Positiva

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Había amanecido, y ella amaneció de buenas. No sentía sus piernas temblorosas, no las sentía ni siquiera adoloridas o con un nudo muscular. Eso era buena señal. Estaba harta de depender de las paredes o de Crocodile para ir a tal parte del lugar. Lo primero que hizo fue irse a duchar y luego ponerse un vestido de tirantes de color blanco. ¡Si que estaba de buenas!.

Oh dulce niña, tantas plumas le han arrancado a tus alas de ángel y sigues con esa sonrisa tan radiante, siempre tan positiva... Pero es porque se prometió no dejarse morir por los golpes que le den la vida. No iba a caer tan fácil, no lo hará.

Salio de su habitación y mientras caminaba por los pasillos con los pies descalzos, se dio cuenta que aún no había señales de Crocodile, pero como no, si ese hombre había llegado muy tarde a casa... Antes y no le pasó algo malo.

Entro a la gran cocina para preparar el desayuno para ella y para Crocodile, estaba de buenas, realmente estaba de buenas... Sacó pan francés para poder hacer tostadas con queso crema y mermelada y sin olvidar el café, coloco las cosas en la mesa para preparar, pero algo la hizo detener, una pequeña cicatriz cerca de su muñeca sana... Se hizo pequeña esa marca con el tiempo. La mente es tan asquerosa y retorcida que la hizo recordar, más que un simple escenario eran solo las palabras que su misma madre le decía cuando estaba en el efecto de la droga, siempre tan violenta y mas cuando se trataba de la bendita cocaína.

-Eres una maldita zorra. ¿Por que coño sonríes?, ¿Que es gracioso?. Maldita sea, en verdad debí abortarte, debí tirarte y que te comieran los mismos gusanos, estar en la cárcel era mejor que estar criando a un estúpido parásito como tu.

-¡Suéltame, me estas haciendo daño!

-Coño, no eres mas que una pequeña zorra, una bruta que con lo que sea le duele. te demostrare lo que es el verdadero dolor...

Y gritos agonizantes retumbaron en toda la mente de Dolores, su cuerpo tembló por un momento al recordar como esa señora le había encajados un vidrio en esa parte de su brazo,  cerro la mano mientras miraba a la nada...

¿Y si tiene razón?. No, no lo tiene y nunca lo tendrá... Solo son recuerdos, recuerdos que deben de estar muertos porque esta es su nueva vida. Ahora que lo pensaba, debió de cambiarse el nombre desde un principio porque sabia el simple significado que tiene ese nombre que le coloco su madre, o mas bien, esa mujer que la pario, porque simplemente hay personas que no se merecen ser llamados así: madre/padre.

-Buenos días, Dolores.

Ella se sobresalto al escucharlo, no se espero que Crocodile estuviera despierto a estas horas, menos por la hora que había venido, ella volteo a verlo, parecía estar algo cansado ¿Qué hizo anoche?.
Y una vez mas, esa sonrisa tan llena de alegría apareció en su rostro, olvidando todos esos malos recuerdos de ella.

-Buenos días, señor Crocodile. ¿Gusta algo de café?

-No se lo puedo negar, me encanta como lo prepara...

Un leve sonrojo apareció en sus mejillas, ella sabia bien que le encantaba el café que hacia especialmente para él, lo sabia gracias a todas las mañanas que tomaba con el antes de comenzar el trabajo, sin perder una gota de su gran bebida, pero es que nunca se lo había dicho tan directo. Ella sin decir nada comenzó a preparar el café mientras que Crocodile iba caminando a hacia la barra para poder recargarse en esta y ver a Dolores, ¡Mira como puede hacer las cosas con una sola mano!. Hoy tenían cita con el ginecólogo y en unos días más Crocodile tendrá que volver a trabajar, estaba algo retrasado...

-Estuve pensando lo que me dijo... -Dijo Dolores rompiendo el silencio. Crocodile lo miró algo confuso ¿Qué le dijo?.- Si quiero ser su mucama...

Crocodile sonrió complacido por que ella aceptará ese humilde trabajo. No se acordaba de eso, con lo que le sucedió a esa mujer y las sorpresas que recibe de parte de ella. ¿Qué más tendrá?, ¿Qué grandes sorpresas le dará?. De nuevo el silencio inundó el lugar pero no era incómodo, al contrario era agradable. Crocodile vio como seguía la rubia haciendo las cosas... Su sonrisa se borro al recordar lo de anoche y millones de preguntas salieron en ese momento.

-Dolores...

-¿Si?

Dolores le dio la taza de café, como a él le gustaba, después colocó enfrente de él un plato con cuatro panes tostados con algo de queso crema y mermelada... y después ella con su taza de café. Crocodile no sabía como decirle las cosas por lo que se quedó en silenció mientras ella lo observaba confundida.

-Me alegra saber que estarás aquí en mi casa...

No pudo, simplemente no pudo. Tenia miedo que ella se sintiera mal consigo misma o se molestará con él por saber cosas que no le deberían de importar... Pero le importa. Las mejillas de Dolores se pusieron rosas por tal comentario, que adorable.

(...)

Crocodile se encontraba sentado en su sofá de cuero negro, se encontraba escribiendo en su celular, ya estaba acostumbrado a escribir con una mano. Se tenia que desahogar, estar en el ginecólogo fue peor de lo que esperaba.
El ginecólogo pensó que eran una pareja queriendo tener un bebé, una paciente de ese ginecólogo que estaba esperando su turno le dijo a Crocodile que era adorable ver como un padre acompaña a su hija al ginecólogo y en la calle un hombre le grito que era un pedofilo.

Esta mujer tiene aún cara de niña, me gritaron pedofilo.

Fufu~ tu ignóralos, ¿Qué le dijeron?

Solo tiene que aplicarse una crema. En 6 meses se tiene que hacer unas pruebas.

Bien. Voy para allá.

A Crocodile no le agrado el ultimo mensaje de Doflamingo. No quería tener la presencia de ese oxigenado en su casa, estaban él y Dolores muy a gustó sin que nadie les atormente.

No.

No es permiso.

No te voy abrir la puerta.

Dolores lo hará.

Ella ya trabaja para mí, tiene órdenes, no te abrirá.


Y ha no hubo respuesta de parte de ese tipo. Este solo dio un suspiró largo tratando de relajarse.

-¿Sucede algo?-Pregunto Dolores.

Crocodile volteo a verla al escuchar la pregunta, ella estaba sentada en el suelo, con el perrito que habia recogido e la calle en sus piernas mientras comía uno de esos chocolates que los hermanos Charlotte le habían regalado.

-¿Sigue molesto por lo que paso en el ginecólogo?-Comenzó a reírse.

-No... me divirtió mucho, más cuando te pusiste nerviosa con la pregunta que te dijo el ginecólogo.

-¡Me tomo por sorpresa! -Se defendió.

Crocodile dio pequeña una carcajada, era adorable pasar el tiempo con esta mujer. De repente su felicidad cambio cuando el sonido del timbre sonó en toda la casa, Dolores rápido se levantó para ir a ver quien es, ¡Mierda!, no le ordenó que no le abriera la puerta Doflamingo. ¿Tan rápido vino?. Se escucharon muchas voces, Crocodile colocó su única mano en su frente tratando de no estallar... ¿Acaso trajo toda su familia?. Eso no le gusta, no le gusta para nada.

Pequeño Angel [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora