Sentimientos Encontrados.

Capítulo 7: El peligro del Quidditch.

Casi dos meses han pasado desde el cumpleaños de Hermione, la relación entre todos era impecable si ocurría algo se protegían entre ellos, también la amistad entre Luna y Daphne fue en aumento tanto que la Slytherin le confeso a Pansy y Hermione que se había enamorando y no sabía cómo afrontarlo, ambas chicas se rieron pero más Pansy pues había hecho una apuesta de quien se daría cuenta antes y la ganó la azabache. En cuánto a Hermione y Pansy todo entre ellas era sencillo, se comprendian, Hermione ayudaba constantemente a Pansy en sus estudios, la Slytherin se mantenía cerca de ella para protegerla de algún ataque de las Hufflepuff que fueron bastante pocos, algo que les preocupaba mucho pues no era normal que de un día para otro dejaran de soltar ataques constantes.
Dejando todo eso de lado, la temporada de Quidditch había empezado en Octubre y ya estaban a inicios de Noviembre, Ginny y Pansy llevaban bien el equipo de Gryffindor pues estaban los primeros superando por treinta puntos a los Slytherin. Todo Hogwarts estaba sorprendido por la gran habilidad que tenía la Buscadora de los Leones, era rápida, ágil y con una visión perfecta, Pansy Parkinson, que en ese cortó tramo de tiempo logró que todas las miradas fueran a parar en ella y era normal, pues una Serpiente en el equipo de los Leones sorprendía a cualquiera pero otra cosa era su gran habilidad para ese gran deporte. Bien era cierto que no estaba pasando por su mejor momento, se estaba recuperando poco a poco de su depresión, gracias a sus amigos y a Minerva quien se había convertido en una figura materna para la Slytherin, todo lo que le ocurría se lo contaba y siempre lograba sentirse mejor con ella.
Una mano se posó en el hombro de la Slytherin sacandola de sus pensamientos, fue Hermione que acaba de llegar de la biblioteca aparentemente muy feliz, sentándose junto a Pansy le comentó que había recibido una carta de Ron, le decía que quería pasar un día con ella y pues estaba pensando en algún día pero claro estaba los estudios complicaban mucho las cosas.
-El día diez es domingo aprovecha ese día, además que no habrá nada importante para esa semana. Comentó la Slytherin leyendo un libro.
-Es cierto es la semana que viene, gracias Pansy eres la mejor. Beso su mejilla y se fue a la habitación para responder a su novio, mientras la Slytherin se ocultaba detrás de su libro muy sonrojada, debía de admitirlo se estaba enamorando de la Gryffindor y no quería eso, no quería perder una amistad y mucho menos que su corazón se volviese a romper. La situación fue observada por Daphne que una sonrisa se acercó rápidamente a la azabache arrebatadole el libro, así dejando ver su rostro rojo.
-¡Greengrass dame el libro!
-¡Tendras que pillarme Parkinson! Ambas comenzaron a corretear por el Salón, Daph era rápida pero Pansy pensó bien su movimiento y en un salto logró atraparla, quedando sobre ella mientras no paraban de reírse.
-Vale, vale me rindo no me lances un Crucio por favor. Bromeó la rubia mirando la cara feliz de su amiga.
La amistad que tenían entre ellas desde que entró Daphne a Hogwarts era increíble, quitando el hecho que se había roto por tres años a causa de unas Hufflepuff que no quieren ver ni en pintura, pero gracias a que se descubrió todo se volvieron inseparables, volvieron a ser las mejores amigas que solían ser.
-¡Parkinson quitate de encima!
-Ya voy, antes dame mi libro. La rubia le entregó el libro y la azabache la ayudó a levantarse, se dirigieron al sillón y allí entre risas descansaron de tanto correr.
-¿Y Hermione donde está?
-Fue a escribirle una carta a la comadreja. Respondió un poco molesta, no le gustaba nada Ron o más no quería verlo cerca de Hermione.
-Uy Uy...
