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                        Taehyung;

Nos encontrábamos en el banco del balcón sentados SeHun, HyeSook y yo en un silencio prácticamente sepulcral. Varios copos de nieve caían a nuestro alrededor pero eso estaba en un segundo plano. Desde lo que había pasado con mamá, en la cena, estábamos callados sin mencionar siquiera una palabra.

—HyeSook no tienes porque ir —murmuro lo suficientemente alto para que me escuchara.

—Mejor entro —susurrró y entró a la casa.

Suspiro y paso una de mis manos en mi nuca.

—No sé que piensas tú, pero no me parece lo correcto que HyeSook vea tus manifestaciones de amor con Joy —dijo Sehun.

Sonreí de lado.

—Es obvio que también pienso lo mismo —le contesté secamente.

—Habíamos hablado claramente, sobre no lastimar a HyeSook. Y parece que te has ganado el premio —me dijo obviamente enojado.

—Estoy haciendo lo que puedo. No jodas —respondí.

—Pues no lo parece —contraatacó.

—¿Y tú? —me giro hacia él y lo miro con indiferencia— ¿has tenido suerte?

—La tuviera si tan sólo no te mirara a ti —respondió seco—. Pero tendré que hacer que te olvide porque lo único que hace es sufrir a tu lado. Sigo sin creer porque no la elegiste.

—Es mi vida, Sehun.

—Lo sé —se levantó de la banca—. Y en este preciso momento, no me gustaría que alguien como Sook, viviera en ella. Porque sólo saldría lastimada.

Y se fue.
Y aunque no quería reconocerlo, era obvio que tenía razón.

Me levanté del banco, y entré a la casa. Me dirigí a el cuarto de Sook y a través de las ventanas de cristal la ví sentada en la cama jugando con sus dedos. Mientras el cabello le caía sobre el rostro evitando que la viese mejor. Suspiré antes de abrir la puerta y entrar. Me senté en el borde de su cama a su lado y a pesar de que ella sintió claramente mi presencia siguió igual y no levantó la vista para verme.

—No iba a decirte nada —comencé diciendo bajo—. No iba a llevarte a casa de Joy, ni a el hospital, ni a ningún lado dónde estuviesemos ella y yo. No iba a dejar que me vieras junto a ella. Lo siento...

La sentí sollozar a los pocos segundos y me había dado cuenta de que había empezado a llorar.

—Tú y ella...—murmuró con la voz ronca. Claramente dando a entender que lloraba.

Me acerqué más a ella y llevé mi mano hacia su mentón, levanté su rostro para que me mirara a los ojos.
Llevé una de mis manos hacia su rostro y aparté su cabello. Tenía los ojos llorosos.

—Lo siento HyeSook —le digo.

—¡No me digas más que lo sientes! —me gritó—. Por favor, déjame sola.

Negué con el corazón martillándome.
—HyeSook...no quiero que me alejes de ti.

—¿¡Y que quieres que haga!? —me vuelve a gritar y se levanta de la cama— ¿cuándo llegas de una terapia de ella que quieres que te diga!?. Ah, ya sé:

"Hola TaeHyung, cómo está la chica por la que me dejaste? ¿La quieres más que nunca?"

—¿¡Quieres que te diga eso!? —me grita.

Me levanto de la cama.

—HyeSook...escuchame —tomo suavemente sus brazos para hablarle.

—Sueltame TaeHyung —se safó de mi—. ¡No quiero escucharte! ¡Estoy harta de escucharte! ¡Quiero que salgas de mi cuarto! —me gritó—. ¡Desde que me obligaron a casarme contigo, todo ha ido a bajo! ¡Me han alejado de mis padres, tu madre me ha pegado! ¡Sólo quiero que te acabes de alejar de mi! ¡De una vez por todas porque ya no aguanto Kim! ¡Quiero morirme!. S-se supone que ibas a estar para mi, y me has abandonado. Y no quiero estar más cerca de ti. ¡Vete!

Y sin saber de donde salió este arranque de adrenalina, la besé. Acuné su rostro entre mis manos, con tanta fuerza, para que no se alejara de mi. Hizo fuerza para separarse de mi, una y otra vez pero no la dejé, y se quedó solo parada; pero no respondió a el beso. Cuando por fin me separé de ella, su mano derecha, fue directo a mi mejilla izquierda. Girandomela.

—N-no lo hagas más —susurró con la voz dolida—. Quiero que te alejes de mi, y punto.

Iba a salir, pero la tomé del brazo dolido.

—¿Piensas que yo no sufro? —le pregunté. Se me quedó mirando con los labios temblandole y sus ojos llenos de lágrimas—. ¿Piensas que tan poco significas para mi?

Se quedó callada.

—HyeSook...pienso en ti cada minuto de mi vida —le dije—. Cuando estoy con Joy, cuando estoy en mi cuarto, cuando duermo, cuando camino, cuando como, cuando estoy en la limusina, cuando escucho música, incluso pienso en ti, cuándo estás a mi lado. ¡Pienso en ti cada maldito día de mi vida! Y no pienso dejarte ir, aún así me tenga que pegar a ti para que no salgas. No pienso alejarme de ti por nada del mundo.

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
—Dejame ir, Kim Tae Hyung —pide con la voz rota.

Niego y encierro mi mano en su muñeca.
—No pienso dejarte ir, HyeSook. No te voy a dejar ir. Entiendelo.

—¡Pero no es justo! —me gritó—. ¡Deja ir a una de las dos!

—Si pensara...dejar ir a una de las dos, no serías tú.

—Estás siendo egoísta...—murmuró.

Asentí lentamente y miré hacia otro lado.

—Lo sé —respondí tomando una bocanada de aire.

—Entonces...seré yo —susurró y llevó una mano hacia mi mano que encerraba su muñeca—. Yo te voy a dejar ir. Te voy a sacar de mi corazón, TaeHyung... Para siempre. Aunque tenga que vendarme los ojos para no verte. Pero prometo que me dejarás de gustar.

Me le quedé mirando.
—Eso no va a pasar, HyeSook.

Ella asintió y dijo:
—Sí va a pasar —tragó saliva con fuerza—. Mañana iré contigo a las terapias de Joy... Voy a darme cuenta de lo mucho que la quieres, de cuanto es importante para ti. Y me voy a meter en el corazón, que la amas a ella y que sólo soy...tu amiga.

Y solté su mano.

—Me alegra de que lo entiendas —susurró.

—Haz lo que quieras, entonces —contesté seco y salí de su cuarto.

¶Casada con mi Mejor Amigo__ⓣⓐⓔⓗⓨⓤⓝⓖ BTS [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora