¶Casada con mi Mejor Amigo__ⓣⓐⓔⓗⓨⓤⓝⓖ BTS [TERMINADA]

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                        HyeSook;

Hoy era el día que más rápido había pasado. Y lo peor de todo era que faltaban horas, para que el día del casamiento llegara. Obviamente era mañana. Me encontraba acostada en mi cama mirando un punto fijo en el techo de mi habitación cuando suena mi teléfono. Sin siquiera mirarlo, me coloco el teléfono en la oreja.

—¿Si? ㅡpregunto.

—¡Oye tú! —la voz de Lisa sonó—. ¿Por qué no has venido a el insti? ¿Ha ocurrido algo? Y si es así, ¿por qué rayos no nos has avisado?

Suspiré.

—Lo siento...la verdad si tengo muchos problemas —respondo.

—¿Que ocurre? —pregunta esta vez Jennie, así que de seguro las tres me habían llamado.

—Es algo...que las va a sorprender. Y tengo que decírselos ya —sincero.

—Está bien...—las tres coinciden.

—Espera, todavía no digas nada —pide Rose hablando rápidamente—. ¿Te enteraste de que el príncipe se va a casar?

—Exactamente eso era de lo que les quería hablar —digo cerrando mis ojos sin apartarme del teléfono.

—¿No has venido por eso? —pregunta Jennie.

—Algo así —murmuro.

—¿Entonces es cierto? —Lisa sube su voz.

—¿Que...cosa? —digo temerosa. No quería que se enteraran por nadie que no fuese yo.

—¡Que te gusta! —exclamaron las tres.

Con mi mano disponible me pegué en la frente.

—Ya les he dicho millones de veces que a mi TaeHyung no me gusta —digo a la defensiva.

—Está bien...vamos a hacernos la que te creemos —dijo Rose sarcástica.

—Por cierto...—salta Lisa—. ¿No has visto la prensa?

—No. ¿Por qué? —niego aunque no puedan verme.

—Resulta que en la fotografía se mostraba a Taehyung hablando con una chica que estaba de espaldas. Así que para nuestra mala suerte, no se le vió el rostro. Pero dejame decirte algo impactante.

—¿Que? —las palabras salían rápidamente de mi boca.

—La chica tiene un cierto parecido a ti —concluyó ella.

—Es porque-

—¡Tenemos que dejarte! —grita Jennie.

—Sí. Hablamos luego. Después nos cuentas lo que nos querías decir. ¿Mañana irás a el insti? —Rosé pregunta.

—No.

—Vaya...me preocupa realmente que te ausentes —dijo esta.

—En fin, cuando vengas hablamos. Adiós —gritaron las tres a unísono.

;;;

Me pusieron un vestido característico de los que usaban en las ceremonias de Corea del Sur. La tela de este, era suave. Y no era de color blanco, diré. Era más bien...un verde. Raro, ¿verdad? Y en la cabeza me pusieron lo que parecía una tiara. Pero de las comunes aquí. El caso era, que mientras muchas chicas me ponían la ropa, me maquillaban y me peinaban, me decían que esta ropa sólo era en la boda. Que luego podría ponerme otros tipos de vestidos cómodos. Y sería una simple tiara la que tendría en mi cabeza. Y no esta gigante que portaba ahora.

Por fin había terminado. Y una vez que me puse delante del espejo concordé totalmente de que no era yo. Incluso, aguanté enérgicamente las ganas de llorar. Mis padres me verían en la ceremonia, en un lugar de ahí. Pero no estarían cerca de mi.

Una vez que la limusina se detuvo en el lugar dónde se iba a ejercer la ceremonia, el chófer me abrió la puerta y también me ayudó a bajar. Este abrió el gran portón de madera, y me hizo una seña para que entrara. Con un leve suspiro, me adentré a el lugar.

Una vez adentro miré rápidamente todo. Había un largo camino, hacia dónde estaba la gran reina, el rey, la reina, TaeHyung y el que nos iba a declarar marido y mujer de una forma diferente.

Al rededor habían personas que parecían de la corte también. Y pude ver a mis padres en un lugar. Me sonrieron tristes. Sin embargo, yo no pude hacer ningún gesto. Así que con pesar caminé hacia dónde estaban todos. Una vez ahí una de las chicas que andaban con la dama de la corte me ayudó a sentarme en la madera mientras que TaeHyung también estaba sentado a mi lado. Nos miramos fugazmente y a pesar de no decir nada ni hacer gestos era más que obvio que ambos no queríamos nada de esto.

El hombre comenzó a hablar pero yo solo jugaba con mis dedos. No me interesaba en lo absoluto lo que dijese. Yo no quería esto... Y estaba siendo obligada. Y sobre todo, a estar con Tae.

TaeHyung me hizo despertar de mis pensamientos cuando chocó levemente su codo con mi brazo dándome a indicar que hiciese una reverencia. Y toda despistada la hice. Otra chica trajo los anillos. Me dió uno a mi y otro a TaeHyung. Él me puso el mío y yo casi temblando le puse el de él.

El hombre dijo otra cosa, pero sólo miré ese anillo de oro que portaba en mi dedo anular, en la mano izquierda. Nos volvimos a levantar e hicimos otra reverencia. Ahora nos tocaba recorrer las calles de Seúl. Por lo que sujetando mi vestido, con TaeHyung detrás de mi, nos dirigimos a el auto descapotable. Y uno de los guardias me ayudó a subir; luego lo hizo TaeHyung.

Autos se colocaron tanto delante de nosotros como detrás, y luego por fin, la marcha comenzó. Se sentía música por dónde quiera y yo realmente no tenía ganas de hacer nada.

—Sook...saluda —TaeHyung murmuró.

—No quiero —respondo.

—Por favor...—pide—. Hazlo.

Y sólo por él, levanté mi mano y con la más falsa sonrisa que había portado en toda mi común vida, saludé a todas las personas que sonreían felices por dónde pasaba.

Se ve que ellos no se imaginaban lo que estaba sintiendo justo ahora.