Dos años habían pasado desde la última vez que había visto a su adorada esposa y uno desde que había partido a las tierras de los Partos, dejando el trono al cuidado de su hijo, con la intención de unirse a esa campaña. Le había tomado mucho más tiempo de lo esperado encontrar la forma de cumplir con su palabra, simplemente mientras más investigaba más difícil se le hacía entender, como una magia distinta había intervenido en su deseo, trayendo consigo a las hermanas de Arendelle y a Ruby allí, aun así, cuando finalmente encontró una solución que complaciera a las hermanas, pero no su curiosidad de desvelar los secretos de aquel suceso, solo se desvió a lo que a ella, le incumbía usando su propia magia para abrir el cielo en un destello a mitad de la noche, llenando de la magia de Storybrooke todo esa tierra en un golpe que la envió al piso.
Se sintió ligeramente cansada y mareada por todo el ajetreo, pero insistió a pesar de ello, en que todo debía continuar, mientras su magia mantuviera la unión de sus mundos, abierto, debido a que solo sería cuestión de segundos para que perdiera la conciencia, una petición que las dos mujeres no pudieron negar abandonando ese mundo, dejando atrás a una sonriente y falsamente distraída consejera. Las hermanas regresaron de esa forma a su tierra llena de perfecta nieve, con algo más que agradecimiento para la morena, mientras que Ruby, solo se quedó a su lado, con el pretexto de que adoraba esa vida llena de lujos, sin embargo, la reina pensaba con frecuencia de que solo lo había hecho para cuidarla, una forma particular de proteger el poco amor verdadero que quedaba en el mundo. Fue así, como ambas terminaron embarcadas junto con una flota de nuevos barcos y un ejército recién entrenado, a las tierras de los Partos, con la esperanza de unirse a la campaña de la general y cumplir las ansias de la reina de volver a ver su preciada esposa.
Cosa que no se hizo realidad, pues las tierras en las que se encontraban eran tan amplias y traicioneras, que las batallas solían moverse de un lado a otro, en cuestión de días, acompañadas de emboscadas y traiciones, algo que exasperaba a la reina a medida que el tiempo se acumulaba. Dejándola cada día, con la seguridad de que solo era cuestión de tiempo para que ella abandonara toda esa ridícula estrategia y se dispusiera a cruzar todo el árido terrino hasta el campamento de Marco Antonio, cosa que hubiera hecho esa misma noche, de no ser, porque Ruby apareció, con un nuevo mensaje de la rubia, uno de los pocos que había logrado escribir durante todo ese tiempo, debido a las complicaciones que trae una campaña en movimiento.
"Querida esposa...
Hace dos años que estoy lejos de ti, y el dolor de tu ausencia me ha invadido de tal forma que ya no puedo sentir el corazón latiendo en mi pecho, sin embargo, finalmente el tiempo de volver a ti ha llegado, gracias a que esta guerra está próxima a terminar, por lo que te pido que te reúnas conmigo en las tierras de Calcis, dentro de una semana exactamente. Sé que asistirás, por lo que contare cada momento hasta entonces, aguardando con una grata sorpresa para ti"Una oleada de sentimientos contrapuestos inmediatamente golpeo a la morena, había tanto en esas líneas y al mismo tiempo tan poco, que no estaba segura si una vez más Octavia jugaba con sus esperanzas o se trataba realmente de la general, después de todo, ella misma se había asegurado de que las cartas fueran enviadas y traídas por un mismo mensajero cada vez, un mensajero valiente y decidido así como Ruby lo había sido, además, era improbable que esa mujer supiera donde estaba Emma, su posición siempre era secreta incluso para la reina misma, y la caligrafía tenía esa calidez única de la rubia, sin embargo, le perturbaba la abrupta petición, y el hecho de que el reino de Calcis no pertenecía a los Partos, sino que pertenecía a Roma.
-Estoy segura de que esto se trata de una vulgar trampa. – intervino Ruby ante la incertidumbre de la mujer. - no hay forma en que la reunión sea en un reino romano, solo porque el emperador decidió de un momento a otro prestarle su tierra a Marco Antonio.
ESTÁS LEYENDO
La Serpiente Del Nilo.
FanficAtrapadas en un tramo de la historia, viviendo una fantasía de amor con otro aspecto y con otra mente. Largas serán las noches en el desierto hasta que puedan reencontrarse, las dos almas que se añoran mutuamente, siempre reina y siempre guerrera, h...