-¿Que?
-Tu estas celosa. Comentó con una sonrisa pícara en su rostro.
-¿¡Que?! ¡Claro que no!
-Si, si que lo estas.
-¡Que no lo estoy rubia desteñida!
-¡Oye que es natural! Entre ella se formó una discusión bastante absurda y divertida, no se daban cuenta de que estaban siendo observadas por la pelirroja.
-¡Admitelo Parkinson!
-¡Que no!
-¡Admite que estas celosa o voy y se lo digo a Hermione!
-¡Agr está bien! Sentenció la Slytherin levantándose de golpe, Daphne no se movió sólo se quedó sentada mirandola con ansía.
-Estoy celosa si.
-¡Bien! Ahora... ¿Desde cuando?
-Supongo que después de su cumpleaños... Se veía tan bien a la luz de la luna, no se es tan buena que me encanta.
-Awwww el lado romántico de Pansy a salido a la luz. Dijo una voz desde la entrada de la sala, las dos Slytherin se giraron abruptamente para ver quien era, Ginny.
-Ginny. Dijeron al unísono, la pelirroja asintió y se acercó con una sonrisa había escuchado toda la conversación.
-¿Lo sabes?
-¿El que? ¿Que estas celosa del idiota de mi hermano y que te gusta Hermione? Si es eso, pues si lo se. La Slytherin se puso roja haciendo reír tanto a Daphne como a Ginny.
-No dirás nada por que sino te lanzare un Crucio.
-Tranquila no lo haré, pero ¿que harás?
-Callarme y dejarlo estar.
-Pero tienes que decirle o sino te harás mucho daño. Habló la rubia tomándola por los hombros.
-Prefiero tener esta amistad con ella que arriesgarme a perderlo todo.
-Cariño...te vas a hacer mucho daño...
-Lo se Daph... Ambas Slytherin se abrazaron mientras las Gryffindor simplemente las observaba. Unos minutos después bajo Hermione con una sonrisa, Ginny le preguntó y le explicó todo, la pelirroja llevó su mirada a la azabache quien simplemente leía su libro ignorando por completo la conversación, Daphne y Ginny se miraron cómplices pues sabían lo mal que lo pasaría.
-Pansy ¿que lees? Preguntó Hermione acercándose a ella.
-El libro de hechizos que te mostré hace un tiempo.
-¿Has practicado alguno?
-Si. Entre Hermione y Pansy se formó una conversación en la cual no entraban ninguna de las dos chicas, así que se despidieron de ella y se fueron a su cuarto dejándolas solas.
Una vez dentro de la habitación, Daph tenía algo importante en la cabeza, Ginny lo noto y preguntó que le ocurría respondiendole que se le estaba escapando algo de la conversación que tuvieron antes con Hermione.
-¡Ya se lo que es! Dijo golpeándose la frente con la palma de su mano.
-¿Que es?
-Hermione dijo que el diez saldría con Ron, ese día se lo propuso Pansy.
-¿Y?
-Que ese día es su cumpleaños Ginny.
-¿No quiere que lo averigüe entonces?
-Exactamente... Seguramente se lo hubiese contado sino...
-Sino hubiera dicho lo de mi hermano. La Slytherin asintió, sabía cómo era Pansy cuando se enamoraba era difícil hacerla cambiar, la azabache tenía una coraza muy fuerte y no había nadie capaz de romperla. Algo que sabía que la perjudicaría en un futuro, pues no era capaz de soltar su sentimientos con facilidad le costaba mucho, le habían enseñado a ser así y no cambiaría de la noche a la mañana
-No quiero verla sufrir más Ginny...
-Lo se amiga pero no quiere dejarse ayudar. En ese Luna entró a la habitación, estaba feliz como siempre vio como sus amigas estaban algo triste y se acercó a ellas y las abrazo, ambas le contaron lo que estaba sucediendo, Luna lo entendió sintió tristeza por Pansy pero no podían hacer nada.
-Hay algo que odia mucho...
-¿Y que es? Preguntó Luna sentándose junto a la rubia.
-Su propio cumpleaños, lo odia con todas sus fuerzas es un día que no soporta y lo se porque que la oí hablar un día con Draco, ese día le felicitó pero ella se enfado muchísimo con el.
-¿Pero por que?
-Ese día fue marcada... Las chicas no se lo podían creer. Cuando sea diez de Noviembre se cumplirán tres años desde que fue marcada y por eso es que lo odia.
Ginny y Luna se miraron entre sí, oír la historia de cuando obtuvó la azabache la marca tenebrosa, les hizo recapacitar, Pansy lo había pasado fatal al igual que ellas, pero nunca intentaron entenderla o por lo menos Ginny ya que Luna la había perdonado el día que le salvó la vida, entendieron que la Pansy Parkinson de hace unos años no era la real, esa era una niñata que odiaba a todos lo que no seguían su rol, pero la que conocen ahora es si era la verdadera Pansy Parkinson la que defendía a sus amigos por encima de cualquier cosa, fuerte e inteligente alguien respetable, amaban a esa chica de ojos esmeralda y cabello azabache pero lo que no sabían era que esa misma chica se odiaba más día tras día destruyendose y perdiéndose así misma, nadie lo sabía ni siquiera Hermione se daba cuenta y era la persona más cercana, eso hacía sentir a Pansy una soledad inquietante a la vez que una gran tristeza, tanta que posiblemente jamás sea capaz de volver a formular un patronum corpóreo o directamente un patronum.
-¿Y si hacemos algo bonito por ella? Dijo la voz risueña de Luna, sacando tanto a Daphne como a Ginny de sus pensamientos.
-No Luna, es bonito de tu parte pero ella lo odiara.
-Es que me da pena... Es nuestra amiga.
-Lo sé... Y yo la quiero pero sé que no lo agradecerá.
-¿Ni siquiera un regalo? Daphne sonrió no había forma de quitarle esa idea, así que asintió.
-Pero algo simple, hazlo como si no supieras que es su cumpleaños, ¿vale?
-¡Vale! Grito mientras la abrazaba, Ginny las veía felices así que se fue a su cama para descansar, mientras que las dos rubias se quedaban hablando por un largo tiempo más hasta quedarse dormidas, las dos en la misma cama.
Entre tanto, en la habitación de las otras dos chicas Pansy era la única despierta, estaba sentada en la ventana viendo el paisaje y pensado en muchas cosas, entre ellas Hermione que debía admitirlo no salía de sus pensamientos nunca, quería sacarla pero se le hacía imposible. Largo rato después la Gryffindor grito el nombre de Pansy así levantadose de golpe, la nombrada corrió hacia la cama de su amiga para saber que había ocurrido.
-Hey respira, estoy aquí... La Gryffindor la abrazó, pero no era uno para calmarse ni mucho menos era uno desesperado, como si fuese la última vez la estuviera abrazando.
-¿Que ocurrió en la pesadilla?
-Te perdía... Pansy estaba muy sorprendida que soñara con ella pero no habló, prefirió dejarla continuar. -En la pesadilla... Bellatrix no me torturaba a mi...sino a ti por protegerme...te hacia tanto daño y yo no podía hacer nada...hasta...hasta que lanzó la maldición...
Pansy tomó las mejillas de Hermione, que estaban húmedas de llorar, obligándola a mirar sus ojos. La Gryffindor estaba aún asustada pero ver los ojos esmeralda de su amiga la calmaba, sentía seguridad al verlos y sabía que con ella siempre estaría a salvo.
-Bien ahora que ya estas más relajada... Estoy aquí, puedes ver mis ojos y nadie podrá separarme de ti... ¿Entendido?
-Si...
-Bien, ¿quieres que duerma contigo?
-Por favor... Suplicó y así continuaron el resto de la noche, sin pesadillas que las atormentara, simplemente ellas dos en un sueño tranquilo y profundo.