Sigo Siendo Tuya

Capitulo 5

5

Narrado Por Harry

Llevé a Niall hasta el baúl del auto junto a la par de Britanny. El auto no quedaba demasiado lejos de nuestro alcance. Ella no hablaba en todo el camino y solo se dedicaba a sollozar y derramar lagrimas mientras apretaba sus labios aferrada de mi brazo del cual, sostuvo a Niall colgando en mi hombro. Ella se arrinconaba cerca de la pared y apretaba mi brazo como si fuera una niña asustada de perderse entre tanta multitud. Yo la miraba de reojo incapaz de poder creer que ella esté a mi lado.

Era ella, realmente ella. Y no valía ninguna lagrima más para demostrar lo emocional que me siento con ello.  A Britanny le quedaba grande mi campera de cuero. Demasiado. Le llegaba por debajo de su muslo, las mangas llegaban hasta sus nudillos y su cuerpo quedaba demasiado grande en esa gran campera; aunque, ella lucia…protegida en ella.

Ahora estaba serio mientras fijaba la vista en la carretera.  La mire mientras el auto se detenía en el semáforo en rojo. Ella miraba con sus ojos bien abiertos y ojerosos hacía la ventana mientras apoyaba su cabeza en el vidrio como siempre lo hizo.

¿Qué estará pasando por esa cabeza?

Estacioné mi coche en su casa. No quería que esté en la casa de Christine. No era el momento indicado ni la ocasión, día o inclusive año. Pero ella debía saberlo algún día.

-¿Sabes dónde estamos estacionados? –pregunte con suavidad y ella se volteó lentamente a verme para ascender con lentitud su cabeza con su rostro aún mas pálido- ¿No me hablaras Britanny? –Ella negó- ¿Por qué nena? –ella apretó con suavidad sus labios y miró a sus pulgares-

¿Qué le sucede?

-Nena…-quise atrapar sus pequeñas manos temblorosas pero ella se alarmo- Tranquila, no te haré daño. ¿Sabes quién soy? ¿No es así?  -pregunte con mi voz quebrada ante su rechazo y temor-

Soy tan idiota que puedo llegar a creer que ella perdió su memoria ante esas reacciones.

Ella ascendió con sus ojos vidriosos.

-No me temas, por favor nena. Yo no sería capaz de eso –susurré pero sabía que era difícil de creer en mí en su posición- Tranquila, no te obligaré a nada que tú no quieres. Solo déjame estar cerca de ti ¿Si? –una pausa tensa-

Ella omitió un sollozo entre sus labios y ascendió con su cabeza.

-¿Puedo abrazarte? –murmuré-

Quiera unir mi voz quebrada pero no podía. Nada era suficiente.

¿Qué le ha hecho el para que desconfié en todo? ¿Por qué me teme?

Ella se inclinó con timidez y me abrazó con sus brazos cansados. Yo me incliné abrazándola con firmeza hundiendo mi nariz en su cabello. Ella estaba limpia. Ella podía bañarse allí por lo menos y si no fuera el caso, tampoco me hubiera afectado abrazarla de todos modos.

Al separarse, yo la observe con detenimiento sin ser capaz de nada a pesar de las ganas de besarla o de atraerla en mi brazo hasta que despertamos por la mañana, no era capaz de hacer nada. La tenía tan cerca pero ya a la misma vez, tan lejos…

Ella bajó del auto con mi ayuda mientras la sostenía del brazo para que ella pueda mantenerse de pie. Golpeamos la puerta de la oscura casa y rápidamente se escendieron las luces desde arriba hasta abajo como si estarían haciendo un lento recorrido de habitaciones aunque sabía que la madre de Britanny estaba corriendo por la casa para atender a la puerta aunque claro está, ella no sabe que está aquí.

Al abrir la puerta, ella se sostuvo por el marco de la puerta mientras ambas lloraban tapando sus rostros para abrazarse con fuerza por un rato largo. La madre de Britanny la llenaba de besos por toda su rostro diciéndolo lo mucho que se preocupó, que la amaba y toda la falta que le hizo.