El gato desapareció con el amanecer.
Me sentí engañada, triste y descolocada. No tenía ganas ni de comer, ni de leer, de nada. Quería encontrar a Deivd, era lo único que necesitaba, también aclararme, ya que había demasiadas emociones, me habían mentido en todo, personas a las que admiraba o trataba de hacerlo, y solo una pregunta rondaba por mi cabeza: '¿De dónde venía exactamente?'
Fuera estaba lloviendo, las gotas caían al compás del sonido del piano que alguien tocaba en el salón, la pieza no la reconocía, pero era armoniosa y algo melancólica, propia de un día de lluvia. Bajé al salón, abrí la puerta; sentada al piano se encontraba Miss Yeinx, a su lado, Margareet, las dos parecían fantasmas del pasado, una sí lo era, ¿qué hacía allí? la otra solo miraba a la partitura y a las teclas de aquel viejo piano con mimo
+ Miss Yeinx ¿está usted bien? (cuando me miró, vi desvanecerse tantos pensamientos en sus ojos, era como ver a alguien que no quisiese vivir más)
- Buenos días, Lizzy. Sí, lo estoy y siguió golpeando armoniosamente aquel piano.
Salí del salón, debía dejarla sola, algo le pasada, estaba claro, detrás de mi sentí un escalofrío, era ella
+ ¿Qué quieres? ¿Dónde esta Deivd? (enfadada)
- No sé de lo que me hablas Lizzy
+ Deivd, tu te lo llevaste, ¿dónde está?
- Si tienes que preguntar... jamás lo sabrás. Si lo sabes, solo necesitas preguntar.
Y se fue.
¿A qué vino eso?
Subí a mi habitación repitiéndome aquella frase, pero antes pasé por la de Deivd, estaba justo como la había dejado, solo que ahora, Cloré dormía en ella, no quería interrumpir su sueño, pues estaba hablando en voz alta y parecía relajada. Salí con cautela, pero una de las tablas del suelo, crujió, despertándola
- Deivd, ¿eres tú?
+ Soy Lizzy, Cloré, solo quería ver la habitación de Deivd
- Ven (me dijo incorporándose de la cama) sientate aquí (me señaló el lado opuesto de la cama donde ella no estaba sentada) lo añoras, ¿verdad?
+ Es que solo de pensar que no aparecerá o si lo hará, pero no de la forma en la que queremos, me duele, ¿y si ni siquiera está para mi cumpleaños? (Al borde de las lágrimas)
- Eso no ocurrirá Lizzy, aparecerá, tengo fe
Ambas recogimos un poco la habitación e hicimos la cama y pusimos en orden sus libros, suspiramos. Salimos de la habitación, cada una se fue por su lado, con sus pensamientos, y yo seguía pensado en aquella frase 'si tienes que preguntar... jamás lo sabrás. Si lo sabes, solo necesitas preguntar' ¿qué significa?
Dándole vueltas me dirigí a mi habitación, no tiene ningún sentido, ella esta aquí y allí, sin Deivd, ¿dónde lo dejó?
Alguien gritó. Alejándome de mis pensamientos.
El grito era ahogado, fuerte y desgarrador. Todos corrimos dirección al salón, al llegar, detrás del viejo piano, en el suelo, yacía Miss Yeinx, con unas heridas bastantes profundas, a su lado, el arma, un cuchillo, la ventana estaba abierta, pudo haber sido cualquiera, pensé, pero en la cara de Miss Yeinx se notaba el terror y a la vez, angustia. Algo más en lo que pensar.
Se la llevaron al hospital.
Cada vez quedaban menos en el orfanato, algunos niños ya habían sido adoptados, la mayoría amigos, más que compañeros, otros, como yo, seguíamos esperando a que lo hiciesen, por una parte, yo estaba adoptada, pero aún así, me sentía sola, mi único amigo había sido raptado o llevado no sé a donde.
Salí al jardín, al viejo y sucio columpio, donde había tenido aquel especie de recuerdo del pasado de Deivd, donde se le notaba tan relajado, tan él, donde estaba tan feliz, yo nunca lo había visto así, como en aquel recuerdo, pero seguía siendo mi niño, bajé de golpé a la realidad, la dolorosa realidad y seguí pensando en la frase que me había dicho Margareet 'si tienes que preguntar... jamás lo sabrás. Si lo sabes, solo necesitas preguntar', no la entiendo, ¿qué quiso decir? ¿por qué no me decía directamente donde estaba?
Entonces caí. El foso. Deivd estaba en el foso. Tenía que estar ahí.
Eran las cuatro y media de la tarde, una tarde bastante lluviosa y gris, melancólica, sí, pero con algo de esperanza en el horizonte, hacía más de cuatro días que Deivd había desaparecido, pero yo ya sabía, o por lo menos lo entendí así, que estaba en el foso, total, no perdía nada por ir, Cloré estaría esperando ahí, tranquila, aunque desesperada por Deivd, Fedderie no sabía ni que quería ni donde estaba, tampoco importaba, Miss Yeinx, ahora, en el hospital y mi gran problema, ella, Margareet, que no sabía exactamente que quería de mí y que podía hacer para que se fuese de mi vida, fui corriendo al orfanato, subí las escaleras, me dirigí a mi habitación, cogí la mochila con todo tipo de provisiones, me esperaba un largo día y cansado día, pero valía la pena, todo por él.
Y me fui.
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No sé, ahora... Piénsalo
Mystery / ThrillerLizzy, una niña de diez años con una enfermedad llamada leucemia, lucha por sus sueños en una época difícil como es la Segunda Guerra Mundial, muchos acontecimientos acompañarán a esta pequeña, pero con la ayuda de su incondicional amigo o no tan am...