𝓜𝓒𝓢𝓜 𝓛𝓾𝓴𝓮𝓼𝓼𝓮 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬 - 𝓘𝓯 𝓘 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓭𝓮 𝓼𝓽𝓪𝔂...

【10】

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El día de la audición en Juilliard había llegado finalmente, cargado de expectación y nervios. La Ciudad Celestial brillaba con un resplandor de luces y neones, sus rascacielos imponentes y su arquitectura magnífica dejaban a cualquiera asombrado. Era la primera vez que Jessica visitaba la ciudad, y la grandiosidad de los edificios y la vibrante energía del lugar parecían reflejar el desafío que estaba a punto de enfrentar.

Jessica había dedicado semanas a prepararse para esta audición, y aunque la competencia era feroz, su confianza se mantenía firme. Había considerado varias opciones para su interpretación, sopesando entre las piezas clásicas que le habían capturado el alma. Pensó en el "Trino del Diablo" de Tartini, con su virtuosismo impresionante; la Sonata No. 6 de Paganini, una obra que combinaba técnica y elegancia; el desafiante "27º Capriccio" o "La Campanella"; e incluso la evocadora "Sonata Claro de Luna" de Beethoven. El nombre de Yo-Yo Ma entre otros interpretes, resonaban en su mente como un faro de inspiración y excelencia.

Al final, decidió interpretar la Sonata No. 1 en A menor de Niccolò Paganini. Para ella, el violín no era solo un instrumento; era una extensión de su ser, una conexión profunda con sus emociones y recuerdos más íntimos. La Sonata, con su complejidad y belleza, parecía ser el medio perfecto para expresar su pasión por la música y demostrar su verdadero talento.

La familia de Jessica estaba presente para apoyarla en este importante momento. Sus padres y su hermano Jesse estaban en la sala de audiciones, sus miradas llenas de orgullo y aliento. Lukas, quien había confiado en que Jessica sería excepcional y que seguirían juntos en sus caminos, no pudo asistir debido a compromisos previos, pero su confianza y apoyo seguían presentes en la mente de Jessica.

Con su vestido negro sin mangas, con tirantes griegos y un escote circular que llegaba hasta el inicio de la rodilla, Jessica se veía deslumbrante. Sus rizos negros caían en cascada sobre sus hombros, y el maquillaje, sutil pero elegante, acentuaba su belleza sin ser excesivo. Cada detalle de su apariencia estaba cuidadosamente elegido para reflejar su ser interior, su confianza y su pasión por la música.

El corazón de Jessica latía con fuerza, cada palpitar resonando en su pecho como un tambor en la oscuridad. A pesar del apoyo de su familia, la ansiedad y los nervios se aferraban a ella, como sombras que amenazaban con eclipsar su luz. Las palabras de aliento de sus seres queridos, "Lo hará bien", "Eres la mejor", y "No hay nadie mejor que tú para esto", eran como un eco distante en su mente, aplacadas por la preocupación y el temor de no estar a la altura.

Cuando el altavoz anunció su nombre, "Jessica Mia Hall", un escalofrío recorrió su espalda. Era su momento, el punto culminante de un sueño que había cultivado durante años. Con paso lento y firme, se dirigió hacia el escenario, el suelo bajo sus pies sintiendo cada paso como si fuera una etapa en un viaje incierto.

Al llegar al centro del escenario, los reflectores la envolvieron en una luz intensa, creando una atmósfera de expectación y atención. Se presentó con voz clara y decidida:

— Hola. Soy Jessica Mia Hall y voy a interpretar la Sonata No. 1 en A menor, compuesta por Niccolò Paganini.

El silencio en la sala era profundo y palpable, amplificando el latido de su corazón. Jessica cerró los ojos por un momento, respirando profundamente mientras preparaba su violín. El inicio de la pieza era crucial, y debía transmitir no solo la técnica, sino también la emoción que llevaba dentro.

Al colocar el arco sobre las cuerdas del violín, la melodía comenzó a fluir. Cada nota surgía con una claridad y profundidad que parecía capturar la esencia misma de su ser. La Sonata de Paganini, con su intrincada estructura y su belleza dramática, se convirtió en una extensión de su alma. Cada trino, cada cambio de tempo, reflejaba sus sentimientos más íntimos: su pasión, sus miedos, su determinación.