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Narra Pilar

Dormir al lado de Purre es..
Prefiero no ponerle nombre.
Por lo general soy yo la que despierta
primero en la mañana y hoy no es la
excepción, lo encuentro profundamente dormido con la cabeza en mi dirección mientras su pecho sube y baja.
Purre luce igual que las mañana que despertaba a su lado, me quedo viendo su rostro sin ninguna expresión y tengo muchas ganas de golpearme cuando me doy cuenta los minutos que han pasado mientras me he mantenido en esa posición.
Déjate de tonterias, Pilar.
Le doy otra mirada a Purre.
Por que tenia que arruinarlo, idiota?
Paso las manos por mi cara y me sobo los ojos antes de ponerme de pie estoy desnuda y me pongo lo primero que encuentro en el suelo, mi camiseta de dormir y unos short que encuentro luego de agacharme para observar debajo de la cama, salgo de la habitación descalza dirigiendome al baño y finalmente a la cocina por un vaso de agua, del cual solo llego a tomar hasta la mitad porque la puerta principal se abre mostrándome a
alguien conocido.
Lo primero que ve el Señor Gimenez es a mi, esta muy sorprendido y si es posible confundido también.
Purre aparece detras de la puerta de la habitación y da con su padre.
La molestia cruza sus ojos.
- Otra vez entrando sin tocar?
- No crei necesitara tocar en una casa que yo pago.
Cuando creo que habra una discusión de las que ya he presenciado en el pasado, vuelvo a tener su atención.
- Pilar!
- Buenos dias, Señor Giménez.
Me atrevo a saludar y él asiente
respondiendome, vuelve a mirar a Purre y luego a mi.
- Ustedes..
Ay no..
- Han vuelto?
- En re..
- Si.
Mis ojos se abren tras escuchar la respuesta de Purre. Su padre luce mas sorprendido que cuando me vio.
- Hemos vuelto.
Vuelve a mencionar.
- Vaya y yo que crei que otra vez te
encontraria en tu abismo de depresión.
Purre frunce el ceño.
- A que has venido?
- A recordarte lo que seguramente has olvidado. Le responde. La confusión es notoria en Purre. - El cumpleaños de tu madre se acerca.
- Y creíste que olvidaria algo tan
importante como eso?
- Has dejado de visitarla. Que quieres que piense? Purre no responde y quizas es por la culpa, su padre suspira y al volver a hablar lo hace mas tranquilo. - Estaba en contra por temor a las condiciones en que llegues, pero tu madre insistio y no tengo la voluntad para decirle que no.
- Dile que estare ahí.
Su padre asiente y vuelve a mirarme.
- Quizás debas llevar a Pilar.
A pesar de que quiero contradecirlo, no lo hago.
- Gracias.
Mira una vez mas a su hijo.
- Como vas con el equipo?
- Aún estoy viendo eso.
- Ya hemos hablado de eso, José.
Le dice con molestia.
- Lo se. Alza la voz. - Solo necesito unos dias.
- Eso espero.
Me da otra mirada.
- Me gusto verte, Pilar..y espero que tu presencia ayude a Purre a tomar buenas decisiones.
- Igualmente, Señor Gimenez.
Él asiente despacio y luego de mirar a Purre, abre la puerta y sale por ella.
Ha sido verdaderamente incomodo y
sigue siendo hasta que recuerdo las
ridiculas palabras que Purre le dijo a su padre.
- Hemos vuelto, en serio?
Una sonrisa curva sus labios mostrando sus hoyuelos.
- No es de todo una mentira. Estamos juntos no?
- No..
Intento hablar, pero me interrumpe.
- Pero lo vamos a estar.
- Tienes demasiada confianza. Suspiro..- Ya te dije que no..
- Que no vas a darme mas que sexo. Me interrumpe. - Por ahora..
- Por ahora no, por siempre.
Le corrijo.
Guarda silencio, pero no veo decepción en su mirada, cuando quiero dar por finalIzada esta conversación absurda. él vuelve a hablar.
- Le agradas a mi padre. Encoge los hombros y los baja. - Supongo que no tendré que preocuparme de que se lleven bien cuando volvamos.
Dios, no puedo ganar con él, ni siquiera esta discusión que ni debería estar en discusión.
- La yo de antes le agradaba y era
porque creia que sentaste cabeza conmigo ,ya vemos que se equivoco , y
dudo mucho que la yo de ahora le
encanto.
- Eso no lo sabes.
Purre me sonríe.
- Y estoy seguro que la verdadera tu no es esta.
Lo dice con tanta seguridad y muy cerca de mi, que la debilidad vuelve a hacerse presente en mi cuerpo.
No te atrevas a latir por él.
Trago despacio y rompo la conexión absurda en nuestra miradas.
- Tengo que ir a casa.
Su expresión egocentrica cambia
mostrándome un rostro molesto.
- Que?
- Debo volver a casa e ir por mi ropa. Aclaro esas ideas que de seguro tiene en la cabeza. - No crees que usare solo estos cambios de ropas que me diste?
Se siente aliviado cuando termino pero lo que sigue no me lo espero.
- Bien, vamos.
Camina para ir directo a la habitación, pero lo detengo colocando mi mano sobre su pecho desnudo.
- Hey, no tienes que venir.
- Claro que tengo.
Bajo la mano de su pecho y lo miro a los ojos.
- Purre..
- Escucha, Pilar, olvida lo que estas pensando ahora porque no hay forma de que yo te deje ir sola. Dice como si me leyera el pensamiento. - No voy a dejar que vayas sola.

~*.

Una hora despues entiendo que no puedo ganarle discusiones a Purre, ni cuando le pido que espere en el coche mientras y voy por mi ropa insiste en acompañarme dentro y terminamos por ingresar mientras yo ruego dentro de mi que Jorge no se encuentre, cuando acabo de guardar mis cosas, en un descuido intencional dejo a Purre solo y me dirijo a la habitación de mama, ella esta durmiendo con las sabanas caídas por sus rodillas, le cubro con ellas y acaricio sus mejillas, aún con mi tacto ella no despierta.
- Voy a buscarte ayuda. Le digo en voz baja. - Voy a buscar ayuda y te sacaré de aqui.
Siento las lagrimas llenarse en mis ojos y me las aparto.
- Te quiero, mami.
Me incline para presionar mis labios sobre su frente y cierro la puerta con cuidado antes de salir de la habitación bajo al primer piso y dejo algunas compras que hice para ella, en su mayoría alimentos y que le evitaran el dolor de los golpes de Jorge cuando se le agarre el capricho de tener hambre, con esto puedo evitar que él le haga daño, lo haré, traere comida cada semana.
Al intentar subir las escaleras Purre ya se encuentra bajando con mis dos maletas repletas de ropa regresamos al coche y mete cada una en el maletero antes de arrancar y ir directo a casa o al menos lo que se supone que debe ser para mi ahora.

~*.

Detiene el coche en frente y apaga el
motor.
- Encontre algo.
Me dice con una sonrisa. Se gira hacia atras para alcanzar una caja que ignoraba y que al parecer tiene cosas mias, cosas materiales, como fotografias, libros y todo lo no relacionado a ropa, o al menos eso es lo que veo cuando la abre para sacar algo de dentro.
Me alcanza un oso de peluche y reconozco perfectamente cual es.
Es mas, crei que me habia deshecho
de él.
- Creí que lo habias botado.
- Yo también.
No luce nada contento con mi respuesta y no me detengo.
- Revisaste mis cosas?
Pregunto con molestia.
- Traje lo que creia que seria necesario.
Un oso es necesario?
Quiero preguntar, pero me lo guardo para mi y cambio de pregunta.
- Para que necesitaria un oso?
- La misma razón por la que lo mantuviste guardado.
Levanto la mirada hacia él.
- Y me hubiera sentido mal si no lo encontrara. Confiesa, toma aire y sigue. - Recuerda? No pude ganarlo en la feria y tuve que negociar su precio.
Recuerdo bien ese dia y termino dejando escapar una sonrisa, bajo la mirada al oso en mis manos y aprieto su nariz.
- Pilar..
- Uhmm.
- No voy a permitir que vuelvan a lastimarte.
Lo miro una vez mas y mi corazón late con fuerza, siento las lagrimas en mis ojos mientras y lo miro.
- Lo prometo.
Traga despacio y coloca su mano sobre las mias las suyas estan muy frias, como el hielo y provocan un escalofrío por mi cuerpo.
- Lo prometo. Una vez mas promete mirándome a los ojos. - No voy a dejar que ten hagan daño.
Miro sus ojos y se ve tan honesto que una parte de mi quiere creerle, pero no puedo y siento las lagrimas llenarse cada vez más.
Lo siento Purre.
Realmente lo siento..
Aparto su mano de la mia retirándola y la desilusión marca sus ojos tras mi rechazo, pero esto no sera igual que
antes, no lo será.
- Empieza por no dañarme tu. Le digo y por su expresión no esperaba eso de mi, pero no me detengo. - Entonces tendrás el derecho de decirme eso.
No me responde y lo entiendo, todas sus palabras y sus promesas son borradas de mi mente porque compruebo que Purre sigue siendo el mismo inseguro.

El mismo inseguro que un dia puede estar a mi lado y al otro puede volver con ella.

Perdoname Donde viven las historias. Descúbrelo ahora