II

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Juguetes en el ático, o Traseros en el ático, como le dice mamá en broma -hasta que papá le echa una de sus miradas super serias de Eso no es gracioso, Hyejin- es un sex shop boutique especializado en productos para mujeres. Está limpio y bien iluminado. No sucio y repleto nombres raritos como "Cohete de amor en la otra punta de la ciudad".

También tiene un escaparate temático que las dueñas cambian todos los meses. Este mes es un bosque, por lo que hay una selección de consoladores de goma de colores brillantes que, como si fueran hongos emergen del césped sintético. Uno incluso tiene una ardilla pegada la lado. Me resultaría gracioso si no fuera por que mucha gente que conozco suele pasar frente al escaparate y tengo que soportar comentarios morbosos y risitas al respecto de cierta gente en la escuela.

Nuestras tiendas -y nuestros hogares- están lado a lado al final de un paseo de compras arbolado lleno de tiendas de ropa, restaurantes orgánicos y estudios d arte. La gran parte de nuestra calle que es un callejón sin salida, son antiguas casa victorianas que han sido dividas y convertidas en apartamentos.

Papá dice que un lugar que vende "ayudas maritales" no es "un lugar para una niña". Las dos mujeres dueñas del local suelen borrarle su sonrisa con regularidad. Son las Hatfield, y él es McCoy. Hamilton y Burr. Nuestras vecinas son el enemigo y no debemos confraternizar con los Jeon. Por supuesto que no.

Mamá se lleva bien con ellas, así que no esta muy de acuerdo con papá. Y yo? Yo me siento tiroteada. La situación me estresa muchísimo. Es complicada. Muy, muy complicada.

Las paredes color rosa y el olor sintético de la silicona me rodea en cuanto entra a la tienda. Es antes de mediodía, y solo hay algunas clientas en el lugar: un alivio. Voy derecho al mostrador que esta en el centro de la tienda, donde dos mujeres de cuarenta y tantos están charlando.

-No era Alice Cooper -dice la de cabello oscuro hasta los hombros mientras coloca una caja de cartón pequeña sobre el mostrador-. Era el tipo que esta casado con la pelirroja que condice un programa de entrevistas. Como se llama...? Osbourne!

La mujer que esta a su lado, de ojos verdes y piel clara, se apoya contra el mostrador y se rasca la nariz, que esta llena de pecas.

-Ozzy? -dice, con un acento que es una combinación suave de coreano y escocés-. No me parece.

-Te apuesto un cupcake -contesta, mientras us ojos color café se encuentran con los míos. Su rostro largo de ilumina con una sonrisa-.Chaeyeong! Tanto tiempo sin verte.

-Hola, Suni -respondo, y saludo a su pecosa esposa-. Yangmi.

-Lindas gafas -observa Suni, por lis gafas retro con forma de ojo de gato negras.

Tengo una docena de gafas, en distintos estilos y colores. Las compro súper baratas en una tienda en internet, y las combino con mis atuendos.

-Gracias -le digo, sinceramente. No es la primera vez que lamento que papá se este peleando con estas mujeres. Eran como una segunda familia para mí hace no mucho tiempo.

Desde la primera vez que la conocí, Jeon Suni y Yangmi, que han vivido frente a nosotros desde que nos mudamos al vecindario, insistieron en que las llame Suni y Yangmi. Punto. Nada de UNNIE, señora, señorita o cualquier otro titulo. No les gustan las formalidades, en el trato o en la ropa.

-Danos una mano. Estamos jugando a Leyendas urbanas del rock -me dice Yangmi, apartándose el cabello rojo fuego de la cara-. Qué estrella del heavy metal le arrancó la cabeza a un murciélago de un mordisco en el escenario? En los sesenta.

-Los setenta -la corrige Suni.

Yangmi pone los ojos en blanco.

-Lo que tú digas. Escucha, _____. Pensamos que es Alice Cooper u Ozzy Osbourne. Cuál de los dos?

Estrellas  |  J.J.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora