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Te encontrabas en la sala de ensayo, era temprano en la mañana y ninguno de los chicos había llegado aún. Estaban a unos días de que las promociones de GO comenzarán y te sentías un tanto extraña.

No eran nervios, ni tampoco ansiedad. Era una sensación rara que tenías cuando los chicos estaban a tu alrededor y no entendias porque te sentías así.

A pesar de solo llevar unos meses con ellos, los adorabas, se habían convertido en algo muy importante para tu vida y no querías dejarlos. Pero hace unas semanas te sentías... Extraña. Había algo en ellos que te hacía sentir algo en el estómago, un extraño cosquilleo que sólo estaba cuando ellos, o mejor dicho él, estaba en la sala.

Te rehusabas a decir que estabas enamorada, eso no podía pasar, no ahora que tu debut solo tenía un tiempo.

Pero no podías evitar sentirte feliz a su lado, sonrojarte cuando te miraba de más o cuando te trataba de forma dulce. No sabías cómo es que pasaba, pero varías veces te habías encontrado a ti misma mirándolo más de lo normal, incluso llegabas a pensar demasiado en él. Tenías miedo de que todo lo que te sucedía arruinará su amistad, no querías perderlo.

Esa mañana te sentías abrumada por todo, así que decidiste refugiarte en la sala de prácticas y bailar las canciones de Taemin, ese era tu escape. Antes de comenzar, te viste interrumpida por el mayor.

Taemin se había acercado a la sala de prácticas donde tú estabas para ver como te encontrabas, el mayor te extrañaba mucho por lo que había decidido llevarte unos dulces y pasar un poco de tiempo contigo. Tú no te rehusaste a tenerlo allí, pues era bueno ya que no pensarias en tus nuevos sentimientos.

Ambos comenzaron a bailar juntos como antes de tu debut, y realmente te sentías bien, estabas encontrando un poco de paz en tu revuelta cabeza.

-Sunnie-ssi, ¿qué te sucede? -El mayor pregunto de repente, dejandote confundida.

Sabías que no podías mentirle, Taemin te conocía muy bien, él ,como los demás miembros de SHINee, te había visto crecer, no había nada que pudieras ocultarle.

-¿Me guardarías un secreto oppa?

El muchacho asintió. Ambos se sentaron el suelo, con los dulces que él había traído. Estabas un poco nerviosa de admitirlo, pero querías decirlo en voz alta, era algo que necesitabas sacarte del pecho.

-Oppa, creo que... -Mordiste tu labio inferior algo insegura-... Creo que me gusta...

No pudiste terminar la oración, la puerta de la sala se abrio, dejando que los demás miembros de NCT Dream y los coreógrafos entraran.

Si estuvieras en... ¡NCT!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora