12.

637 57 20
                                    

Narra Pilar

Suspiro y me tomo un tiempo dentro
del baño, al sentirme lista salgo solo para ver a Carolina muy entretenida con Daniel, lo que me confirma que gracias a él y a Purre la noche de chicas termino arruinada.
Salgo del bar en dirección a la parada de autobus y mis ojos se abren cuando reconozco su estatura alta y su rostro sonriéndome, Purre esta aqui, sigue aqui, mirandome con el cuerpo apoyado en el capo de un coche que no es suyo.
Ya estoy empezando a preocuparme.
- Sigues aqui.
Pronuncio llegando a él. Se aparta del coche para detenerse frente a mi.
- Estaba esperándote.
La sonrisa arrogante cruza sus labios
suspiro y doy una mirada a la calle.
- No es muy temprano para irte?
- Ya que la atención de Carolina se ocupo en Daniel gracias a su llegada. Le respondo. - No tengo nada más que hacer aqui.
- Creí que estarias mas ocupada.
Hace énfasis en las palabras.
Somos dos.
- Buenas noches, Purre!
Lo rodeo a él y a no coche para irme, pero él me detiene llamándome otra vez.
- Te llevo?
Mis pies se quedan en su lugar y me giro hacia él, señaló el coche.
- Así? Como.. ?
Da palmadas en el coche antes de acercarse a mi.
- Es de Daniel, así que.. solo me queda ofrecerte una caminata a la luz de la luna.
- O mejor tomo el autobus.
Esa opción es mejor.
Me sonrie de lado.
- Si. esa seria una mejor opción, aunque algo aburrida.
Alza ambas cejas esperando que conteste.
Suspiro.
No puede ser que este considerándolo.
No le respondo, pero inicio el camino escucho una celebración detras de mi para luego tenerlo a mi lado caminando conmigo.
Purre no toca el tema de Jorge ni de los golpes, ni sobre mi padre, ni ningún problema de mi vida hasta que logro distinguir la ruta de nuestra caminata.
- Parece que te quedas aqui.
Murmuro deteniéndome frente a su casa.
- Podría quedarte tambien.
Me suelta con una sonrisa arrogante.
Sonrio.
- Buenas noches, Purre!
Intento girarme para macharme, pero no doy ni un paso antes de que me detenga sujetando mi brazo.
- Pilar..
Y ahora que?
- En serio preferiria que te quedes.
Aparto mi brazo despacio.
- Quiero que te quedes. Mis ojos se abren y rapidamente parpadea negando. - Es decir no.. Baja la mirada y vuelve a subirla. - No quiero que..
De eso va todo.
- No necesito que sientas lastima por mi, Purre. Le interrumpo. - No necesito tu labor de buen samaritano conmigo, busca hacerlo con alguien que lo necesite.
Intento girarme, pero otra vez me detiene.
- No se trata de eso. Habla con voz firme. - Solo..
- Solo que?
Su agarre me aprieta.
- No se que vaya a pasar si dejo que te vayas.
Trago despacio y me quedo viendo sus ojos, quisiera decir que hay broma en su mirada y en su tono de voz, pero ninguno de los dos me lo dice, él lo ha dicho en serio tan en serio que siento temor de que vaya a casa y se atreva a hacer una estupidez.
Temor de mi y mi madre porque estoy
segura que su arranque de estupidez traerá consecuencias
Ayy mierda.

Algo me dice que me arrepentiré de esto.

~*.

- Ten. Purre me ofrece cobijas limpias, la coloca sobre la cama y señala. - Puedes dormir aqui.
- Dormiré aqui. Camino alrededor de la habitación . - No ha cambiado nada. Una sonrisa debil cruza mis labios. - Sigue igual.
- Dijiste lo mismo la ultima vez.
Eso obtiene mi atención.
- Recuerdo pequeñas cosas.
Se acerca a mi.
- Qué mas recuerda?
Oh no!
Ya se por donde va.
Alargo mi sonrisa.
- Esta noche no tendrás la misma suerte.
- Me siento con esa suerte.
- Eh.. demasiada confianza..
Guarda silencio y hago lo mismo. Dejó que se acerque a mi hasta que no hay espacio que nos separe, su aliento choca contra mi mejillas y con un corto espacio vuelve hablar en murmullo.
- Aún crees que no tendre la misma suerte?
No respondo y mantengo mi mirada fija en sus ojos hasta que cometo el error de dejarla caer a sus labios, su sonrisa arrogante crece y muy despacio presiona su boca sobre la mia en un pequeño beso, se retira satisfecho y me mira a los ojos.
- Lo ves..
Alzo los brazos rodeando su cuello y
atrayéndolo a mi, presiono mis labios sobre los suyos con desesperación buscando que me responda igual y lo hace, entonces recuerdo las palabras
de Purre y al igual que él yo siento el mismo deseo en mi cuerpo, estoy excitada y con ganas de tenerlo moviéndose dentro de mi es increíble lo que Purre me produce con solo palabras y aunque quiero creer que esto es resultado de mis noches sin sexo, se que me estaria engañando yo misma.
- Pilar..
- Ya no digas nada.
Le ayudo a quitarse la camiseta junto a los vaqueros, con rapidez y violencia nuestras ropas quedan sobre el suelo.
El cuerpo de Purre cae sobre la cama y una vez ahí, reparto besos por su pecho hasta ir subiendo a su cuello y su boca, nos besamos unos minutos más mientras sus manos ocupan cada parte de mi cuerpo, subiendo desde mi trasero a mi cintura y finalmente mis pechos, sus manos me da placer con solo acariciarme y me encuentro muy mojada, mis piernas se mueven él lo nota sonriéndome, deseo tenerlo dentro de mi y no espero más busco una postura y acaricio su erección entre mis manos antes de levantar mi trasero y meterlo en mi intimidad.
Me nuevo rapido desde un principio a mi antojo y con ambas de sus manos a cada lado de mi cintura.
No puedo creer que me este tirando a
Purre por segunda vez, pero es algo que no puedo parar, no ahora.
- Más rápido.
Me sostengo de su pecho y me incline para besarlo, su boca me obedece muy diferente a como era antes cuando él me enseñaba estas cosas.
Me incline hacia atras otra vez y vuelvo a subir y bajar hasta que encuentro la fricción exacta, aprieto las caderas a su alrededor y siento como se hunde más cierro los ojos y me dejo llevar, Purre se me une y todo se siente tan bien o resulta de ese modo hasta que él mismo decide estropear todo.
- Male...
Y ahí me detuve.
No oculte mi sorpresa y tan rápido como escuche ese nombre ser expulsado de sus labios, me incline hacia atras para mirar sus ojos, él se veia muy culpable cuando se dio cuenta y note cierta pena en sus ojos.
Que ironia...
Y yo?
Me alegra decir que no senti ni tristeza, ni dolor.
- Pili.. yo...
Solo decepción.
- Lo lamento, Pilar.
- No. Lo detengo y mi voz sale muy clara. - No lo hagas.
No necesito lastima, mucho menos de él.
Obtengo una mirada muy confundida, pero en seguido se lo aclaro, no es su culpa, es mia por quedarme aqui.
- Es solo la verdad.
Pronuncio confundiéndolo más.
Me tomo unos segundos y bajo de encima para comenzar a vestirme.
Purre no intenta hablar, ni detenerme cuando me marcho supongo que se sentia peor por nombrarla sabiendo todo lo que ella significa para mi o solo quizas no encontraba que palabras decir.
Bien..
Gracias Purre!

Gracias por recordarme lo que sigo siendo para ti.

Perdoname Donde viven las historias. Descúbrelo ahora