Electricidad (Volkacio/Muertacio) TERMINADA ♡

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Narrador Omnisciente

Ya era hora del encuentro. Habían arreglado juntarse en un bar que además de alcohol servían cenas.

Y ahí se encontraba Horacio en una mesa sentado, tenía en sus manos una servilleta que en unos segundos le dio forma de una mariposa.

No obstante, el lugar se encontraba medianamente lleno, el de cresta pudo divisar a Volkov entrando al establecimiento.

Horacio alzo la mano en señal de llamar su atención, el mayor tardo unos segundos hasta identificarlo y se acercó.

-Buenas noches Horacio- le sonrió

-Buenas noches Volkov- le devolvió la sonrisa. Su corazón estaba a mil, sus manos levemente sudaban y a su pierna izquierda le había agarrado un tic.

-Linda mariposa, yo ni es un millon de años podria hacer algo ni parecido-

-Quedatela- Horacio sonrio y empujo la pequeña mariposa hacia el contrario.

-¿Que tal el día?- pregunto el peli grisáceo mientras veía la hoja de menú y se guardaba la mariposa en el bolsillo de la chaqueta

-Pues bien, más tranquilo de lo que era la otra ciudad- Volkof bufo pero Horacio siguió restándolo importancia –El resto del día junto a Gustabo nos encargamos de las denuncia, pero ya sabes como son la mayoría, absurdas, ¿qué tal el tuyo?-

-Regular- Levanto la mirada y se encontró con los ojos del menor –Un atraco, robo de coches, nada destacamente-

Poco después un mesero anoto sus órdenes y se retiró. Hubo un silencio incomodo entre ambos. Después de todo era normal, no se habían visto en mucho tiempo. Pero Horacio fue el primero en romper el hielo.

-Dime…- tosió antes de continuar –Que fue de ti en todo este tiempo que me fui-

-Para ser honesto, al comienzo me deprimí porque algo internamente sabia que no volverías en un buen tiempo. Pero aun así aquí me ves como comisario del cuerpo de policía. Gano bien, tengo mi casa, mi auto. Si, admito que sufrí algún abuso por ser un sabelotodo en la secundaria pero fue leve- suspiro, dio un trago a su bebida y continuo –Horacio me dio una total paz verte de nuevo en la ciudad, te extrañe amigo-

Horacio sonrió y rio ligeramente pero internamente esperaba un poco más de afecto por parte del mayor. Recordaba que de pequeños era un poco más suelto y hasta más afectuoso.

-Y tu Horacio, veo que has cambiado físicamente y que llevas otras pintas- El mayor hizo un movimiento en circular sobre su cabeza, haciendo referencia a la cresta del contrario.

-Cuando me mude, fue difícil adaptarse y no exagero, ir por la calles era saber que en cualquier momento te robarían, sin importar si eras niño, joven, adulto o anciano. Sino fuera por la ayuda y el carácter de Gustabo yo ya estaría muerto-

Ambos se detuvieron a disfrutar de la cena antes de que se enfriaran.

-Y con respecto al cambio físico, gran parte se debe a todo lo que corría cuando nos perseguían y un poco de gimnasio, y la cresta, pues no se, me gusta, me identifica, aunque más que cresta son rapados a los costados y dejar el cabello del centro tirado hacia un costado- Los dos rieron al unísono, y el resto de la noche continuaron hablando y bebiendo algún que otro trago.

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Al salir del local se dirigieron a un estacionamiento, ya que Volkov se había ofrecido acercarlo a la antigua casa de Horacio, la había alquilado junto a Gustabo y lo mejor fue que Volkov aún seguía viviendo en la casa de siempre, iban a volver a ser vecinos, con el único detalle de que su hermano Jack viva en otro lado y que Gustabo vivirá junto a Horacio. En absoluto no le disgustaba, al contrario estaba alegre.

-Muy buen salario tienes como para que tengas un Lamborghini- Volkov rio y se adentraron al vehículo.

En todo el transcurso hacia las viviendas, Horacio admiraba el perfil del mayor, mientras que una que otra vez Volkov se giraba encontrándose con los ojos verdes que amaba pero que no admitiría.

Exactamente no amaba, o al menos no lo sabía en ese momento, pues sus sentimientos eran un total lio. Actualmente se sentía bien saber que volvería a ser mejor amigo de Horacio pero pensamientos y emociones descontroladas lo desestabilizaban.

Al llegar, se despidieron con un abrazo corto y un sonrojo por parte del menor. Ansiaba con toda su vida y alma que esta vez se diera una posibilidad con Volkov. Mientras que el mayor solo ansiaba no volverlo a perder y aprender a controlar todo lo que se le venía a la cabeza. Solo le parecía atractivo y le gustaba que le transmitiera paz pero eso no significaba querer algo más, o si?

Volkov se tiro en su cama, metio las manos en su chaqueta para tirar su celular, las llaves y la billetera pero se detuvo cuando toco la servilleta en forma de mariposa. La admiro unos segundos antes de taparse los ojos con su antebrazo.

Estaba siendo consumido por el cansancio y las imágenes mentales que tenía sobre Horacio.

-Oh shit- dijo antes de terminar de conciliar el sueño.

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Por otra parte Horacio se recostó en el sofá, cerró sus ojos pero Gustabo llego para sentarse a su lado, que venía acompañado de un tazón con cereal.

-¿Y? ¿Qué paso?, ¿le dijiste y se comieron el morro?-  el rubio empezó a poner cucharadas en su boca.

-No, solo hablamos- Horacio sonrió inconscientemente.

-Mas le vale al cabeza de hormiga no lastimarte- Horacio rio ante los apodos que le ponia al comisario.

-No te preocupes-

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Alo
*Explosion de brillos*
¿Como estan?

Les dejo el capitulo y me retiro lentamente.
Espero que esten bien y nos vemos.
(Y que os haya gustado)
:)

ℳⓐℜ ✞