No sé, ahora... Piénsalo

Capítulo XII: Crimen.

Deivd no estaba.

¿Cómo es posible? Yo sin lugar a dudas tenía fe, pasé frío, hambre, todo por esto, por encontrarle, por saber de él, verle, tocarle... ¿Todo para qué? 'Él vale, Lizzy'. Cállate mente, cállate, ahora no. 'Como quieras, sigue consumiéndote'. Eres estúpida. Soy estúpida. Sí.

Pasaron horas y seguía sentada en el foso, esperando encontrar algo que me demostrase que él estuvo ahí, sentía su calor tan cerca y lejos a la vez, él no está, pero estuvo, lo sé, algo dentro me lo dice, un presentimiento, era ella.

+ Estuvo aquí y te lo llevaste, ¿verdad?

- Creo que te equivocas, (una leve sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios)

+ No me mientas, pedazo de... Dime si te lo llevaste, contéstame.

- No intentes insultarme, soy tu tía ¿dónde están esos modales?

+ Que me contestes, tú no eres nadie ni nada para mí, devuélvemelo.

- Jamás.

Y se marchó. Corrí para alcanzarla, sin apenas fuerzas, pero solo encontré niebla. Ella era eso. Oscuridad, niebla y miedo.

¿Por qué no se enfrentaba a mí? ¿Por qué no me decía simplemente dónde estaba? Esa mujer me traía loca. 'Recuerda lo que te dijo Margareet: si tienes que preguntar... Jamás lo sabrás. Si lo sabes, solo necesitas preguntar.' Mente, callat... Espera, tienes razón. 'Al final no eres tan estúpida'. Aj, hablar con una misma es desesperante.

Me levanté del foso, pues ya empezaba a hacer frío y mis tripas comenzaban a sonar, mmm cuanto añoro la comida de Cloré, ¿cómo estarán?

Han pasado varios días desde que me fui del orfanato en busca de Deivd, sin ningún resultado bueno, el frío me estaba consumiendo y me encontraba mal, pero necesitaba encontrarle y llevarle a casa sano y salvo. Comí los últimos víveres que me quedaban y me encaminé de vuelta al orfanato, no me había dado por vencida, pero estaba calada hasta los huesos.

Caminé, caminé y caminé, me di cuenta que lo hacía en círculo, ¿pero qué? Margareet estaba mirándome, estaba justamente enfrente mía.

+ ¿Qué haces aquí?

- ¿No encuentras el camino querida? (Era mala, de eso no cabe duda)

+ ¿Qué tienes encontra de mí?

- ¿Piensas qué todo gira alrededor tuya? (Tenía una cara verdaderamente horrible, una bruja)

+ Ahora mismo gira alrededor de Deivd, no mía, por cierto... ¿Dónde está?

- No te lo diré, deja de preguntar

+ Dímelo (dije en medio de un bostezo)

- Oh, estás cansada, hambrienta y agotada, ¿cuánto aguantarás? Date por vencida Lizzy

+ Jamás (ella era la misma muerte, la misma y rastrera muerte)

- JAJAJA eres tan testaruda como ella... Que triste.

+ ¿Cómo quién?

No. Vuelve. Pero ya se había ido, siempre me dejaba así, descolocada. Pagaba el desastre que le había hecho mi madre, conmigo. Era injusto y sabía que tendría que lidiar con ella hasta que, bueno, hasta que mi cuerpo aguantase y me rindiese

Había logrado encontrar el camino de vuelta. 'Por fin'. Mente, no me has ayudado mucho, cálmate. '¿Tengo que hacerlo? Perdóneme señorita Lizzy'. Aj, cállate, siempre igual. 'No pagues tu enfado que tienes con esa conmigo'. No, no estoy enfadada, estoy descolocada. 'Porque quieres'. ¿Tú sabes algo?. No me respondió. Genial, aparte de descolocada, loca.

Aún me faltaba muchísimo camino y no daría llegado, no estaba con fuerzas, pero tenía que seguir, no podía caerme a mitad de camino, sentía que me quedaba poco, como si la leucemia me estuviese consumiendo poco a poco y sé que antes tenía que encontrar a Deivd, ¿pero dónde?

Seguí y caí.

Era tarde, había flores y al fondo visualicé una sombra, era Deivd, por la forma de caminar era él, sé que estaba soñando, pero no me importaba, corrí a su encuentro, pero él se alejaba cada vez más y más, Deivd espera, por favor, espérame, le gritaba pero no se detenía en ningún momento, Deivd alto, le volví a gritar, pero seguía sin pararse, de repente, una sombra nos devoró a los dos y caímos a la oscuridad, a la misma y necia oscuridad.

Silencio.