𝓜𝓒𝓢𝓜 𝓛𝓾𝓴𝓮𝓼𝓼𝓮 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬 - 𝓘𝓯 𝓘 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓭𝓮 𝓼𝓽𝓪𝔂...

【03】

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—Vamos, Lukas. Solo estás haciendo esto más difícil —exclamó Petra con un tono mezcla de diversión y frustración, mientras tomaba al rubio del brazo, arrastrándolo hacia la sala de música, que se encontraba apenas a unos metros de ellos.

Lukas, con el corazón latiendo desbocado y la mente enredada en un torbellino de dudas, se dejó llevar, aunque en su interior una batalla de nerviosismo y deseo se libraba ferozmente. Desde hacía una semana, sus amigos habían notado las miradas que intercambiaba con Jessica, miradas que hablaban de algo más que simple amistad. Había sido Petra la que, con su característica franqueza, lo había alentado a dar el paso y a invitar a Jessica a una cita. Al principio, Lukas se había resistido, buscando mil y una excusas para no hacerlo, hasta que sus amigos lo acorralaron con una amenaza que no pudo ignorar: si él no se atrevía, ellos mismos le dirían a Jessica lo que sentía.

Así que allí estaba, siendo arrastrado literalmente hacia su destino, con un nudo en la garganta y las palabras atoradas en su boca.

—Yo... —intentó hablar, pero el nerviosismo le impedía articular una oración completa—. ¿Qué se supone que haré si me dice que no? ¿Qué le diré? Ni siquiera sé si yo le gusto... —balbuceó, con una desesperación que resultaba casi enternecedora para sus amigos, acostumbrados a ver a Lukas siempre tan seguro y relajado.

Petra, observando la adorable torpeza de Lukas, le dio un suave apretón en el brazo—. Solo sé tú mismo, y verás que todo saldrá bien. ¿De acuerdo? Además, estaré contigo cuando eso pase. Lo prometo.

Lukas asintió, aunque en el fondo aún dudaba de su capacidad para invitar a la chica que le gustaba a salir. No era algo que se le hiciera fácil; las palabras "¿Quieres salir conmigo?" le parecían demasiado grandes, demasiado importantes para ser pronunciadas sin más.

Finalmente, Petra, harta de sus vacilaciones, decidió jugar su última carta. Aprovechando un momento de distracción, abrió la puerta de la sala de música de un tirón y, con un movimiento ágil, empujó a Lukas hacia el interior antes de cerrar la puerta rápidamente detrás de él. Desde la pequeña ventana de la puerta, Petra observaba con una sonrisa traviesa, sabiendo que había hecho lo correcto.

Lukas, ahora solo en la sala con Jessica, maldijo en silencio la astucia de Petra. «Sabía que no cumpliría su promesa de estar conmigo cuando eso pasara», pensó, mientras sus ojos buscaban a Jessica en la habitación. Ella estaba allí, sentada en un banco con su guitarra en manos, su cabello oscuro cayendo en suaves ondas alrededor de su rostro. Al notar la presencia de Lukas, Jessica levantó la vista y una cálida sonrisa se dibujó en sus labios.

—Hola, Lukas —dijo ella, dejando la guitarra a un lado y acercándose a él con la gracia y dulzura que la caracterizaban.

—Hola, Jessica —respondió Lukas, luchando por mantener la compostura y evitar que su voz delatara lo nervioso que estaba. Sabía que ya no había marcha atrás, y una parte de él temía lo que podría pasar si Petra decidía intervenir más tarde.

Durante unos instantes, ambos quedaron en silencio, como si el tiempo se hubiese detenido en esa pequeña sala, donde las notas de la última canción aún parecían flotar en el aire. Fue Jessica quien finalmente decidió romper el hielo.

—Petra me mandó un mensaje ayer donde decía que querías decirme algo. ¿Qué necesitas? —preguntó, sacando su móvil y mostrando el mensaje a Lukas.

Lukas soltó un largo suspiro, tratando de reunir el valor necesario para decir lo que llevaba tanto tiempo guardando. Sus manos temblaban ligeramente y su corazón parecía latir con una intensidad casi dolorosa. Finalmente, las palabras salieron de su boca en un torrente apresurado.