Best Part of Me {Shawn Mendes Fan Fiction}

seven.

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Shawn's Point of View.

  1973.

Oliver me ha acompañado a la joyería después de salir del trabajo. A pesar de recibir miradas extrañadas y de cierto asco no me importa, mi mirada pasea por todos aquellas bonitas sortijas esperando por encontrar la mejor para mi chica. Se lo merece.

—Vamos, amigo. ¿Cuál crees que sea el indicado?.—Mi vista se pasea por todos aquellos anillos de compromiso hasta que veo el indicado. Un bonito anillo de oro blanco con un diamante solitario. Sin duda alguna esa pieza tiene que estar en la mano de mi chica.

—¿Podría mostrarme ese anillo, señorita?.—Es justo lo que buscaba. En cuanto le pido a aquella chica que lo envuelva como debería otro problema llega. Esa pieza no entra en mi presupuesto.—Demonios, no me alcanza.

—Cómpralo, completaré el resto. Ya después podrás regresarme el dinero.—Oliver me anima sacando su billetera. 

—¿Lo dices enserio?

—Solo he visto un par de veces a Daisy durante las citas dobles que hemos organizado pero sé lo feliz que eres desde que entró a tu vida. Daisy y tú lo merecen.

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Estoy en casa. El suave olor a mantequilla y té de menta fresca me envuelve de inmediato al igual que dos suaves risas infantiles. Una pequeña criatura viene a abrazarme con fuerza al verme llegar y rápidamente corre hacia el sofá para seguir viendo televisión a un lado de su hermano pequeño.

—¡Shawn! Llegas a tiempo.

—Te he llamado esta tarde, cariño. ¿Dónde has dejado el teléfono?.—Se encoge de hombros. Eso ya es algo muy típico en ella. Finalmente puedo decir que conozco cada rasgo de ella y puedo asegurar que sus virtudes son mayores que sus fallas.—¿Lottie sigue trabajando?

—Sí, vendrá por los niños a las nueve. La cena estará lista en media hora, volví a retrasarme un poco.

—Está bien, cielo. ¿Que cenaremos el día de hoy?

—Sabes que solo sé cocinar rollo de carne con puré de papas.

—Y eso está perfecto.—Sonrió antes de inclinarse un poco y darle un pequeño beso en la nariz.—Puedo pasar a la licorería que está a dos calles de aquí y conseguir vino. ¿Te gustaría?

—Sacaré de la despensa nuestras mejores copas.—Sus brazos me rodean por completo y su cabeza reposa en mi pecho por un minuto. Besa mi pecho, justo a la altura de mi corazón, y me deja ir.

—Daisy.—Le llamo antes de atravesar la puerta de nuestro hogar. Ella voltea mientras limpia sus manos en su delantal.—Te amo.

—También lo hago, cielo.—Sonríe y camina hacia a mí dejando un pequeño beso en mis labios para después dejarme ir.

Repito, aún no entiendo como ella puede amarme tanto si ni siquiera puedo amarme a mi mismo.

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Daisy's Point of View.

Lavar la loza cuando solo Shawn y yo nos encontramos en casa me toma diez minutos. Lavar la loza cuando mis pequeños sobrinos se encuentra en casa posiblemente me toma el doble de tiempo. Ambos tiempos son suficientes para escuchar perfectamente las suaves melodías que Shawn toca en su guitarra, quedarme un ratito a su lado y solo cuando estoy un poquito ebria canto junto a él. Esta noche es una de ellas, Shawn se encuentra sentado en el suelo y toca suavemente Can't Help Falling in Love de Elvis Presley y canto junto a él en voz bajita mientras acaricio su cabello.

Nuestra relación ha estado llena de retos pero también debo aceptar que ha estado llena de amor. Su cariño y ternura han sido piezas claves en esta travesía y debo admitir que han sido algo esencial en mi camino hacia el amor propio.

Por muchísimo tiempo creí cada palabra dicha durante mi adolescencia. Cada maltrato y cada insulto alguna vez creí merecerlos a pesar de las constantes palabras de aliento que mi hermana me brindaba, nunca me creí merecedora de amor hasta que él llegó y sanó poco a poco esas feas cicatrices presentes en las partes más profundas de mi alma. 

Aún sigo pensando en que fue lo que hice para merecerle.

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Me encuentro en el baño envuelta en una sola toalla mientras intento lidiar con mi cabello. Lo cepillo tanto como puedo hasta dejarle lo más decente posible y, por primera vez en mucho, decido salir de aquel lugar utilizando únicamente aquel pedazo de tela y dirigirme a mi armario por otra pijama más fresca y cómoda.

—Ven aquí.—Él se encuentra sentado en la orilla de la cama en cuanto me ve salir envuelta en mi toalla.

Toma mis manos por un minuto mirándome expectante por una respuesta, en cuanto asiento desliza las suyas hasta el dobladillo de la toalla para dejarla caer al suelo.

Estar desnuda frente a él fue un gran conflicto para mí durante años, no podía con la idea de tan solo pensar en que pensaría acerca de estómago algo flácido y con un par de rollitos al igual que las estrías en mi vientre y muslos. Nuestra intimidad solamente consistía en un par de horas por la madrugada en completa oscuridad tratando de evitar a toda costa que él me viese y se desanime ante mi cuerpo. Durante esos años me demostró lo valiosa que soy para él de mil y una formas hasta que finalmente logró construir en mí la confianza que había perdido hace mucho tiempo.

—¿Sabes que luces muy bonita?

—Lo sé gracias a ti.—Beso sus labios y me permito hacerme lugar en su regazo, cariñosamente se aparta de mí sin llegar a ser grosero y solo niega con la cabeza.

—Si vuelves a besarme como acabas de hacerlo no podré levantarme temprano para ir a trabajar.

—Creo que te hace falta un día de descanso. Finge que estás enfermo.

Solo ríe y vuelve a besarme. Es una bendición tener a alguien como él.

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Shawn's Point of View.

Daisy dibuja pequeñas figuras abstractas en mi pecho mientras yo juego con el tirante de su camisón. Me sonríe con calidez y es en ese momento en el que me doy cuenta que ella ya es parte fundamental de mi vida. La mejor parte de ella.

Lo único que sé por ahora es que​ la quiero conmigo por siempre, por ello aquel pequeño anillo con un solo diamante se encuentra escondido en mi cajón.

Aún espero el día correcto para pedirle que se case conmigo.

Sé que ese día llegará más pronto de lo que me puedo imaginar.

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Dedicado especialmente a 

BubblegumBitch98

Mariann_mendes

mendesarmy0816

littleetea

ValeriaQuintana621

NewHopeSylvia

Los dos siguientes capítulos ameritan dos cajas de kleenex y mucho apoyo moral. 

Esta historia es corta, ya no quedan muchos capítulos!