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Narra Pilar

"Tengamos una cita"
Mis ojos se mantienen abiertos mientras observo a Purre sin un rastro de vacilación en su rostro esta mirándome muy decidido y con ambas cejas alzadas mientras yo intento buscar explicación a esto y cuando no lo encuentro, rompo a reír.
Purre frunce su ceño.
- Te parece gracioso?
- A ti no? Le pregunto. - Que es esto?Una broma de mal gusto.
- No lo es. Se encoje de hombros. - Es tan raro que te pida una cita?
- Si, lo es.
- Pues no es una mentira. Da un paso mas hacia mi y sus ojos se clavan en mis labios - Quiero una cita contigo, Pilar Pascual.
Me muerdo los labios y otra sonrisa se
me escapa.
No voy a mostrar debilidad ante él, no de nuevo.
Doy un paso y lo miro a los ojos.
- Y que te hace creer que yo quiero una cita contigo?
Purre retrocede y sonríe.
- Por que sonries?
Interrogo con burla.
- Porque no tienes opción.
- Ah no?
- No, tendremos una cita o yo mismo ire por ti.
Mi corazón se acelera y no puedo creer que El Purre caiga tan bajo, aunque yo ignore que se trae con su invitación, ya es demasiado con que me ameace a ir por mi a casa y entiendo que lo idiota le queda corto para describirlo porque él no parece entender el propio significado de sus palabras, esto es un juego para él, no tiene ni idea que puede desatar si vuelve a ir y no me refiero a la consecuencias, porque ellas irán directamente hacia mi.
- Si que lo hijo de puta queda corto en ti.
Espeto.
- EI sabado en el centro., a las 6. Pronuncia y me da espacio antes de
marcharse. - Te veo ahí, nena.

Si esta es su manera de acercarme, lo que este logrando es que en serio lo odie de verdad.

~*.

Odio quedarme en casa con Jorge y lo detesto más cuando mama no esta conmigo, cuando sale y me deja con él, igual a esta ocasión esos son los dias que más me preocupan y de los que más tengo miedo de descubrir que mi padrasto es cada vez peor que la imagen que tengo de el en el dia anterior.
Por ahora para mi tranquilidad se encuentra solo o al menos eso es mejor que verlo llegar con sus amigos esos dias trato de salir de casa lo mas pronto posible y hasta dormir en el departamento de cualquier chico que
me invite prefiero eso a estar rodeado
de esos tipos desconocidos.
He visto como me miran y lo odio.
Odio tanto esto.
Mientras mama no esta, he buscado distraerme, estoy limpiando la suciedad de los azulejos del baño, al menos para mantenerlos limpios porque yo parezco ser la única preocupada por como se vea este chiquero al que llamamos hogar,
ademas pronto serán las 6 y no se me ha olvidado la amenaza de Purre, limpio por unos minutos más antes de dar por hecho que el baño se encuentra perfectamente como para sentarse sobre el inodoro, subo a mi habitación y me cambio con lo primero que encuentro, unos short y una camiseta de casa.
Ni de puta broma voy a vestirme bien para él.
Bajo las escaleras con cuidado y cuando camino por el pasillo hacia la puerta, escucho pasos detras de mi.
- A donde coño vas, Pilar?
Mierda.
- Vas a prostituirte, perra?
Mis puños se aprietan, Jorge se detiene frente a mi tambaleando y con la botella de cerveza en la mano izquierda.
- Voy a salir, Jorge.
Respondo abro la puerta y él me la cierra de golpe logrando que encoje los hombros por el ruido.
- Y a quien le has pedido permiso?
Alza la voz.
Acerca su rostro al mio y yo mantengo mi cuerpo encogido, cuando vuelve hablar el calor que me provoca el alcohol en su boca se siente en toda mi cara.
- Acaso ya hiciste la puta limpieza?
- Ya la hice.
Se inclina hacia atras y observa el pasillo, regresa su mirada a la mia me muestra la botella, mis ojos se abren y mis hombros vuelven a encogerse cuando la estrella en el suelo, el liquido oscuro se espace hasta las paredes y los trozos de vidrios también.
Alzo la mirada a sus ojos.
- Lo ves limpio acaso?
Mis ojos se abren y él se rie.
- Límpialo. Señala ordenándome. - Y podras irte.
Al no escucharme, se enfurece más.
- Vas a hacerme repetir las cosas?
Me quedo parada.
- Límpialo, Pilar, no querrás que tu madre se entere de la zorra eres, no?
Lo siento, mama, pero no puedo más...
Ya no puedo más.
- No lo haré.
Su rostro luce confundido.
- No lo hare, Jorge. Repito. - No voy a hacer lo queiras, límpialo tu.
Se recupera de la confusión marcada en sus ojos y poco a poco veo la molesta ocupando su lugar.
- No lo haré.
Pronuncio con voz débil.
Abro la puerta y tan pronto como siento el aire del exterior golpearme, lo que realmente recebido es una bofetada en mi rostro. Tan fuerte que caigo al suelo sintiendo el sangre en mi boca.
- Te encanta desafiarme.
Me golpea una vez mas y mis ojos se cierran mientras el ocupa lugar sobre mi, entonces algo sucede porque ya no siento sus patadas y me cuesta abrir
los ojos y con mucha dificultad lo hago al escuchar otros golpes.
Con miedo de que mama sea su nueva
víctima intento levantarme y hasta me
duelen los ojos de lo mucho que los abro sorprendida al ver a Purre en una constante batalla de puños contra el rostro de Jorge, es como si ambas manos estuvieran peleando contra su rostro, como si se disputaran cual de sus dos puños sangra más.
- Purre..
No debi hablar..
No debi hacerlo.
El decir su nombre y su sola mirada sobre mi me hizo ver que me veia peor de lo que me imaginaba en la cabeza, lo cual no puse en discusión porque me dolia todo, incluso pronunciar su nombre me dejo dolor en la mandibula y eso fue el detonante para que él no parara, al menos no hasta que otro grito lleno el pasillo, con dolor hice otro esfuerzo sobre humano y dirigi la mirada a la voz mi madre se encontraba ahí completamente horrorizada y no se de donde saque fuerzas, pero logre apartar a Purre de mi padrastro mientras el yacia sobre suelo probablemente muerto.
Mama gritaba sin parar.
- Que has hecho, Pilar? Comenzó a acusarme. - Te dije que no lo hicieras enfadar.
No puedo estar hablándome enserio..
- Mama...
Ella no está bien.
- Jorge nos quiere... él nos quiere, voy a cuidarlo y tu no hagas esto más..No lo lastime.
A él?
Dios...
Extraño a mi papa..
- Pilar, tenemos que irnos.
Levanto la mirada a su rostro y niego, no se que hacer, estoy en shock.
- Joder, no voy a dejar que te quedes aquí.
Aprieto los labios y otra vez siento más lágrimas caer por mis mejillas.
- Y a donde supone que voy a ir?
El guarda silencio y traga como si le pesara, mantiene sus ojos sobre los mios y siguientes palabras hacen más que sorprenderme.

- Estoy diciendo que te vienes conmigo.

Perdoname Donde viven las historias. Descúbrelo ahora