¶Casada con mi Mejor Amigo__ⓣⓐⓔⓗⓨⓤⓝⓖ BTS [TERMINADA]

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                      Hyesook;

Después de todo, estar con Sehun mientras TaeHyung se ocupaba de ayudar a Joy no fue tan malo. Durante todas las horas en el hospital, hablamos un montón de cosas que nos gustaban. Y creo que nunca había hablado tanto en mi vida; me sirvió para conocer más a Sehun además con quien tenía muchas cosas en común. Y al hablar con él todo ese tiempo, pude quitar de mi mente a Joy y a TaeHyung por un largo tiempo al menos. Y fue bueno, porque pensé que podría morir pensando en la cantidad de sentimientos que ellos podrían estar compartiendo mientras estaban juntos. Y no quería pensar en eso después de lo ocurrido anoche y todo lo que me había dicho a TaeHyung sobre olvidarlo. Porque sí, iba muy en serio. Me iba a esforzar para olvidarlo y sacarlo de mi corazón.

Iba a ser difícil, e incluso hasta doloroso, pero lo iba a lograr de la manera que fuese.

Tengo que hacerlo.

Aunque no iba a ser tan fácil si él no dejaba de mirarme como lo hizo durante todo el viaje al gran templo.
Parecía que podría traspasarme con esos ojos café-miel. Y evité a toda costa que mis ojos se fundieran con los de él.

Llegamos al gran templo, y me acomodé bien el abrigo ya que hacía mucho frío. La nieve estaba helada bajo mis botas de invierno. Podría sentir el frío traspasar mis ropas de tela y mi negra bufanda calentita.

—Hace mucho frío —me dijo SeHun caminando a mi lado, en lo que nos adentrabamos al gran lugar.

—Sí...

Taehyung caminaba detrás de nosotros tratando de ser ausente y no notado.

Entramos a la gran habitación real y nada más estaba la gran reina. Eso me alegró. Tomaba un té caliente en su asiento imperial.

—¡Oh... que sorpresa! —exclama cuando los tres nos adentramos a el lugar.

Los tres sonreíamos a pesar del tenso momento a nuestro alrededor, y saludamos a la mujer uno por uno; yo fui la primera. Nos sentamos en las otras sillas alrededor de la gran reina.

—¿Y fueron a...? —pregunta ella despacio tratando de no especificar que fuimos a visitar a Joy.

Asentimos.
Ella nos sonrió algo incómoda.

—Chicos si me permiten..., quiero hablar con la princesa. No se preocupen, nosotras, caminaremos un poco afuera —dijo la gran reina interrumpiendo mis pensamientos en otro lado.

Me levanté de la silla y pasé mi brazo por el brazo de ella saliendo ambas de la habitación. La sujeté y la ayudé de bajar del escalón del gran templo para caminar por el patio lleno de nieve de al alrededor del lugar.

—Puedes contarme todo —dijo de momento.

La miré.

—¿Sobre... todo? —arqueo una ceja. Ella asintió enérgicamente. Hice un puchero extrañada—. ¿Sobre... qué exactamente quiere saber?

Ella suspiró y se detuvo. Yo también así lo hice y la miré atenta.

—Lo que pasa con mi nieto —dijo.

Abrí mi boca y emití un: oh; a eso se refería. Ella me miró curiosa.

—Sentémonos —indicó un banco, lleno de algunos copos de nieve, debajo de un árbol lleno de copos también sobre las hojas.

Limpié el banco quitando algunos restos de nieve y luego nos sentamos. Acomodé mi bufanda en mi cuello y metí mis manos dentro de los bolsillos de mi zamarra negra de lana.

—¿Bien? —ella indaga ansiosa.

—En realidad...—comienzo hablando lentamente—. No sé que quiere que le diga exactamente.