'Corrí, corrí como nunca lo había echo y me sumergí en un mar de lágrimas, hambre...'.
Desperté de golpe, pues el sueño no era digno de seguir viviendo, no sabía que hora era, pero debían ser más de las siete de la mañana, ya que la luz del amanecer me entraba intensamente en los ojos, ¿a dónde iría ahora? Tenía mucha hambre y estaba calada hasta los huesos por el frío, salí del pequeño foso como pude y me puse en camino, a saber donde, estaba perdida, pero bajé calles, subí otras, zigzagueaba en las siguientes y en el fondo de la calle, a lo lejos, se veía una pequeña casa, los habitantes que allí vivían estaban despiertos, ya que la chimenea echaba humo, me acerqué y llamé a la puerta, no tardaron en abrirme, era un niño más o menos de mi edad, algo más alto, con el cabello castaño, delgado y un poco demacrado:
- Hola, (me dijo), ¿qué quieres?.
+ Hola, (le dije), la verdad es que estaba un poco perdida y me preguntaba si tendríais algo de comer...
- Sí, espera, ¿quieres pasar? (Me ofreció amablemente aquel niño). Mamá, es una niña muy bonita, solo busca que comer (le gritó a su madre), pasa pasa (me dijo).
+ (Me sonrojé) y pase.
Dentro, la casa era una casa más, no tenía mucho que ofrecer, pero se respiraba ese olor a hogar y a madre, algo que echaba en falta, aunque mintiera sobre ello.
- Hola (me dijo una mujer, alta, delgada y muy esbelta) soy la madre de Deivd, pero puedes llamarme Cloré, ¿quieres sentarte? (Me dijo señalando una pequeña banqueta).
+ Hola, encantada (dije y sonreí) mi nombre es Lizzy, sí, gracias.
Entró Deivd a la cocina (así se llamaba el niño que me abrió la puerta, un nombre extraño) dejó un trozo de pan duro, leche caliente y algo de fruta sobre la mesa de la cocina y se fue.
- Perdónale (se disculpó Cloré) es algo tímido, a veces.
+ No, no pasa nada, le entiendo, pero antes me abrió la puerta y me ofreció pasar como si me conociera de toda la vida...
- Es lanzado al principio (me dijo) pero luego, luego es demasiado tímido.
+ Oh, bueno (cogí el pan y la leche caliente y me la bebí, daba gusto sentir deslizarse algo por mi pequeña y delicada garganta, sobre todo algo caliente).
- ¿Esta bueno? (Me preguntó Cloré) no podemos ofrecerte más, si quieres puedes quedarte hasta que quieras (me sonrió).
+ Sí, está muy rico (le sonreí), ¿de verdad puedo quedarme? (Pregunté sorprendida)
- Claro que puedes, me encantará tenerte aquí y seguro que a Deivd también.
Esa misma tarde pertenecía a una familia, o así me sentía, daba gusto tener a alguien con quien hablar, un cariño de una madre como Cloré era algo que necesitaba, nunca había sentido algo así, era como si les conociera a los dos desde hace mucho tiempo. En la noche Deivd, se fue abriendo poco a poco para poder conocerle, ambos nos dimos cuenta de que nos gustaban muchas cosas en común, éramos eso, como dijo su madre: 'Dos gotas de agua.'
A la mañana siguiente me desperté desorientada, pero abrigada y muy cómoda, estaba en una cama grande y estaba vestida con una especie de bata para dormir, me incorporé de la cama, y curiosé mi alrededor con cautela, pues no quería despertar a Deivd ni a Cloré. La habitación no era muy grande, pero si acogedora, tenía la cama cómoda, una mesilla, el armario y una pequeña ventana, me acerqué a ella y la abrí, fuera estaba lloviendo, olía a tierra mojada y ese olor me recordó a Miss Yeinx, me preguntaba que estaría haciendo esa misma mañana, ¿me echarían de menos? O simplemente se alegrarían de mi huida del orfanato, ¿me estarían buscando?. En ese momento llamaron a la puerta:
+ ¿Si? (pregunté) Pasa pasa.
- Buenos días Lizzy (era Deivd, con un traje, era domingo, los domingos de misa) mi madre dice que te asees y si quieres ponerte esto (dándome en la mano un vestido color rosa palido).
+ Buenos días para ti también Deivd, estás muy guapo (noté como se sonrojaba) precioso vestido, claro que me lo pondré (le sonreí).
- Vale, cuando estés lista baja (me sonrió y se fue).
Me duché como pude, me sequé y me puse aquel vestido tan bonito, me quedaba muy bien, mi cabello caía ligeramente por el, no lo tenía muy largo, ya que Miss Yeinx me lo había cortado para presentarme a aquellas familias. Bajé y me encontré en la cocina a Deivd y Cloré desayunando:
+ Buenos días (dije), gracias por el alojamiento y este vestido Cloré, es realmente hermoso.
- Buenos días (me sonrió) te queda ideal Lizzy, pareces muy mayor, anda siéntate (me dijo señalando la misma banqueta de ayer) desayuna rápido, tenemos que ir a misa.
+ Muchas gracias (sonreí y tomé la leche caliente) miré a Deivd que me miraba y ambos nos sonreímos, me caía bien aquel niño con nombre extraño..
Salimos de casa y caminamos hacía la iglesia.
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No sé, ahora... Piénsalo
Misterio / SuspensoLizzy, una niña de diez años con una enfermedad llamada leucemia, lucha por sus sueños en una época difícil como es la Segunda Guerra Mundial, muchos acontecimientos acompañarán a esta pequeña, pero con la ayuda de su incondicional amigo o no tan am...