-Trato.Hay un momento de incomodidad cuando apoyamos las mochilas sobre la mesa para buscar las carpas. No sé qué piensa él, pero estoy recordando que ayer dormí con él. Solo que ahora...
Sí. Alzo la vista y descubro lo que esperaba en sus ojos. Está pensando lo mismo.
Ahora todo es distinto.
-Eh, armamos las carpas una junto a la otra, ¿aquí? -dice, después de unos segundos tensos.
-Me parece bien.
No nos lleva muco armar las carpas, y Jungkook explora con la mirada el bosque que está cerca del campamento.
-Puedo ir a recoger leña, pero es probable que me lleve un rato, en especial si otros campistas suelen recoger leña ahí. ¿Quieres tomar una ducha mientras echo un vistazo? -entrecierra los ojos y alza un dedo-. Eso sonó mal. Mientras echo un vistazo en busca de leña. En el bosque.
Se me escapa una carcajada por la nariz.
-O lo otro -dice.
-Consigue leña.
-Si cambias de idea, pégame un grito -añade, con una sonrisa juguetona.
-Sí, sí mi capitán.
Antes de irse al bosque, Jungkook comenta que es un buen momento para lavar ropa que necesitamos lavar, y extrae una pequeña botella de jabón biodegradable. Mis calcetines por la serpiente y bañados en sangre necesitan un lavado, definitivamente, y también mi ropa interior y camisetas sin mangas. Junto todo, busco mis productos sanitarios y una muda de ropa y me dirijo al baño comunal, que es otra cabaña de troncos rústicos que parece tener un diseño similar al refugio. Después de contemplar como otra campista se pasea por el campamento en bata y saldalias, me doy cuenta de que este lugar es realmente un paraíso hippie, y que a nadie le importa demasiado la etiqueta.
Este no es un campamento de lujo.
Un tabique de madera protege una puerta con un letrero que indica MUJERES. Cuando entro, encuentro taquillas para poner la ropa, y grandes y largos lavamanos frente a espejos. El agua está fría, y para que salga e agua caliente de la ducha hay que poner monedas en un aparatito. Tengo monedas suficientes para cinco minutos de agua caliente, y aunque me apresuro a ponerme el shampoo, lavarme y rausrarme, se acaba cuando estoy quitando las tiritas de la mordedura de la serpiente, y grito sorprendida cuando el agua se vuelve helada. Logro soportar lo suficiente para terminar con todo, y después de secarme con na toalla de microfibra -una de las compras de Yongsun- cepillo mis dientes y lavo la ropa en el lavamanos.
Uno de los inconvenientes de darse una ducha en el bosque es que no hay secadores de pelo, y la temperatura baja a medida que se pone el sol. Por suerte cuando vuelvo a nuestro campamento, Jungkook ya ha encendido el fuego. También ha colocado una cuerda entre su carpa y la mesa de pícnic para colgar la ropa recién lavada. Me parece un poco raro colgar mi ropa interior para que la vea todo el mundo, pero es lo que hace el resto de los campistas, así que supongo que es uno de esos momentos donde te tragas el orgullo y haces lo que tienes que hacer. Cuelgo rápidamente todas las prendas y luego me siento sobre un contenedor anti-osos frente al fuego, y dejo que el calor me seque el cabello mientras Jungkook toma su ducha en el baño comunal.
El campamento está mu animado, porque todo el mundo ha regresado de su caminata diaria, y se está preparando para la cena. E extraño estar con tanta gente alrededor. Siento que fue en otra vida cuando Yongsun nos abandonó y me dio un ataque de nervios por quedarme sola con Jungkook. Observo el movimiento y me pregunto de dónde vienen todas esas personas, y por qué decidieron acampar aquí. Son muy diferentes a los campistas de campamento de lujo. No sé si eso es bueno o malo, o simplemente es lo que es. Pero al menos no estoy nerviosa porque no sé qué tenedor usar en una cena de cuatro platos. Además, todo el mundo parece de estar de buen humor. Y a pesar de que todavía estoy un poco preocupada por la llamada de mamá, creo que yo también estoy más contenta.
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Estrellas | J.J.K
FanfictionDos amigos que ya no se hablan. Un viaje de acampada que sale mal. Una tormenta. Un regreso peligroso. Sentimientos ocultos que salen a la luz. Dolores que luchan por quedar atrás. Dos corazones rotos que empiezan a sanar. Ah! Y un oso! -historia h...