últimas opciones, comenzó a rasguñar el rostro de aquél hombre hasta terminar por picarle los ojos. ¡No estaba lista para morir así!.

Así, logrando que este la dejé, no sin antes empujarlo de ella y salir corriendo por aquél pasillo, al salir vió la gente disfrutando del servicio ¿¡Dónde esta ese Drag Queen cuando se necesita!?, De repente sintió como de nuevo la tomaron por detrás haciendo que fuera arrastrada a esos pasillos, gritando por ayuda, pero la maldita música estaba retumbando en las paredes, fue casi imposible escuchar los gritos de ayuda de Lo... ¡Oh, Dios Santo, no me abandones!. Como muñeca de trapo la arrojaron dentro de una de las habitaciones, el tipo con coraje la agarro de su cuello mientras esta trataba de golpearlo.

–¡Maldita zorra!-Grito el extrañó.

Dolores le escupió, justo en la cara del tipo, provocara que este le diera un golpe en el rostro, ¡Maldita sea, va morir!...

Cada vez más batallaba para respirar, comenzaba a ver todo borroso, eso hasta que sintió como su cuello fue liberado, con ello poder agarrar grandes bocanadas de aire, ¡El hombre había sido derrumbado con una sola patada!, El salvador de Dolores se acercó a ella para darle la mano y ayudarla a levantarse.

–Gracias...-Dijo Dolores con lágrimas en los ojos, aún que solo se podía ver uno.

–Es mejor que se retiré de aquí...-Contesto Crocodile.

Este hombre había visto como la pequeña Lo salido y como fue arrastrada, quizás no eran sus asuntos, pero saber que iba pasar una tragedia decidió en interferir. Vió como Dolores se retiró un tanto desprientada del la habitación, dejando a los dos hombres solos en esa habitación.

–¿Segura que te golpearon con un balón?-Pregunto Robin mientras la miraba con preocupación.

–Si, no te preocupes, Robin.-Dijo Lo con una sonrisa.

Pequeño Angel [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora