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Narra Pilar

- Giménez ya se fue?
Comienza Matias con el interrogatorio cuando ingreso a la habitación.
Le doy una mirada a mama, quien sigue dormida y vuelvo mi atención a él.
- Se perfectamente que estabas
escuchando detrás de la puerta.
Recuesta su espalda en el respaldar
del mueble.
- Me conoces demasiado, cielo. Y bien?
- Matias.
- Hasta senti pena por él, Pilar.
Eso me hace sentir peor.
- Y seguramente ahora mismo tiene ganas de matarme. Suspira. - Pero a mi no puedes mentirme. Te conozco, aunque solo sean unas semanas desde que follamos esa noche.
- Matias!
- Estas segura que estas haciendo lo correcto?
Guardo silencio y cuando abro la boca
para hablar, Daniel irrumpe en la habitación, seguido de una Carolina
preocupada.
- Que le dijiste a Purre, Pilar?
- Dani.
Dice Carolina prácticamente rogando.
- Mi mejor amigo se fue echo un desastre de aqui. Que coño le dijiste?
Matias se para como un resorte y mis
ojos se abren.
- Amigo, creo que te estas pasando.
Dice con molestia.
- No te metas en esto, Matias.
- Daniel, ya basta. Carolina se coloca delante de él. - Pilar no tiene la culpa de las decisiones que Purre tomo en el pasado, si él esta sufriendo es culpa suya.
Los ojos de Daniel observa furioso a Carolina.
- Que mierda estas diciendo, Carolina?
Ella se enfurece.
- Escúchame bien, Daniel, no me interesa cuan molesto estes ahora mismo, pero si vuelves a hablarme asi en tu vida, te juro que nunca mas me vuelves a ver.
Veo el temor en los ojos de Daniel.
Carolina se vuelve hacia mi.
- Lo siento, Pili.
No respondo y ella sale enseguida de la habitación, antes de que Daniel se vaya también lo detengo.
- Daniel, que ha pasado?
Parece que la amenaza de Carolina ha
logrado que el enojo se desvanezca de su rostro.
- No tengo la menor idea de que ha pasado entre ustedes, pero, Purre se marcho furioso del hospital. Me dice y mi corazón se aprieta, siento los ojos de Matías sobre mi. - Lo siento, Pilar. joder, Carolina tiene razón, pero estoy preocupado y ahora mismo no se si debo ir a buscar a mi mejor amigo o conseguir que mi relación no se acabe.
- Haz lo segundo.
Sus ojos se abren.
- Yo ire por Purre.
Espero no arrepentirme.
- Voy a buscarlo.
- Pilar..
Trago duro y me vuelvo hacia Matías.
- Crees que..?
Él asiente con una sonrisa.
- Cuidaré a tu mama, cielo y si pasa algo, ire enseguida por ti.
Muevo la cabeza afirmando y me vuelvo hacia Daniel.
- Tienes idea de donde puede estar?
- Me hago una idea.

Atenta espero que me diga donde.

~*

Narra Purre

- Dame otro.
Pido desde la barra mientras el barman tiene toda su atención en una pareja.
Muevo mi vaso insistiendo.
- Espera tu turno, amigo.
Me dice el chico.
Estoy enojado y que me conteste exigiéndome que espere, hace que el
enojo recorra mis venas otra vez.
- No estoy hablando contigo, amigo, y no soy puto amigo.
Se levanta furioso dispuesto a venir a
pelear conmigo, pero su novia le pide que no se involucre con un borracho como yo.
Si ahora en eso me he convertido.
Un jodido borracho.
El Barman se acerca a mi dándome mi correspondiente trago.
- Te vez fatal, Jose y son cerca de la una ve a dormir.
- No tengo sueño.
El suspira mientras limpia los vasos con un trapo.
- Y ahora que paso? Te ves peor que las veces que vines a beber por Malena. Es por ella otra vez?
Niego con la cabeza.
- Es otra chica?
Guardo silencio.
- Bien, supongo que necesitas esto los tres de ahora van de mi cuenta.
- Gracias, hermano.
Se encoje de hombros y va a servir a otra pareja luego de dejarme los tragos.
Me acabo los tres en unos minutos y hubiera pedido más de no ser de escuchar un comentario entrometido.
- El alcohol no ayuda a olvidar los problemas.
- Y quien coño te.. ?
Me detengo al reconocer esas facciones, ese rostro y ese cabello rubio.
- Ni siquiera un corazón roto.
Pilar toma lugar junto a mi en el taburete.
Trago con pesadez sintiendo el alcohol impregnado en mi garganta.
- Como me encontraste?
- No tienes mucha imaginación. Comenta y una sonrisa cruza sus labios. - Venir al lugar donde volvimos a encontrarnos, muy original y romantico, Purre.
Guardo silencio.
- Daniel me dio una lista de los lugares
donde podrías estar y después de ir a casa, buscarte en la universidad que por cierto estaba cerrada, pero pude echar un vistazo a traves de las rejas del campus y.. Toma aire y continua. - Finalmente vine aqui, creo que debi empezar por este lugar.
Toma un respiro y sigue.
- Levántate te llevare a tu casa.
- Que estas haciendo aqui, Pilar?
Guarda silencio.
- Por que estas aqui?
- Por que estas tu aqui?
Una sonrisa cruza mis labios.
- No es obvio?
- No, no lo es. Suspira. - Nunca me ha gustado verte beber.
- Por eso no lo hacia cuando estábamos juntos.
Ella sonríe y baja la mirada apoyando las manos en el taburete.
- Realmente te quiero, Pilar. Pronuncio sin importarme verme como un pobre diablo, sus ojos se abren y me observa. - Te quiero, nena, pero.. de que me sirve si no me crees?
Trago duro y ella guarda silencio mientras sus hermosos ojos verdes me observan, lo que sale a continuación de su boca me deja sin habla.
- Y te vas a dar por vencido facilmente Vas a darte por vencido solo asi?
- Qué?
- El Purre que conozco y el que me enamoro la primera vez no se dio por vencido hasta volverme su novia.
Aunque sus palabras deberían llenarme de esperanza es todo lo contrario.
Odio a ese Purre, lo odio porque lo echo a perder y es la razón de mi jodido sufrimiento actual.
- Ese Purre era un idiota.
- Ahora luces como idiota. Me dice y vuelve a suspirar. - Bebiendo por una chica y emborrachándote.
- Solo si eres tu.
Su corazón debe estar latiendo muy rápido, lo veo en su rostro.
- Tienes talento.
Sonrío.
- No creí que fueras un cobarde que se rindiera facilmente.
Después de todo lo que me ha dicho ella viene y me dice esto, para mi es difícil entenderla.
Que es lo que realmente busca de mi, Pilar?
- Tal vez lo soy.. cuando no tengo razones para seguir.
Ella ya lo dejo claro.
Me ha dejado claro que no siente nada por mi.
- Y si hubiera razones?
La miro sin comprender.
- Pilar..
- Quinas las hay.
Mi corazón se acelera.
- Que clase de razones?
- Solo es una. Se corrige ella misma
mirándome a los ojos. - Y es suficiente.
- Y cual es, nena?
Ella se calla y con solo mirarme con sus ojos temblorosos provoca miedo en mi, Pilar se ve como si tuviera miedo de seguir o de arrepentirse lo que esta a punto de salir de sus labios.
Entonces escucho y creo que estoy en
el maldito paraíso.
- Porque te quiero.
Mis ojos se abren.
- Qué?
Traga despacio y vuelve a pronunciarlo con la misma voz temblorosa.

- También te quiero, Purre.

Perdoname Donde viven las historias. Descúbrelo ahora