".... Entonces la diosa creo el terreno más fértil que cualquier otro campo virgen en el mundo, creo los árboles que cubrirían los secretos que el lugar poseería, creo ríos y lagos que nutriesen el bosque, y por último creo las montañas, para que sus demás hijos vigilasen a sus hermanos.... Entonces ella se giró hacia los 5 lobos que la miraban con devoción y amor –estas serán sus tierras –proclamo con calma –cuiden de ellas, como ellas cuidarán de ustedes.... Entonces fijo su mirada hacia el primer lobo, cuyo pelaje era tan oscuro como su reino nocturno – Obsidiana será la guardiana de la paz, cuidaras de tu raza y tus demás hermanos de otras razas, siempre viendo por el bienestar de cada una de ellas – el lobo asintió con solemnidad y se apartó unos pasos dejando al frente a los demás lobos. La diosa miro al lobo de brillante blanco e inmaculado– Diamante procurara que a ninguna manada le falte sustento, para que vivan sin preocupaciones – el lobo dio una reverencia, inclinando su cabeza y aceptando sus palabras. Después coloco su mirada en aquel lobo de pelaje acaramelado que la miro expectante – Oro se encargara de que cada territorio sea idóneo para sus hermanos, para que todo sea justo y equitativo – al igual que el anterior lobo albino, el lobo de pelaje claro se inclinó con sumisión – Plata –llamo ahora a un lobo de pelaje grisáceo –se encargara de garantizar a las futuras generaciones un vasto conocimiento, les enseñara a convivir en comunidad –y entonces la Diosa se giró al último lobo, de pelaje café oscuro – por último, Cobre, será el más importante, guiara con sensatez a sus compañeros, siendo un mediador en los conflictos que en algún momento las manadas puedan poseer..."
Le habían fallado a la Diosa Luna.
Ser un mediador, una barrera, un guardián entre las demás manadas. Ese era su deber, el deber con el que la diosa le había confiado el cargo de alpha el día de su transformación.
Se había esforzado en aprender, en llenar los zapatos que todo buen líder debe portar. Y creía haberlo conseguido, creía ser buen alpha para la manada de Cobre.
Entonces Obsidiana fue eliminada.
Nada fue lo mismo a partir de ese momento. No se necesitó la visión premonitoria de ninguna bruja para saberlo. Se percibía en el aire. Esa sensación de vacío, la falta de su presencia en los territorios había creado un abismo en los corazones de todos los habitantes del bosque.
Incluso aun cuando se intentó ocultar de su existencia a las futuras generaciones, estas podían percibir la falta de algo. Aunque no supiesen el que.
Obsidiana era, no solo fundamental en el equilibrio del bosque, sino en el equilibrio entre las demás razas.
Cuando fue eliminada, toda relación se había esfumado, las noticias acerca de las demás razas se habían vuelto tan escazas.
Incluso la posibilidad de tomar el deber de Obsidiana en sus manos le había sonado tan aterrador que ni siquiera trato de obtenerlo, Suficiente tenía con los problemas que vinieron después en el bosque.
ESTÁS LEYENDO
Guerrera de la Luna
WerewolfATENCIÓN: esta historia está siendo reescrita por lo que si leen la segunda parte que ya está disponible no tendrá sentido. Licántropos, esa es mi vida. Una en la que a existen personas que pueden transformarse en lobos gigantes que podrían arranca...